El cine francés tiene, desde hace muchos años, una asignatura pendiente: la comedia. El humor no es lo suyo, o no se parece nada al nuestro, lo que provoca que no podamos reírnos o empatizar con aquello que les ocurre a los personajes porque lo vemos muy lejano de nuestra forma de hacer comedia.
Sin embargo, ‘Un seductor a la francesa’ tiene el encanto suficiente para conquistar al espectador sin ofrecer demasiado. Su guion es bastante simple y carente de novedad, pero funciona al no tener grandes pretensiones y cuyo único fin es que el espectador pase un buen rato.
Laurent Tirard, responsable de títulos como ‘El pequeño Nicolás’ y ‘Astérix y Obélix: Al servicio de su majestad’, firma su obra más completa y dinámica. Parte de su acierto es contar con el oscarizado Jean Dujardin, que aporta el toque de desparpajo y surrealismo al filme.
‘Un seductor a la francesa’ es concisa y quiere ser rápida narrando todo lo que tiene que contar. No se detiene en profundizar ni en elaborar una escena inicial que dicte poco de lo que se va a tratar en el resto del filme. Desde el primer minuto se entra en materia, presentando a todos los personajes, y de ahí la acción se desarrolla sola, si bien es cierto que su primer acto tiene más dinamismo que el segundo. Al final, las acciones se vuelven un poco repetitivas, y su final es bastante previsible.
El largometraje de Tirard es una de las comedias francesas más ingeniosas de los últimos tiempos, si bien no es complicado, ya que pocos títulos de humor estrenados recientemente se salvaban de la bochornez y el ridículo más estrepitoso.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: Que desde el primer momento tenga claras sus ideas y que estas se desarrollen de forma muy rápida
Lo peor: Su guion no tiene ninguna complicación, es todo bastante simple