Que los corazones malagueños marcan un ritmo de bulerías de 3/4 no es ninguna novedad. Que esas bulerías tienen la voz de El Barrio, tampoco. El cantante volvía a la capital de las palmas, el soniquete, del «ay cómo lo echaba de menos» entre suspiros de encantamiento, y de los sombreros. De esos benditos sombreros que personifican la idea de reflexión y arte detrás de sus letras. De esos sombreros que igualaban a todos los asistentes bajo un mismo nombre: José Luis Figuereo Franco, «Selu» para los amigos y para sus más de 10.000 hijos adoptivos por dos noches que no dudaron en cantarle el cumpleaños feliz cuando las manecillas tocaron las doce.
El Barrio cumplió 53 años y su público no dudó en festejarlo entonando al unísono el cumpleaños feliz. Era el momento de que sus asistentes le cantaran y sintiera todo el cariño que él, previamente, había regalado con sus canciones y su presencia.
Aunque el público venía de todas partes de Málaga, hicieron retumbar el auditorio Cortijo de Torres con una misma voz que pretendía encumbrar a su ídolo, El Barrio, hasta las nubes. El cielo se tocó con Orgullo, himno de los Barrieros, cuando todos cantaron a pleno pulmón:
Somos los barrieros
Venimos todos a una
Debajo de mi sombrero
Mi alma blanca, blanca como la espuma
Y vaya que si es blanca tu alma, Selu. Blanca como las playas de Cádiz y Málaga, como el sentimiento de tus Barrieros o como el hilo de felicidad que fueron tus canciones y que nos unieron a todos bajo tu mismo cielo. Por dos noches, Málaga fue tuya de nuevo.
Foto Portada El Barrio, durante un concierto en Madrid el pasado 16 de octubre de 2021 / Aldara Zarraoa/Redferns (Getty Images)