El Starlite se rinde ante la impecable Jessie J

Con una puntualidad británica, la cantante pisó el escenario del Starlite desplegando toda una declaración de intenciones: voz a raudales, un carisma encantador y una impecabilidad artística innegable.

La cantera donde se encuentran las tablas del festival marbellí se convirtió en un juego de luces y sonidos que se quedó prácticamente a oscuras y en silencio para que la artista comenzara a entonar la melodía de su ‘Masterpiece’. El espacio se llenó por completo y el público se levantó inmediatamente de sus asientos ansioso por contemplar semejante espectáculo. 

Se presentó ante todos como “Jessica”, como quien quiere despojarse de los envoltorios superficiales de la industria y hacerse ver como una artista de carne, hueso y, sobre todo, corazón. Después, siguió con varios medleys de su último álbum de estudio “R.O.S.E.” que incluían tracks como ‘Real Deal’, ‘Not My Ex’ o ‘Play’. Además, quiso incluir otras canciones de discos anteriores como las flamante ‘Burning Up’ y ‘Dude’ o la todopoderosa ‘Mamma Knows Best’.

A lo largo de toda la actuación, se podía apreciar una complicidad muy especial entre la vocalista y su equipo que compartían, también, en todo momento, esa conexión con la audiencia formando así un ambiente verdaderamente íntimo y cautivador. En esta atmósfera creada desde la ternura y el amor por la música, Jessie nos regaló sus palabras más emotivas y sinceras en Who You Are, Queen y Nobody’s Perfect. De cantar Flashlight, grabada para el soundtrack de ‘Pitch Perfect 2’, se encargaron dos chicas del público a quienes la británica les dio la oportunidad de entonarla con ella misma. Por último, la cantante nos deleitó con sus temas más conocidos y vibrantes como ‘Bang Bang’, ‘Domino’ y, por supuesto, la inolvidable ‘Price Tag’.

Hoy sabemos, a través de un instastory que la propia artista ha compartido, que el vestido que llevó puesto durante todo el espectáculo es, de hecho, un regalo de su vecina española, quien lo diseñó especialmente para ella. Y en esta pequeña anécdota es donde se puede confirmar y comprobar que enamorarse de (para nosotros ya) Jessica no es una mera y descuidada casualidad.

Jessie J es el talento en estado puro sin más extravagancias que las virguerías que salen de su majestuosa garganta. Es la humildad y la ternura de quien aun siendo probablemente la mejor vocalista de toda una generación no ha recibido el reconocimiento merecido. Es la impecable técnica vocal y la capacidad de transmitir la intimidad más cómplice y delicada. Anoche la cantera del Starlite se llenó de eso, de la mejor música, de la más mágica, aquella que viene de quien no pretende más (ni menos) que hacernos un regalo.

Compártelo

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Novedades semanales.

+ Artículos relacionados