Rubén Buren, el biznieto de Melchor Rodríguez, el llamado “Ángel rojo”, último alcalde del Madrid republicano que salvó de la muerte a 11.000 presos políticos, es el director y guionista de Maquis. El silencio (CODA), filme que se estrenará el próximo 10 de diciembre en los cines La Vaguada de Madrid tras su estreno en Filmin el 28 de agosto de 2020. Hoy entrevistamos a su director, que nos cuenta todos los detalles del filme.
¿Cómo surge la idea de Maquis con las colas del Hambre?
Me acabo de mudar al barrio donde nací, Aluche. Me acerqué al tema de las Colas del hambre porque veía a decenas de familias cada sábado. Gente del barrio. Nos propusimos hacer un documental y así surgió la idea de poner la película a disposición de todo esto. Hay mucha gente que lo está pasando mal, cuando era cantautor ponía mis canciones en las huelgas, encierros, etc… ¿Por qué no utilizar mi cine para lo mismo?
¿Por qué decidiste que Maquis fuera tu ópera prima?
Por casualidades, tengo muchos textos teatrales y algunas novelas. Los indies siempre estamos buscando localizaciones que nos permitan grabar, cuando nos dejan utilizar decorados reescribimos el guion y nos adaptamos a lo que tenemos. Fui un verano a Luzón a tocar jazz y me encontré con una escuela perfectamente conservada, varias iglesias y la disposición incríeble de un pueblo entero para entrar en mi locura. Luego conocí a José Luis Doctor, que tenía una casa-museo que parecía hecha para la peli, se quiso liar y todo cuadró: Maquis iba a ser nuestra primera película. Reescribí todo el guion y como ninguna productora quería una historia solo de mujeres y en blanco y negro, decidimos hacerla solos. Sin subvenciones, ni apoyo de ningún tipo. Estamos locos: sí.
¿De dónde surgió la idea de que el filme estuviera formado únicamente por mujeres?
Cuando estrenamos la obra teatral en Buenos Aires, en 2008, ya hicimos la prueba de llevar solo el elenco femenino, quitando las tramas de la guerrilla del monte. Fue todo un éxito. Luego vino la idea de hacer la película y en un primer momento pensamos en hacer el texto original, pero poco a poco comenzamos a ensayar Zaida, Paloma, Fátima y yo y hubo magia, de esas veces en que notas que no se necesita nada más. A Fátima se le ocurrió hacer la película como la obra de Argentina, y así lo hicimos. Reescribí, aumenté escenas y tramas, e improvisamos mucho. Somos un equipo, una familia, venimos del teatro y eso imprime carácter. Por eso ya estamos trabajando juntas en las siguientes películas. Sin ellas esto no se podría haber hecho.
¿Tuviste en todo momento en mente que Maquis fuera una trilogía (filme, novela y obra de teatro)?
Siempre me atrajo el cine, siempre supe que terminaría haciendo cine, pero entre las giras con la música y los ensayos de teatro, nunca se cuadraba el momento. Estos años que soy profesor, papá, y ya no viajo, estamos empezando a plantear películas. Tengo más tiempo para escribir y diseñar proyectos a largo plazo. Estoy terminando la novela sobre Maquis que encierra todo lo que la obra teatral o la película no cuenta, toda la investigación, las entrevistas, la gente que conocí, todo el viaje que he hecho con la guerrilla. Con esto se acaba mi aportación al tema. Han sido muchos años de estudio y he buceado por los claroscuros de un conflicto del que nadie quiere hablar, pero que es parte de lo que somos y explica mucho de nuestra conciencia colectiva.
¿Por qué te interesaba centrarte en la figura de la mujer en la postguerra española?
En general, la mujer es la gran olvidada de la memoria histórica. Ahora que se está intentando reescribir la historia, no investigarla, es más necesaria que nunca revisar la aportación de las personas que no salen en los libros. Desde el Club Benjamin, un colectivo que creamos un grupo de historiadores y dramaturgos trabajamos desde esa perspectiva. Las mujeres perdieron más que nadie, las de los dos lados, no solo su vida y su libertad, si no las pequeñas conquistas republicanas y anarquistas. Se quedaron sin futuro, incluso a algunas les anularon el divorcio y tuvieron que volver con sus maridos maltratadores, etc, el franquismo fue un inferno largo y frío.
¿Qué opinas del poder del cine para poder tratar temas políticos olvidados o que no se han profundizado con anterioridad?
No sé, soy profe en varias universidades, los chavales ya no recurren a los libros para buscar conocimiento, todo lo sacan de lo audiovisual. Es no es malo en sí, pero sí si no les enseñamos a separar lo emocional de lo racional. Al igual que no es lo mismo un documental que un ensayo, tampoco es lo mismo una novela que una película. Hay formas que el espectador espera, que condicionan su empatía y su punto de vista. Estructuras, ya sabes. No conocemos la historia y, muchas veces, vemos películas que tratan de demonizar a unos y entronizar a otros. Las cosas tienen muchos matices. La guerrilla, por ejemplo, hizo cosas horribles, pero hay que entenderla en su contexto. Ahora buscamos héroes para imprimir camisetas, no personas reales y circunstancias reales. Todos tenemos dentro una parte de lo que negamos y, al final, aunque nos joda, tenemos que negociar para convivir. Si mis alumnos han olvidado quién fue Durruti, ¿cómo podemos esperar que sepan de la guerrilla antifranquista?. Si en este país no tienes una revisión histórica que no enlaza ni con la visión comunista, ni la derecha profranquista, parece que eres idiota… En esas llevo mucho tiempo, al final apoyan más mis obras fuera de España que aquí y ya no sé si hasta me parece bien, jeje, creo que me voy acostumbrando.
