Alejandro Jato ha estrenado recientemente Escenario 0 en HBO, donde aparece en la pieza Juicio a una Zorra. En teatro es uno de los protagonistas de Ricardo III y en televisión participa en Servir y proteger. Hoy hablamos con el actor sobre su carrera profesional y sobre cómo afronta una crisis que está afectando de especial manera al sector de la cultura.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la interpretación?
Mi madre hacía teatro y a los 14 años fui a una función suya y decidí que quería dedicarme a ello. En el colegio formé con mis amigos un grupo de teatro, luego a los 18 me fui para Madrid, entré en una escuela luego me fui a vivir a Berlín un año, volví y seguí formándome. Hasta que empecé a los 23 años hubo muchos «no», muchas movidas, frustraciones, alegrías, hasta que empecé a trabajar. Supongo que el camino es así.
¿Cómo definirías Escenario 0?
Yo tengo una participación muy pequeñita pero la verdad es que lo he disfrutado mucho, sobre todo en el capítulo que rodé yo, Juicio a una zorra, de Miguel del Arco. Lo definiría como un teatro reimaginado. Está grabado en cine, pero el lenguaje está a medidas entre el teatro y el cine, porque no renuncia a una cierta narrativa teatral con una estética cinematográfica, y después en algunas de las piezas, por ejemplo Los mariachis, tiene algo de mezclar los dos lenguajes de una manera muy explícita que, como espectador, te hace entrar en el lenguaje teatral y entenderlo desde un lugar nuevo y muy interesante. A veces, cuando un teatro se graba se pierde la esencia de los espectáculos, pero aquí se consigue hacer algo que para mí reactiva y realza la esencia de los espectáculos que se han grabado.
Como acabas de comentar, en Escenario 0 apareces en Juicio a una Zorra. ¿Qué nos podemos encontrar en esta pieza?
Juicio a una zorra es un monólogo de Carmen Machi donde ella está estupenda, y Miguel se inventó un pequeño personaje que, al principio, la presenta y la acompaña en este monólogo. Ha sido un placer verla a ella disfrutar de su trabajo y estar ahí. Merece la pena ver Juicio a una zorra por el trabajo que hace ella y por el texto tan bonito y complejo y profundo de Miguel y con grandes referencias al teatro clásico. La obra tiene una visión muy actualizada en cuanto al Mito de Helena y cómo la sociedad ha tratado a Helena como la mala de la historia de Troya. Hay una frase muy bonita que dice Carmen en el monólogo, que es: «Habría que pensar seriamente quién escribe la historia». Creo que reflexiona con una gran perspectiva de género y con una Carmen Machi bestial.
Tanto en Escenario 0 como en Ricardo III te ha dirigido Miguel del Arco. ¿Cómo es trabajar con él?
También coincidimos en ilusiones, que fue la obra anterior. La verdad es que para mí es genial trabajar con él. En el Teatro Kamikaze me siento como en casa, muy acogido, muy cómodo para crear, que creo que es una de las claves de Miguel, que da mucha libertad y te acompaña mucho al mismo tiempo que te exige mucho. Es un gran director y con él son las veces que más cómodo me he sentido porque tiene un criterio que a mí como espectador me gusta y que, además, entiende y sabe desde dónde quiere contar las cosas y cómo las quiere contar. Eso es súper valioso, además de que genera en sus espectáculos un clima de trabajo genial desde el humor, el buen rollo y el disfrute. Yo me lo gozo con él.
Ahora mismo estás en los teatros con Ricardo III. ¿Qué nos puedes contar acerca de la obra?
Originalmente, Ricardo III es una obra de casi cinco horas de Shakespeare, que han hecho una versión Miguel del Arco y Antonio Rojano actualizando el clásico y tratando de entenderlo desde la perspectiva política de hoy en día. Tiene mucho humor y es una función con muchísimos personajes y con tramas que se solapan. Además, es una función muy divertida de hacer porque somos como 7 personajes y nos vamos cambiando de ropa todo el rato. Tiene un ritmo frenético, por lo que es un espectáculo que mola ver.
