Con un look atrevido, peinado rubio (y rapado), traje oversize y una gran sonrisa de labios rojos me recibe Anaju (Teruel, 28 años). La artista aragonesa se dio a en la undécima edición de Operación Triunfo y ahora, y tras la publicación de su primer EP MOOD en 2020, ha decidido dar un impactante cambio a su trayectoria musical con “Mal de ojo” el primer adelanto del nuevo disco que saldrá en 2023.
¿Qué crees que pensaría la Anaju de hace 10 años ante este cambio tan radical de estilo y musical?
A mi hace 10 años me gustaba Lady Gaga (risas) por aquel entonces llevaba un pelo larguísimo y no me dejaba tocar ni las puntas. Con el look alucinaría seguro y, a nivel musical… también. La música para mí era algo más como un hobbie, por eso creo que se quedaría bastante “escandalizada” – como diría mi abuela – , pero estaría contenta.
Dicen que corte de pelo nuevo, etapa nueva… ¿Qué o quién te ha inspirado para cambiar tan radicalmente el look o simplemente ha sido un impulso por cambiar?
Supongo que a todos nos pasa que cuando vienen etapas nuevas o etapas diferentes, cambias. A mí siempre me ha pasado, he tenido el pelo muy largo y de repente he tenido la necesidad de hacer un corte mucho más heavy. Ahora me he pasado un poco más de la media de lo que me lo quería cortar, pero siento que el cambio que viene es muy fuerte, necesitaba plasmarlo de alguna forma.
En una entrevista sobre tu EP MOOD comentabas que habías tenido un tiempo de introspección para saber cómo estabas, qué querías hacer exactamente… y luego salió el disco. ¿Has cocinado a fuego lento este trabajo o tenías claro cómo abordarlo desde un principio?
Realmente las canciones llevan hechas dos años. El trabajo, la producción… todo eso ha tardado mucho tiempo, pero en sí todo el proceso de crearlas fue rapidísimo. En verano de 2021 me fui a Asturias y me encerré en un hotel con un par de amigos. Allí hicimos casi todas las canciones (diez canciones en diez días) nos unimos para saber un poco la idea, qué queríamos lograr… y ese proceso gracias a Campi (productor) y a Sony Music, ha alcanzado un volumen maravilloso. No está siendo como un cambio hacia otro lado, si no como un ascenso hacia arriba. Un crecimiento personal y profesional.
Cómo defines esta nueva etapa en tu vida.
Es una etapa que, a nivel de sonido, es muy distinta y algo más oscura que la anterior. Si el anterior proyecto para mí era día, este es noche; si el anterior era oro, este es plata. Veo un gran cambio a nivel de sonidos, conceptos, inspiración… Ha sido un crecimiento artístico.
En el nuevo single hablas de culpa y traición ¿Hay alguna historia detrás?
No es tanto que esconda algo personal. Yo siempre estoy investigando y metiéndome en internet día y noche para saber más. Al final me metí en un bucle pensando en la fortuna, la mala fortuna, la existencia de la figura del gato negro… pero ¿qué pasaría si en lugar de ser un gato fuera una mujer morena, de ojos negros a la que le persigue la mala suerte? para hablar sobre este concepto me apoyé en el estribillo “Ay mi morenita” es como decir “pobre, todas las putadas que te están pasando”.
La canción arranca con tonos flamencos, tradicionales, suaves… pero hay partes en las que sacas otra cara de tu personalidad. Es la cara A y la B ¿con qué versión de ti te identificas más?
Me identifico con las dos, cada día me siento una. Creo que también lo bonito está en eso. Hoy voy en traje y llevo el pelo rubio, pero igual mañana quiero algo completamente distinto. El cambio lo tengo muy presente tanto a nivel profesional, (porque te ayuda a no anclarte) como a nivel personal. Me he metido en un momento bastante experimental en la música y creo que ese giro tenía que quedar presente.
En muchas canciones pasa, la canción comienza siendo una cosa y cuando queda minuto y medio se convierte en otra, lo que es completamente válido y me parece precioso.
Puede ser otra manera de demostrarle al público que te vio desde tus inicios en Operación Triunfo que tienes otra cara…
Yo lo entiendo, a mí me ha pasado al ver la tele. Te crees que una persona es de X manera, pero al final una artista, haya salido de donde haya salido, tiene muchos matices y mucha profundidad.
¿Qué crees que aporta esta versión de ti a la industria musical en estos momentos?
No quiero echarme flores. Creo que hay mucha gente que está haciendo cosas muy interesantes en la industria ahora mismo. En España está pasando ahora una cosa chulísima donde la gente se está quitando etiquetas. Creo que este disco es un trabajo muy experimental donde he pasado por muchas etapas, periodos, sonidos, letras… y a pesar de que todo vaya unido dentro de un concepto, no deja de aportar a este mundo musical sin etiquetas, un granito de arena… No te puedo decir si le voy a aportar algo esencial o distinto a la industria, simplemente estoy buscando dónde me siento cómoda, lo que me gusta hacer.
¿Nos puedes adelantar algo del disco que tienes previsto sacar en 2023?
El disco, si todo va bien, saldrá la primavera del año que viene y tiene once canciones de las que adelantaré cuatro. Estoy muy contenta con este trabajo, lo curioso es que hemos tardado tanto en cerrarlo que al final tengo una relación con las canciones de odio y amor. He pasado por todas las etapas con ellas y creo que ahora están en un momento muy apacible y reposado, si me pillas en un momento en el que odio las canciones me hubiera dado muchísimo miedo sacarlas, pero estoy en paz con ellas y tengo muchas ganas de que lo escuchéis.