El secreto del éxito de Danny León es su gran pasión por el skate. El nunca pensó que podría vivir de su mayor afición, con tan solo 9 años empezó a recibir compensaciones por divertirse, pero desde aquí hasta llegar a ser deportista olímpico (algo que damos por hecho) ha tenido que recorrer un duro camino, incluido recientes lesiones, aunque seguro llegará “sobre ruedas” a conseguir su objetivo.
¿Cómo estás pasando el confinamiento? ¿Te sientes agobiado por no poder salir a patinar?
Como se puede, lo único malo que no puedo patinar. Al principio buscaba muchos caminos para entretenerme y lo llevaba bien, pero después de un mes me empecé a agobiar porque ya entre en una rutina de hacer las mismas cosas cada día y quería salir a patinar, pero ahora después de seis semanas ya estoy más acostumbrado.
Cuando se declaró el Estado de Alarma en España te encontrabas en Bolivia, ¿no es así?
Sí, ese mismo día se cancelaron todos los vuelos directos Bolivia-España. Entonces, me compré un vuelo nuevo para volver lo antes posible. Fue una odisea, ya que no fue un vuelo directo, tuve que ir de Bolivia a Perú, Perú-Colombia y de Colombia a España.
Para los lectores que no te conozcan, ¿cómo empezaste en el mundo del skate?
Pues empecé por casualidad, ya que enfrente de mi casa hicieron un skatepark y lo veía desde mi ventana. Cuando lo inauguraron veía a la gente patinar, entonces decidí bajar a probar. Empecé pidiendo el skate a cada persona que se sentaba e intentaba tirarme por las rampas. Cuando pasó un mes, me apunté a un campeonato que hicieron y cuando terminó le hice tanta gracia al speaker que me regaló su propio skate. Competía con el patín de otra persona porque yo no tenía. Después de esto continué patinando y al cabo de un año conseguí mi primer patrocinador, una tienda de Móstoles de skate. Si no hubiera empezado a patinar no sé qué sería de mí a día de hoy.
¿Pensaste que llegarías a estar donde hoy te encuentras?
No, no tenía ni idea, pensaba más en el fútbol, por ese camino, pero la independencia que me dio el skate no me lo ha daba el fútbol, es una sensación única la de valerse por uno mismo y esto fue lo que me hizo tirar por este mundo. Pero cuando una marca empezó a patrocinarme y darme material para patinar, más adelante a pagarme por hacer lo que me gustaba, pensé “¡este mundo se está volviendo loco! ¿Cómo me vais a pagar por patinar?” Imagínate con 9 años no tenía la mentalidad que tengo ahora con 25.
¿Cuándo te diste cuenta que podías empezar a vivir de ello?
Mis padres me empezaron a llevar a campeonatos fuera de Madrid y recuerdo que desde muy pequeño empecé a ganarlos, entonces ganaba algo de dinero que lo invertíamos en la gasolina, porque al final mis padres tampoco podían permitírselo. Pero fue en un campeonato en Irún cuando llegó Redbull y me dijo que me quería patrocinar, que cogían a una persona de cada deporte y de cada país, que yo iba a ser el único en España de skate, no como el mejor pero como futura promesa, todo esto con 13 años, pero no fue hasta los 18 años cuando empecé a ganar los campeonatos más importantes, ahí fue de verdad cuando me di cuenta de que estaba viviendo del skate, entonces dejé de estudiar y me puse cien por cien a patinar. Y estar donde estoy hoy es gracias a mis padres a ellos le debo todo.
A la hora de las competiciones, ¿te las preparas?
Soy de improvisar, la verdad, porque me pongo muy nervioso. Muchas veces un minuto antes cambio la ronda, porque es verdad que hay una que me preparo, pero hay veces que tienes pensado un truco y cambias de dirección sin querer y ahí hay que improvisar porque cambia todo. Muchas veces pasa eso, en Brasil me pasó en una competición clasificatoria para las Olimpiadas, me quedaba un último truco y en el penúltimo me fui hacia otro lado, me salió pero no como quería.
El skate es como la vida, te caes y te vuelves a levantar, pero después de alguna de las lesiones graves que has tenido, ¿has pensado en dejarlo alguna vez?
No, no, para mí retirarme nunca ha sido una opción. Sí que me ha pasado por ejemplo en 2019 que estuve más tiempo lesionado que patinando, pero siempre digo el año que viene será mi año. Bueno esté año tampoco (se ríe), pero ya estoy recuperado y con ganas de currar.
¿El miedo existe para ti?
