El mundo no existe

Escrita por Nikos Kavadías, 'La guardia' es una novela cruda donde el lector aprecia no la muerte del pasado, sino su putrefacción, y donde observa a los personajes desarraigado.

Si en España, antaño o en la actualidad, los pescadores y marineros se encomiendan a algún santo o virgen, en Grecia lo hacen a Nikos Kavadías (1910-1975). Este poeta griego vivió gran parte de su vida en altamar. La guardia (Trotalibros editorial, 2021, con traducción al castellano de Natividad Gálvez) es su única novela, donde agrupa numerosas experiencias y anécdotas de marineros a partir de unos personajes singulares y pintorescos.

Basado en su experiencia en el mar, Kavadías configura una novela dividida en tres partes y seis guardias. Entre guardia y guardia, los personajes de la historia relatan anécdotas propias o ajenas, siempre relacionadas con su oficio, con los puertos de donde zarpan o con las ciudades a las que arriban. La necesidad de aventura se convierte en cuestión candente en algunos de los marineros. A bordo del carguero Pytheas, estos viajan y conversan. Una Odisea moderna que retrata con lirismo un mundo oscuro.

Narrada en tercera persona, la novela comienza cuando el Pytheas navega por Singapur. Kavadías establece un registro coloquial y por momentos vulgar para esos marineros rudos y malhablados cuyos relatos se entrelazan. Por estas páginas se pasean historias de vidas, enfermedades, mujeres y, de fondo, tanto en el paisaje como en los relatos, el mar y todo lo que este abarca. El autor también hace un breve repaso por la historia en algunas de las historias que se cuentan. Así, aparecen la segunda guerra mundial, el éxodo de judíos o la ocupación nazi de Grecia, aunque habla de todo ello de pasada.

Portada de ‘La guardia’ / Trotalibros editorial

El eco de la historia se deja ver en cada relato, por lo que hace un retrato de una época, y también de una profesión. El mar como profesión y como desgracia se erige ante todo lo demás. Historias no faltan, porque hay aventuras en cada puerto. En algunas anécdotas se puede apreciar cierto racismo, machismo u homofobia, pero son usos y costumbres de la época. Además de estos aspectos vistos desde la coyuntura histórica y social, en los relatos de los marineros encontramos alcohol, insomnio y viajes. El lector visita medio mundo no solo en el barco, sino también en la mente y las historias de los personajes. Conoce países y etnias de toda clase. En la segunda y en la tercera parte hay una miscelánea de historias que invitan a la reflexión.

La guardia es una novela dura, pero más cruda, donde el lector aprecia no la muerte del pasado, sino su putrefacción, y donde observa a los personajes desarraigados. Son marineros afectados por el desasimiento a todo lo terrenal —y terreno—, poseídos a veces por una melancolía con sabor a sal. Además, las diferentes voces que se mezclan en esta novela también permiten conocer la psicología de los personajes.

La sexta guardia ocupa, en extensión, mucho más que el resto. El narrador recrea escenas sórdidas sobre la conducta humana y trata la carnalidad del oficio y de sus quehaceres externos mientras los marineros se enfrentan con garra a la vida. Son marineros que hacen viajes interiores, además de la propia travesía que los lleva, entre vaivenes y bamboleos, a algún puerto. En la novela de Kavadías se mezclan el amor, el deseo, el miedo, el compañerismo, las ensoñaciones y las huidas. El autor griego escribe con soltura y sin ambages. Aprovecha sus conocimientos de navegación para hacer más completa la novela y llega a la conclusión de que cuando alguien en tierra se marea es porque está hecho para el mar y sus historias.

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