Anoche se vivió en Málaga uno de los conciertos más esperados de los últimos meses: Sticky M.A.
Apenas había pasado media hora desde que abriesen las puertas de la sala hasta que apareció Royce Rolo a calentar el ambiente; el warm up perfecto para que justo después Sticky saliese a comerse el escenario.
Con ‘Subo X3’ se notó cómo la gente está empezando a conocer las letras de este proyecto en solitario del miembro de ‘Agorazein’ (AGZ), aunque este también haga continuas referencias al grupo. ‘Guadalupe’ sonó como un pequeño homenaje de Sticky a sus colegas y lo terminó con la frase que tanto hemos oído ya: “Agz es para siempre”.
Y sí, Agorazein es para siempre, pero Sticky ya es eterno. Sabe cómo dar espectáculo y que la gente se sumerja en sus canciones gracias a esa actitud arrolladora en el escenario.
Los pogos se sucedieron uno tras otro a lo largo de todo el concierto, ya los pidiese el artista desde el escenario o por la propia iniciativa del público, haciendo notable las ganas que le tenían a un verdadero concierto del género.
Con ‘TKM’ hizo que el público sacase las linternas de su móvil para alumbrarle y con ‘Diablo’ consiguió el cierre perfecto para el show. Con las primeras notas, el público ya la reconoció al instante y enloqueció sabiendo lo que se les venía encima. En concreto a Royce Rolo y a Sticky haciendo crowdsurfing. Habiendo terminado ya la canción, se escuchó la parte que Yung Beef aportó al tema en su remix. Y ahí, con el escenario ya vacío, la gente siguió cantando y botando.
Y es que ‘Diablo’ ya forma parte del imaginario colectivo de nuestra generación, y así lo será para siempre. Como AGZ. Como Sticky.