Tras su estreno en Filmin el año pasado, ¿pensaste que Maquis llegaría más de un año después a los cines?
El hecho de llevarla al cine es por otra motivación, al trabajar con la gente de las Colas, en el equipo pensamos que todo arte se utilizar para algo social. La verdad es que nos hace ilusión llevarla al cine, pero el estreno ya fue y fue un trayecto duro y precioso. Lo que hace Filmin por el cine independiente es maravilloso. Cuando pensamos en conseguir dinero y comida a través de la película se nos ocurrió primero llevarla por centros culturales, pero luego un amigo me dijo que la gente de La Vaguada le gustaba hacer locuras y colaborar con el barrio. Hablamos con ellos y fue como hablar el mismo idioma, desde el primer momento se pusieron la camiseta de las Colas del hambre y fue todo fácil. Son solo siete días, y ellos también apuestan mucho, que está 007, Dune, etc, deben estar muy locos para dar hueco a una película en blanco y negro, donde solo salen mujeres. Son gente que lucha todos los días por mantener la ilusión del cine, y nos han ayudado en todo.
¿Por qué el público tiene que ir a ver Maquis?
Porque la peli está muy chula, jeje, está hecha con mucho esfuerzo y cariño. Con muy pocos medios hemos confeccionado algo muy digno y, además, da una visión poco frecuente de nuestro país. El estreno de la película será el viernes 10 de diciembre a las 20:00 de la tarde en los Cines de La Vaguada, allí estaremos todo el equipo de la película y la equipo de voluntarios de las Colas del Hambre. La película se proyectará hasta el 16 de diciembre en ese mismo cine, por lo que podrán ir a verla también toda esa semana y aportar también productos a las colas. Maquis ha declinado cualquier ingreso de taquilla, destinando su recaudación a las colas del hambre, además todo el equipo de maquis ha elegido abonar su entrada. Las entradas para el estreno se pueden comprar desde ya en este enlace:
Si la gente no puede, o no quiere, venir al cine, pero le apetece ayudar, hemos habilitado una fila cero, que es una manera de aportar a las Colas Del Hambre. El dinero que se recaude irá destinado a las asociaciones. El número de cuenta como fila cero (IBAN: ES7001280056540100055235), cualquier aportación irá a las Colas del hambre de Aluche y el Barrio del Pilar. La cuenta se acaba de abrir y se cerrará el 31 de enero, con el consenso de las asociaciones, la productora de la película y la dirección del cine de La Vaguada. El concepto de las aportaciones debe ser: #maquisconlascolasdelhambre. Cuando se cierre todas las partes tendrán el pliego de movimientos de la cuenta. Respecto a los productos que necesitamos son: (Entre otros) Aceite, Arroz, Gel y Champú, Harina, Latas de conserva (atún, sardinas), Leche Entera, Lejía y productos básicos de limpieza, Lentejas y legumbres, Pañales tallas 4, 5 y 6, Pasta de dientes, Potitos, Sal, etc. Y se podrán dejar en el mismo cine los días de proyección, y serán recogidos por los voluntarios de las asociaciones. Sería muy interesante que, aparte de comprar la entrada, llevásemos todos algún producto de los que se detallan en la lista.
Define a Rubén Buren como cineasta en una palabra
Déjame hacer dos o tres pelis, compramos un vino rico y buscamos una definición entre los dos… Por ahora, ni idea, si tuviera que buscar una definición diría: equipo y humildad.
¿Te gustaría volver a ponerte tras las cámaras? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Ya estamos con varios proyectos. Estamos terminando un guion sobre los olivos en Jaén, y las agricultoras que están luchando por cambiar las cosas allí. La España vaciada que está buscando su identidad personal y económica. Son gente maravillosa. Estábamos buscando un pueblo que quisiera meterse en la siguiente película, sobre una obra de teatro mía que trataba la pederastia y de casualidad presentando Maquis, nos encontramos con Rocío de la Finca el Trueno, con su pareja Charles están intentando diseñar un proyecto de turismo y aceite muy interesante. Las conversaciones que hemos tenido con Jaén, nos han hecho decidirnos por ir allí a grabar la peli el año que viene, si podemos y encontramos algo de dinero.
Luego el proyecto sobre mi abuelo Melchor, el Ángel Rojo, con el que llevamos luchando varios años… y alguna que otra cosa que se hará cuando encontremos la dirección de arte. No parar, esa es la clave, y contar con este equipo de mujeres que comparte y dan forma a mis ideas: Fátima, Zaida, Paloma, Rosa, Isabel… Nos hemos criado haciendo teatro, y eso une mucho en la locura.