Las dos semanas de prueba de HBO dan para mucho. Si la semana pasada hablaba de Euphoria y de su innovación en el mundo de las series sobre adolescentes, hoy os hablo de Chernobyl, una miniserie de la que seguro habéis escuchado maravillas. Con 5 episodios, la ficción consigue ser uno de los relatos de terror más escalofriantes que se han puesto sobre la mesa en la pequeña pantalla.
Chernobyl cuenta con un guion excelente y con un reparto brillante, destacando la labor de Stellan Skarsgard. Además, su estética soviética hace que el espectador se adentre de lleno en su universo. La ficción creada por Craig Mazin acierta de lleno en relatar desde múltiples puntos de vista lo que ocurrió en torno a la explosión radioactiva ocurrida en la Central Nuclear de Chernóbil (Ucrania), así como los sacrificios que hubo que poner en marcha para salvar al continente de uno de los mayores desastres ocurridos nunca.
Su exquisita mezcla de géneros convierten a Chernobyl en una impactante sorpresa. En vez de un producto lacrimógeno o un thriller político, la ficción termina siendo una muestra de cómo causar el terror más puro solo con la verdad. Sus silencios y su estética son suficientes para convertir la serie en una verdadera pesadilla.
Chernobyl es una serie coral, que funciona en gran parte gracias a sus personajes, teniendo cada uno de ellos la importancia que merecen y estando todo perfectamente medido. Sin embargo, hay dos de ellos que destacan: el dúo compuesto por Valery Legasov (Jared Harris) y Stellan Skarsgård funciona como una bomba de relojería. Ambos tienen una importancia específica y un desarrollo muy complejo y lleno de matices.
En sus cinco episodios, Chernobyl demuestra que con tan solo una puesta en escena sobria y unos diálogos perfectamente cuidados se puede construir una ficción sin ningún tipo de altibajos que se quedará para siempre en el corazón de los espectadores. Una miniserie que ya podemos catalogar de culto y que no tienen ningún reparo a la hora de mostrar la magnitud de la catástrofe y las despiadadas mentiras que se contaron para ocultar un desastre que a día de hoy sigue teniendo graves repercusiones para su población.
Valoración: 4,5/5
Lo mejor: Su estética logra que el espectador se adentre en su crudeza y que le provoque verdadero terror
Lo peor: Que este tipo de ficciones tan efectivas sean poco frecuentes en el panorama audiovisual