Cuando se menciona el mundo del cómic, se nos vienen a la cabeza autores como Frank Miller, Jack Kirby o el carismático Alan Moore. Pero lo cierto es que España aguarda una gran cantera de talentos a punto de estallar. Aunque hay uno que ya lo hizo hace tiempo: Agustín Padilla.
Malagueño, perseverante e inspirador, el destino le dibujó una sonrisa en la cara cuando en 2009 cumplió su sueño debutar en el mercado norteamericano con los cómics de GI.JOE. Desde entonces, los superhéroes no han parado de llamar a su puerta. Hulk, Wonder Woman, Batman, Capitán América, Superman.
Esos titanes que, estrambóticos como ellos solos, saltan de un avión, salvan el mundo e incluso aparecen en televisión. Y ahora, en la gran pantalla. Confiesa que, contra todo pronóstico, su adaptación preferida de un cómic es ‘El Cuervo’. Le encantaría dibujar a Black Panther y Spiderman. Pero “al original”, con gafas y una cámara analógica de los años 70. Con un flash tan deslumbrante como sus trabajos para Marvel, DC Comics y diferentes editoriales y estudios independientes. En medio de esta vorágine de buenas noticias, estrena exposición e imparte los talleres de cómic de la 30ª edición de Fancine.
¿Como nació tu amor por el cómic?
Me gustaban desde pequeño porque los veía en casa. Mi hermano, que me lleva casi 8 años, se los compraba para él. Y yo, aburrido, los cogía y empezaba a ojearlos. Si él no hubiese sido aficionado a los cómics, probablemente hubiese llegado al mundo de las viñetas mucho más tarde. O no.
¿Cuáles eran tus referentes?
Los cómics de superhéroes porque era lo que veía en casa. La época de los 70 y 80 de Spiderman, Vengadores, X-Men. Era lo más comercial pero también eran muy buenos.
Al adentrarnos en el mundo, nos encontramos con dos tipos de cómic: el americano y el europeo ¿Qué es lo que te atrae más de cada uno? ¿Qué diferencias encuentras entre ellos?
El americano tiene un gran mimo al personaje y una excelente dinámica para contar su historia. Pero en el europeo se puede hacer una aventura más detallada y narrativa. A veces, pero mal dicho, se podría decir “más adulta”. Aunque no es cierto porque hay tomos del cómic americano que son así. Pero la mayoría de los volúmenes europeos tienen esa dinámica que te permiten contar la historia de otra manera. Llegar a algo más.
Hablando de los personajes que has inmortalizado en tus viñetas ¿Te queda algún superhéroe que te gustaría dibujar que no hayas tenido todavía la oportunidad?
Tengo dos. Spiderman y Black Panther. Pero el clásico Black Panther. No me gusta el diseño que tiene ahora.
¿Le ha podido afectar el hecho de tener su propia película dentro de las grandes superproducciones de Marvel?
El cine afecta al cómic, pero no necesariamente en ventas. Afecta a cómo hay que cambiar los personajes para adaptarlos a la época con el objetivo de hacerlos más comerciales. Al final tienes que conseguir llamar la atención del público, por lo que cambian el atuendo original de un personaje para hacerlo llamativo, pero luego queremos que la gente vuelva al cómic. Pero ya el público quiere ver al superhéroe con ese diseño actualizado. A los que han venido por las películas, les parece genial. Los que proceden del cómic, preferirían al clásico.
El aficionado más purista nota el cambio y esa añoranza puede transformarse en un sentimiento de recelo contra lo nuevo.
Eso es como si quieres presentar Don Quijote de La Mancha realizando una película de él totalmente diferente para que interese al público. Una armadura más poderosa, un caballero más joven, cuerpo más robusto, con caballo gigante. Si nunca has leído el libro, vas a ver el largometraje y alucinas. Pero los que sí lo han leído para imaginárselo tal cual es, sabiendo todo lo que le pasa y por qué le pasa, que está relacionado con su físico mermado, su caballo y sus pensamientos internos, no lo van a disfrutar al 100%. Les va a gustar que se hayan acordado de él, pero saben que ese no es el personaje. Marvel y DC Comics no llegan a esos extremos y son más fieles, pero sí cambian varias cosas.
Hace unos meses, Alan Moore salió a la tendencia pública al afirmar que la popularidad de las pelis de superhéroes “era una señal preocupante que cientos de miles de adultos se reuniesen para ver personajes creados hace 50 años para entretener a niños de 12 años”, algo que, según él, pudiera “infantilizar a la población” ¿Qué tiene que decir sobre eso? ¿Consumir este producto te hace escapar de las complejidades de la realidad?
