‘Bajocero’: Un thriller con desequilibrios que se sostiene gracias a la fuerza de su reparto

'Bajocero' es un thriller con desequilibrios que logra salvarse gracias a la potencia de sus actores y a sus hipnóticas escenas.
bajocero
Fotograma de 'Bajocero' / FilmAffinity

Bajocero ha sido una víctima más del coronavirus. Pensada para estrenarse en cines el pasado mes de octubre, el filme dirigido por Lluís Quílez y protagonizado por Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo y Patrick Criado ha aterrizado directamente en Netflix. Con una buena factura y un espectacular reparto, Bajocero es un producto muy entretenido pero con muchos altibajos en su guion.

«Bajocero» comienza cuando en una carretera deshabilitada, un furgón que traslada presos es brutalmente asaltado. Martín, el policía que se encarga de conducirlo, consigue sobrevivir y atrincherarse dentro de la cabina del vehículo, mientras que los presos en el interior del furgón buscan la manera de acabar con él y escapar. Martín tratará de sobrevivir y cumplir con su deber en una larga noche de pesadillas que acabará haciendo que ponga en duda todos sus principios.

El filme de Lluís Quílez tiene un problema principal y es querer pecar de ambicioso y abarcar demasiado. Bajocero es un cóctel de géneros cinematográficos que va desde el terror al thriller pasando por el western. Su principal cometido es querer sorprender al espectador y que este no sepa qué es lo que se va a encontrar. Esto podría ser muy positivo si su guion fuese impecable, pero el no tener las intenciones claras y el pecar de profunda le pasan factura. Lo que parece un thriller de venganza se convierte en una reflexión sobre la justicia y la moralidad que está un poco cogido con pinzas.

Bajocero comienza como un relato de terror potente con el que el espectador conectará enseguida y sentirá empatía por un Javier Gutiérrez de cada vez que sale en pantalla demuestra que es uno de los mejores actores del país. Sin embargo, a partir del minuto 45 de metraje, la película de Quílez se pierde con sus giros y con una trama que cada vez tiene menos verosimilitud. Lo que empieza como un relato electrizante se vuelve tedioso en muchos momentos, aunque la potencia de Gutiérrez y Elejalde y sus hipnóticos planos logran hacer que la cinta se mantenga y que sea un correcto pasamiento para las noches de encierro en nuestro hogar.

Valoración: 3/5

Lo mejor: La potencia de Javier Gutiérrez y sus hipnóticos planos

Lo peor: Que después de un electrizante comienzo, la película se vaya perdiendo por sus cuestionables giros de guion

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