Hasta el próximo 18 de octubre, la Sala Verde de los Teatros del Canal acoge Lehman Trilogy. Balada para sexteto, fascinante relato musical de la compañía Barco Pirata que cuenta, a través de tres actos, el ascenso y declive de Lehman Brothers. El montaje está dirigido por Sergio Peris-Mencheta con un elenco de seis actores sobresalientes formado por Aitor Beltrán, Darío Paso, Litus Ruiz, Pepe Lorente, Leandro Rivera y Víctor Clavijo.
Lehman Trilogy. Balada para sexteto ofrece una caricatura del capitalismo mediante unos personajes mecanizados a quienes únicamente interesa el enriquecimiento individual y el beneficio oportunista. La obra narra la historia de la familia Lehman a través de tres generaciones, casi 170 años en los que la economía estadounidense pasó por todas las fases de cambios.
La impecable escenografía de este escenario es fundamental para meter a los espectadores en el contexto en el que la obra se desarrolla, con unas cuidadas transiciones entre escenas. El escenario reproduce un andamiaje que actúa como el mecanismo de un ilusionista y su vestuario se basa en el traje de caballero y sombrero a lo largo de los casi dos siglos que recorre el espectáculo.
Aunque tres horas pueden parecer muchas, lo cierto es que la obra está tan bien planteada que su duración no es ningún problema. Sus dos descansos sirven para que el espectador tome conciencia del espacio y del tiempo en el que se sitúa, logrando captar tu atención desde el primer minuto. Los seis actores de Lehman Trilogy interpretan más de 120 personajes, lo que lo convierte en un espectáculo con gran dinamismo.
Lehman Trilogy. Balada para sexteto es un relato ilustrado por sus protagonistas con comicidad, números musicales y juegos escénicos que dan como resultado un apasionante viaje por esa búsqueda del sueño americano desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Una inteligente puesta en escena que juega con el ilusionismo y que consigue ofrecer a sus espectadores una experiencia que difícilmente podrán olvidar.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: La grandiosidad de su puesta en escena, su concepto rompedor
Lo peor: Que haya quien no esté dispuesto a entrar en su juego