El éxito llegó a la vida de Santi Rodríguez (Jaén, 1965) con el personaje del frutero en la serie 7 vidas. Sin embargo, todo empezó cuando era niño y se aprendió el famoso chiste de los garbanzos, de Paco Gandía. Desde Nostromo hemos tenido la oportunidad de charlar con él y hablar sobre sus inicios y su presente con el espectáculo Infarto. ¡No vayas a la luz!
¿Cuándo te diste cuenta que querías ser humorista?
De eso no te das cuenta en un momento concreto, sino que poco a poco te das cuenta de que te gusta y las sensaciones que te provoca el ver que los demás se ríen contigo son muy buenas. Es muy importante encontrarse a gusto y tomar la decisión de seguir. Al principio siempre tienes el inconveniente de que tu familia te dice que sigas con los estudios, y tú sigues con los estudios pero al final la parte del humor acaba tapando la otra parte. Con la intuición vas probando y pensando lo que puedes ir haciendo nuevo.
Y recuerdas el punto de inflexión en el que dijiste: vale, esto ya no es por hobbie sino que tengo futuro aquí
No hay un punto de inflexión. En mi caso ha sido poquito a poco. Yo estaba en Granada y al principio era el típico gracioso que contaba chistes y los amigos y, un día, un mago de Granada me dijo que en el descanso de sus dos pases contara chistes. Gustaron tanto que el dueño del pub me dijo que acudiera al pub todas las semanas. Y de ahí fui yendo a otros pubs y así comenzó la cosa. De los chistes pasé a los monólogos cuando casi nadie hacia monólogos. Luego hice castings para una obra de teatro y ahí estuve hasta que un día hice un casting para un programa muy famoso que había en televisión: fui al programa, lo gané y a partir de entonces me di cuenta de que tenía que empezar más en serio. Luego empecé a Madrid y los comienzos fueron muy duros pero gratificantes.
Si echamos un vistazo a tu trayectoria me podría tirar una hora leyendo todo lo que has hecho y has participado. ¿Cuál ha sido el momento más importante de tu carrera?
Quizá haya dos. Uno fue en el concurso de televisión que participé donde estaban Chiquito de la Calzada y Paz Padilla. Otro fue cuando me llamaron para un papel en la serie 7 vidas, que en un principio iba a ser para solo un capítulo, pero finalmente tuvo muchísimo más recorrido del esperado. Hay gente que todavía se acuerda de ese personaje y me siguen parando por la calle.
¿Y de dónde buscas la inspiración? Ya que llevas muchos años en el mundo de la interpretación y el humor y no es fácil reinventarse durante tanto tiempo
Yo creo que, como todo en esta vida, si te rodeas de la gente adecuada, la cosa fluye mejor. Tienes que buscar ayuda de gente que te eche una mano y de gente con la que te conectes. Una de esas personas es Kikín Fernández y en los tres últimos espectáculos me ha ayudado él. Manu Sánchez también me ha ayudado con Infarto no vayas a la luz, mi último espectáculo.
De Andalucía han salido los grandes humoristas de España. ¿A qué crees que se debe?
En Andalucía el humor está en la calle porque siempre estamos con las bromas y los chascarrillos, y estamos acostumbrados a adecuar la realidad al lado cómico.
Tu última obra hace referencia a un episodio que tuviste hace menos de un año, llamado Infarto no vayas a la luz. ¿Por qué crees que es fundamental aprender a convivir con las desgracias a través del humor?
Lo que te ocurre va a estar ahí siempre y lo mejor es convivir con lo que tienes de la mejor manera posible. No se gana nada al intentar enfocarlo de manera negativa, así que yo lo enfoco de esta manera positiva. El mensaje que yo transmito es un mensaje de optimismo y quedarte con el lado bueno, que siempre lo hay. Este ejercicio le está sirviendo a mucha gente.
¿Crees que tu éxito es fruto de la suerte, del trabajo, o una mezcla de ambas?
La suerte siempre ayuda, pero sobre todo es ponerle ilusión y esfuerzo a lo que haces. Cuidar de tu trabajo y mirar por los demás es fundamental para que el espectáculo nazca y se mantenga. Hay que hacerlo con ilusión y olvidar las circunstancias externas.
Hemos hecho un juego, en el que te voy a decir dos personajes y tú tienes que decirme qué le preguntarías: Rafa Nadal y Florentino Pérez
A Rafa Nadal: Con lo grande que eres, ¿cómo es posible que sigas siendo tan humilde?
A Florentino Pérez: ¿Sería tan amable de dejar tranquilo al Atlético de Madrid un par de décadas?
Por último, dime tu serie de dibujitos de la infancia preferida
Tengo varias. Fundamentalmente veía Heidi, Marco y Mazinger Z.
Entrevista transcrita por Jorge Caracuel