Oscuro y Lucientes, todo un dolor de cabeza

cinetecamadrid.com

Por Celia Casanova Mesas

Pocos saben el misterio de la cabeza de Francisco de Goya y Lucientes, el pintor propio del siglo XVIII. No sabía que una cabeza pudiera dar tantas vueltas y encima ya estando muerto, lástima Goya, se ve que no tuvo bastante castigo con su sordera…

El documental de Samuel Alarcón es toda una sorpresa. Al llegar a la sala pensé encontrarme con imágenes recreadas en los siglos XVIII y XIX, pero me encontré con imágenes del presente, con un Goya invisible, pero con una voz en off que nos iba narrando su pasado, bueno más bien el de su cabeza y, aunque de ese siglos solo aparecían fotos, también es cierto que sus Majas, sus retratos reales y sus pinturas negras, están más en el ahora de lo que creemos.

Una narración con el mero movimiento del paso de fotografías o vídeos cortos que no tienen interacción los unos con los otros, algo que no fomentaba el aburrimiento, ni nada por el estilo. La voz del narrador, aunque seria, a veces te provocaba una carcajada y todo por el poder las imágenes que aparecían, que originalidad.

Si quieres darte cuenta de las maravillosas historias que se pueden formar a raíz de una muerte y quieres percatarte de que Goya o al menos su cuerpo, no pudo descansar en paz, no dudes en ir a ver Oscuro y Lucientes y ya de paso, ve a la Ermita de San Antonio de la Florida o al Cementerio de San Isidro o al de Burdeos… ¿Estás allí Goya?

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