No miedo, pero sí respeto en ciertos trucos, porque ya empiezo a tener una edad, no tengo 18 años y las lesiones empiezan a pasar factura. Ahora pienso más cuando voy a hacer ciertas cosas.
¿Qué hay que tener para ser skater?
La mentalidad de quiero dedicarme al skate no es la mentalidad, creo que es “voy a disfrutar”, porque cuanto más motivado estás mejor, porque el skate es creatividad y motivación, además de pasarlo bien con los amigos, porque si te esfuerzas y le echas horas y no pierdes esa esencia, todo llega.
Has patinado en sitios increíbles como en una Iglesia y en una torre eólica, ¿qué te queda por hacer? ¿Dónde te gustaría patinar?
Hay muchos, pero sobre el agua en una plataforma, flotando sobre el mar. Aunque tengo más cosas pensadas que son secretas y que aún no puedo contar (ríe).
¿Tienes pensado trucos nuevos por hacer?
Puedes hacer nuevos trucos, lo que ocurre es que son variaciones de otros y si los juntas y ves que nunca se ha hecho, ahí hay un truco. Pero crear desde cero uno, es muy difícil ya, creo que no es posible. Pero hay uno que tengo que es el McTwist (hacer un mortal 540º en el aire y caer), pero ahora ya me cuesta mucho hacerlo porque ya estoy más mayor.
¿Cuál es tu opinión sobre todos los tutoriales que hay en las redes sociales para aprender a hacer skate?
Me parece bien, al final es algo muy diferente a lo que yo aprendí. Para mí aprender a patinar era ver a los que estaban en el skatepark y seguirles, todo se basaba en verlo y, también, con la revistas y los vídeos que tenías que comprar. Hoy en día con un click ya puedes copiar un truco. Me ha pasado a mí de hacer un truco en un campeonato que no se hacía, y a la semana un niño en Japón lo estaba haciendo, otro en Francia, en EEUU, ahora en nada lo puedes copiar. No me parece mal que ahora se aprenda con tutoriales, pero hay que intentar salirse de ese camino y sacar tu propio estilo.
¿Qué relación tienes con tu tabla?
Es mi novia, tengo un colgante de un anillo con un skate, es mi compromiso. Para mí, estoy casado con el skate de por vida, no es algo que vaya a dejar. Toda mi vida se basa en torno a ello, mis amigos, las culturas diferentes del mundo que he podido conocer, ha sido gracias a ello, entonces yo ya estoy casado. Con la persona que esté tiene que entender que aparte de ser mi hobby y mi trabajo, es mi pasión.
En comparación con otros deportes, ¿en el skate siempre hay tan buen rollo?
Por lo general sí. Es verdad que ahora hay gente más competitiva, digamos que ahora hay “mal rollo” entre cierta gente, pero en las competiciones, yo me llevo bien con todo el mundo, la verdad. Al final estamos compartiendo lo mismo que es patinar. Fuera de la competición sí, siempre hay muy buen rollo. En la competición hay gente que es más competitiva y que cuando pierde se lo toma a mal. A mí me da igual, porque voy a seguir haciendo skate, gane o pierda, es mi vida.
Este año iban a ser los Olimpiadas, pero por el motivo del Coronavirus lo han aplazado a 2021, pero cuando te dijeron que el skate iba a ser Juego Olímpico, ¿qué se te pasó por la cabeza?
Pensé que era mentira, que era un bulo de internet, porque ni siquiera me pilló en España y cuando estoy de viaje no cojo apenas el móvil. Cuando vi que era verdad pensé, “pues en España tengo posibilidades…” Pero hasta el momento en que empezamos a competir no sabíamos cómo iba a ser y aún compitiendo, tampoco sabíamos el formato, entonces hasta que no suceda no me lo creo. Al ser un deporte nuevo, la primera vez que estamos en la historia de las Olimpiadas, nos ha afectado el virus y se ha aplazado un año, aunque parece que van a ser dos, pero lo mismo cuando se puedan celebrar ya estoy muy mayor (se ríe) y ya no puedo ir, después de cinco años esperando.
¿Te da miedo que el skate pierda su esencia siendo Juego Olímpico?
Creo que es la evolución y ya la está perdiendo en cierto sentido. La esencia del skate existe, pero a día de hoy ya es bastante comercial. Me hace mucha gracia la gente que dice “yo no voy a las Olimpiadas” y van de puro, te lo dicen con unas Nike en los pies, una de las marcas más comerciales. Pero creo que es la evolución, todo está evolucionando, antes escribíamos por cartas y ahora por WhatsApp, con esto quiero decir que la esencia sí que existe pero evoluciona, así que creo que hay que adaptarse a la evolución e intentar nosotros mismos enseñar a los niños el espíritu del skate y que no se pierda o intentar mostrarlo, ya que cada uno aprende como quiere. Así que tenemos que saber adaptarnos.