¿Cuál fue tu sensación tras poder volver a subirte a los escenarios después todo el parón provocado por la COVID-19?
Pues muy emocionante la verdad. Además, días antes de comenzar la gira, no sabíamos muy bien si íbamos a poder ir, porque de repente pues en alguno de los trabajos en los que estábamos había algún positivo por COVID, o alguno había dado positivo, por lo que estuvimos haciéndonos test y pendientes hasta el último día. Tuvimos que perdernos un par de ensayos y había una parte de nosotros que pensaba que iba a ser imposible que pudiésemos llevar la gira a cabo.
¿Por qué crees que hay tanta dificultad para llenar las salas de cine y los teatros en la actualidad?
Pues no lo sé. Es lo que me pregunto. En Madrid, el aforo está al 65%, pero, por ejemplo, en Galicia está a un 25%, y luego ves un avión o un tren lleno y no terminas de entender por qué. Visto que se están cumpliendo las medidas en cines y teatros, no entiendo por qué no aumentan el aforo.
¿Cómo afrontáis desde el mundo de la interpretación esta situación tan incierta y desoladora que nos está tocando vivir?
Una cosa que aprendí y que saqué positiva de la cuarentena es ese pensamiento de «existe hoy, mañana no sé qué va a pasar, así que voy estar en el hoy». Yo no quiero pensar demasiado en el futuro, no quiero pensar en lo que va a pasar.
¿Piensas que la cultura está siendo especialmente maltratada en estos últimos meses?
La cultura en general está bastante maltratada en el sentido de que la gente no la considero como algo primario. La consideran como algo primario o un producto de lujo cuando, para mí, es todo lo contrario. Cuanto más rica es la cultura de un país, creo que más libres somos y seremos. Esto es una de las cosas más importantes que tenemos y que hay que apoyar. El arte nos nutre el alma, el intelecto y la emoción.
En Servir y proteger interpretas a Toni Ríos. ¿Cómo es el proceso de participar en una serie diaria? ¿Tenéis menos tiempo para aprenderos los guiones?
Al principio da bastante vértigo, se graba mucho más rápido que cualquier serie y los primeros días es WTF, pero después acabas pillando el ritmo y se saca adelante gracias a que tiene un equipo increíble detrás donde todo el mundo se conoce y sabe cómo trabajamos. Todos trabajamos desde el amor, desde el cariño, desde el buen rollo. En pocos sitios me he encontrado tan buen rollo, tan buen hacer y tanta profesionalidad. Yo disfruto mucho en Servir y proteger.
¿Tienes algún sueño profesional que te encantaría cumplir?
Me gustaría seguir trabajando en proyectos que me emocionen, con personas a las que admiro y con las que estoy a gusto trabajando y feliz. Me gustaría sacar adelante mis propios proyectos y, en un futuro, poder elegir lo que yo creo con la gente que a mí me guste, con mi gente, y seguir colaborando con proyectos e historias. Me encantaría tener una compañía de teatro, una productora. Tengo así cosas en mente y me encantaría hacerlo, y me encantará, porque sé que eso va a suceder.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Sigo con la gira de Ricardo III, seguimos en Servir y Proteger arrancando la quinta temporada. También estoy intentando sacar tiempo para alguna cosa que estoy escribiendo y que me gustaría sacar adelante cuando pueda.
Para terminar, una pregunta que solemos hacer siempre: ¿Cuál es tu serie y obra de teatro favorita y por qué?
Yo tengo bastante mala memoria. De las que estoy viendo ahora, tengo en la cabeza Better Things, una comedia dramática escrita, dirigida y protagonizada por Pamela Adlon que es una maravilla y me tiene fascinado. De obras de teatro, una de las últimas que he visto y que más me han flipado es Fairview, que la vi en Londres y es el Premio Pulitzer 2019. Me pareció un gran espectáculo y la función era una pasada.