Azul tristeza

'Mar en calma y feliz viaje' es un libro compuesto por nueve relatos y una nouvelle que ubica sus historias en los años setenta en Chicago.
Mar en calma y feliz viaje

Mar en calma y feliz viaje (Tránsito, 2024, con traducción al castellano de Esther Cruz) es un libro compuesto por nueve relatos y una nouvelle, que es la que le da título. Todos los textos están ubicados en los años setenta en Chicago, donde vivió Bette Howland (1937-2017). Excepto dos relatos, el resto está narrado en primera persona y algunos comparten personajes, además de tener protagonistas que podrían considerarse alter ego de la autora. Se tratan temas como la religión judía, la pertenencia a la comunidad, la maternidad, la relación con los padres, el racismo o la violencia, con toques de humor y una visión crítica de la sociedad estadounidense de la época.

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El valor que los personajes retratados en estos relatos otorga a la moral es muy alto. Por ejemplo, la protagonista de uno de ellos dice que, al no estar casada, su identidad no está validada, criticando así la mentalidad tradicional de que una mujer necesita estar casada para ser algo. Al salirse de lo convencional, queda condenada a ser una forastera en su propia familia. Esto ocurre también cuando la religión está muy arraigada. En estos relatos, existe la imagen equivocada por parte de cierta sociedad anglosajona de los judíos como gente cultivada y rica, algo que no se ajusta con los judíos que aparecen. Otros personajes quieren quedarse anclados ideológicamente en el pasado y pensar en temas como la pureza o la raza, o que el matrimonio debe conservarse aunque sus miembros no se soporten.

En este libro, Chicago se erige como un personaje más. La protagonista de uno de los relatos vive al sur de la ciudad, en un barrio con un alto índice de delincuencia, y tiene que convivir sabiendo lo que hay fuera. «Chicago no es una ciudad: es solo la materia prima para una ciudad», se dice, o también: «Es la ciudad con mayor segregación del país». En sus calles, se aprecian la violencia, el aislamiento y la deshumanización, aunque también hay escenas de juicios que pretenden igualar a todas las personas.

La relación entre madre e hija es uno de los temas más importantes de estos relatos. Una de las protagonistas dice que su madre es una persona complicada para la convivencia, tanto que ni su propia madre viviría consigo misma. De hecho, habla de un personaje huérfano y dice que lo es «el muy suertudo». Esto se une a la ruptura de las mujeres jóvenes con la tradición de casarse y tener hijos como hicieron sus madres, siendo juzgadas muchas veces por ellas. Estas diferencias de generaciones se aprecian en otros capítulos, donde la ancianidad y la juventud no están reñidas con la edad física, sino con la actitud mental. También se habla de la soledad de las personas mayores y de la erosión de la memoria en ellas: «El pasado no es muy buen vecino. Llama a tu puerta cuando le da la gana, pero a ti te niega el paso. ¿De qué sirven los recuerdos?».

En todas estas historias destacan acontecimientos como bodas o funerales, de los cuales hay tres, como si la autora quisiera acercarnos a eventos como la muerte, muy recurrente en estas páginas. La nouvelle final es un monólogo de la protagonista, que reconoce tener un miedo sólido, pero no a la muerte, porque todo el mundo se muere, sino a la vida, deduciendo el lector que entonces no todo el mundo vive según su opinión. Tengo la mala costumbre, y reconozco que es injusta, de exigir más a los libros de relatos que a las novelas porque es una literatura que me satisface menos y aun así este libro ha conseguido estar al nivel. Ya reseñé en Nostromo otro libro de Howland publicado en España y titulado El pabellón 3, donde se aprecia ese azul tristeza, como dice una de las protagonistas de este libro que son las cartas del correo y el color de las distancias.

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