¿Crees que se va a cambiar la forma de ver el skate desde fuera de este mundo?
Sí, porque tú hablas con una persona mayor y lo relaciona con graffiti, rap, delicuentes, drogas y estar en la calle bebiendo, y con esto yo creo que la gente empieza a concienciarse al ver que es un deporte olímpico.
¿Te comprometes a hacer una apuesta si en los Juegos Olímpicos gana una medalla?
Sí, ya la tengo, y es que me cortaría el pelo, por ganar una medalla hago lo que sea.
¿Alguna vez te han puesto una multa por ir en skate por la calle?
Solo me han multado una vez haciendo una sesión de fotos que paramos la Gran Vía. Pero es algo que no entiendo, el skate viene de la calle y se va a seguir haciendo en la calle, por muchos skatepark que hagan y encima si los hacen malos, por lo menos los que están haciendo en Madrid, si son malos se va a seguir haciendo en la calle. Luego tampoco tenemos sitios donde ir cuando llueve o hace mucho calor, así que nos van a seguir multando igualmente.
¿Cómo te definirías como deportista y cómo persona?
Como deportista soy un cabezón, me gusta hacer la cosas bien, y perfeccionista. Como persona soy extrovertido, sociable, bromista, pero cuando me enfado tengo buena vena.
¿Qué no puede faltar en la mochila de Danny León cuando viaja?
Pues aparte del skate, el ukelele, que he aprendido cuando he estado lesionado y los cascos, para poder escuchar música.
¿Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido?
Una de ellas sería el poder hablar con el Rey Emérito, pero cuando más anécdotas tengo es cuando viajo en avión, siempre me pasa algo. Una vez viajé a Sudáfrica como invitado a un campeonato, entonces me pagaban el viaje y de ahí tenía que ir a China a otra competición, pues en Sudáfrica no me dejaban salir del país porque decían que yo tenía que demostrar que había comprado el billete y que les enseñara la tarjeta con la que se había comprado ese billete, y claro a mí me lo había comprado la competición, pero aparecían todos mis datos correctamente y casi pierdo el vuelo, pero conseguí contactar con el encargado de comprar el billete y pude coger el vuelo y menos mal porque estaba solo y no tenía sitio donde quedarme a dormir.
Si no te hubieras dedicado al skate, ¿a qué te hubieras dedicado?
Siempre me ha gustado mucho la fotografía, todo lo que tenga que ver con audiovisuales, y a día de hoy, sobre todo en estas semanas de confinamiento, he estado investigando para aprender más a editar.
¿Tienes pensado qué hacer cuando te retires?
Tengo una marca de skate que se llama Piranha, son lijas, pero también estamos ya diseñando ropa y me encantaría poder tener mi equipo y poder ayudar. Con el tiempo libre que tenemos ahora, he pensado comprar un terreno y montar un buen skatepark y después tener mi propia escuela.
Hemos podido comprobar que has estado haciendo retos en tus redes sociales, ¿te queda alguno por hacer?
Pues paré porque me puse malo, estuve con fiebre alta, no sé si he pasado el coronavirus o no, pero he preferido quedarme descansando porque no tenía ganas de hacer cosas, pero ahora que me he recuperado y he vuelto a entrenar volveré a subir retos seguro, para intentar adaptarme a este momento que estamos viviendo y entretener a la gente.
¿Crees que podrás salir a patinar cuando permitan hacer deporte?
No sabemos qué va a pasar, pero creo que los skatepark estarán cerrados, si nos dejan patinar tendrá que ser en un sitio abierto y no vallado, veremos qué pasa porque todo el mundo va a querer patinar. Pero por lo menos podremos ir por la calle. Pero prefiero no pensarlo porque si no me agobio (ríe).
¿Cuándo termines el confinamiento cual va a ser el primer sitio que pises con tu skate?
El skatepark de Las Rozas, es un sitio muy parecido al que teníamos en Móstoles, que por desgracia ya no le tenemos porque han montado un parking, entonces nos recuerda a ello, así que iré allí con mis amigos que nos lo pasamos muy bien.
¿Crees que después de esta situación vamos a salir siendo otras personas? ¿Crees que hemos aprendido algo?
Seguro. El hecho de no poder salir de casa, no poder ver a la gente que quiero, mi familia, no poder comer fuera de casa, ir en el metro, patinar, poder ir al cine…Tengo ganas de hacer muchas cosas.
Fotografía de portada cortesía de Luis Gallo