Spike Lee es un director ingenioso y que no deja indiferente a nadie. Después de su remake de Old Boy, que no cuajó, vuelve a primera línea con Infiltrado en el KKKlan, filme con el que ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
La película no consigue ser brillante, pero sí que es divertida y muy provocadora. A pesar de su larga duración, Infiltrado en el KKKlan tiene muchísimo ritmo, un humor ácido impecable y una sensación vintage muy entrañable.
Pese a que su mensaje es algo lineal y Lee peca de dar su punto de vista y de intentar convencer al espectador, es una propuesta muy atrevida e irreverente que no decae ni un solo segundo y que cuenta con unas interpretaciones buenísimas, sobre todo por parte de Adam Driver.
Gracias a esta historia, que trata temas tan potentes como la injusticia racial y el choque de supremacías, Spike Lee logra su mejor película en años, mágica y con una vitalidad desbordante.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: El ritmo de su guion no decae ni un solo segundo
Lo peor: No es una película objetiva, ya que Spike Lee intenta meter de forma descarada sus ideas