Para eso puedes escapar de la realidad con cualquier cosa. No necesariamente con un cómic o una película. También hay cómics que tienen historias más adultas y otras más banales para niños. No creo que se corra ese riesgo. Alan está muy resentido con la industria del cómic de superhéroes, algo de razón puede tener. Pero probablemente exagere un poco. No puedes pretender asumir la culpa de que una persona, al leer una historia o ver una película, le llegue a afectar tanto en su vida diaria que no sepa administrarlo emocionalmente. Al final es ficción.
Sobre la estética del cuerpo en un cómic, hay muchos tomos de tapa blanda con varias partes para fragmentar la historia y otros de tapa dura con la historia completa. A la hora de leer ¿Prefieres los de tapa blanda o dura?
Mola más tener toda la historia entera para poder leerlo de una tacada. Pero hay historias que no se pueden quedar en pocos números porque serían larguísimas. No es incompatible una con la otra. Puedes estar viendo un cómic mensual de X-Men. Y al mismo tiempo salir una mini serie de Lobezno y disfrutarlo como cuando salió la serie de Arma X. Me gustan las dos cosas.
Partes de una base de guion inicial para realizar tus dibujos, pero imagina que te dan una historia para adaptarla tu total libertad y gustos ¿Cuál sería para ti un momento o escena ideal en un tono de cómic?
Me gusta mucho la deconstrucción de los personajes que en un momento dado caen, empiezan desde lo más profundo y finalmente se rehacen. Al estilo de ‘Daredevil: Born Again’. La primera página debería ser un ¡Splash! que te dé a entender lo que va a pasar o ha pasado, desarrollar la historia y finalmente volver a esa página dándole otro tinte al personaje para notar el cambio. Me interesan mucho los flashbacks en los cómics.
Me viene a la mente la saga del Caballero Oscuro, de Frank Miller.
Claro. Sabes que en el cómic mensual se ve al Batman más usual. Esos son licencias que nos podemos permitir porque sabes que la saga de Frank Miller nunca va a tener una serie mensual. Ver otro punto de vista del personaje le da un toque de novela gráfica más adulto.
¿Cómo ve el panorama del cómic en España? ¿Sigues a algunos dibujantes?
Somos de los mejores. Sigo a casi todos los autores en nuestro país. Estamos muy bien valorados alrededor del mundo. Hay un gran nivel de talento. Realmente espectacular. Vas a la tienda de cómics y es raro que no aparezca un dibujante español.
Imagínate que una persona quiere empezar a sumergirse en el mundo de los superhéroes, pero no tiene ni idea ¿Qué le recomendarías para empezar?
Si hablamos de superhéroes, primero iría a una tienda de cómics para ver lo que entra en el mercado mensualmente y preguntaría al vendedor sobre las colecciones que están saliendo. Depende de la visión que tenga de un personaje, puede tener varias preferencias, pero si por mí fuera empezaría por ‘Batman: Año uno’, la saga Born Again de Daredevil, el cómic de ‘300’ para salir del tema de superhéroes. Y si me gusta un personaje, investigaría sus orígenes para comprar los tomos de grapa que lo narran. Pero sin querer hacerlo todo de golpe, porque entonces te dejas toda la pasta (Risas).
Y para rematar la charla, ya que hemos hablado de las películas de superhéroes, la mejor representación de un cómic en la gran pantalla es…
Pues mira, ahora te voy a decir una que no te lo esperas: ‘El Cuervo’. Fíjate que el personaje en el cómic es todavía más tétrico, pero creo que es una versión muy fiel a lo que el autor quería transmitir. No hay todavía una película que me haya hecho sentir que estaba viendo un cómic con mis propios ojos, solo con esa. Han tenido un cariño especial por el protagonista. Por su diseño, su actitud, todo. Aunque quitasen escenas muy violentas. Tenía su esencia.
En estos largometrajes a veces siento que no se puede ser tan fiel a la personalidad del individuo. Parece que estamos regidos por las productoras. Me gustan trozos de la saga de X-Men, partes de ‘Batman Begins’ que hacen referencia al cómic de año uno, etc. Los primeros 30 minutos del Spiderman de Sam Raimi vi al hombre arácnido auténtico. El nuevo Peter Parker es súper divertido, pero está adaptado a una época moderna. Hay fragmentos que son muy fieles y después otros que jugamos con la línea de producción y lo que se está demandando el cine. Pero en general me divierto mucho viéndolas.