Paco Caballero, uno de los creadores de la divertida comedia Bienvenidos a la familia y Perdiendo el Este, fallida secuela de Perdiendo el Norte, regresa a la pantalla con Donde caben dos, comedia sobre las relaciones abiertas que, pese a ser correcta, no logra alcanzar ese punto gamberro que un filme de estas características necesita.
En Donde caben dos, varias historias tienen cabida, desde una pareja atrapada en la rutina hasta un joven desengañado de su última relación amorosa, una novia desesperada, dos primos separados desde su último verano en el pueblo y un grupo de amigos con ganas de experimentar. Durante una noche, todos ellos viven situaciones descabelladas en las que nunca habían imaginado encontrarse.
Tras un planteamiento inicial interesante donde muestra perfectamente sus cartas, el filme comienza rápidamente a caer en lo repetitivo y, sobre todo, presenta un exceso de tramas solapadas que hace que el espectador no pueda centrarse en ninguna ni disfrutar la que más le convence. Mientras que algunas como la de Anna Castillo y Miki Esparbé o la de Raúl Arévalo, Melina Matthews, Verónica Echegui y Jorge Suquet son más dinámicas y logra que el espectador se interese por lo que va sucediendo, la encabezada por Álvaro Cervantes o Ricardo Gómez cuenta con mucho diálogo y poco dinamismo, mientras que la de María León y Aixa Villagran es demasiado sobreactuada y cargante. Por otro lado, la historia de Luis Callejo, Pilar Castro, Ernesto Alterio y María Morales comienza siendo interesante, pero cae en una rutina que termina por hacerse predecible y demasiado larga.
A nivel de montaje, Donde caben dos hubiese ganado más si hubiese mostrado cada una de sus historias por separado en lugar de estar solapándose constantemente en el tiempo. También habría sido positivo sustituir sus momentos de sentimentalismo, melancolía y reproches por más comedia, que al final es lo que le falta a Donde caben dos. Pese a su sugerente cartel, el largometraje termina siendo una comedia sexual muy light que desaprovecha a un cast de 10 que podría haber provocado muchas más carcajadas y algún que otro sincopado suspiro.
Valoración: 2,5/5
Lo mejor: La introducción de cada una de sus historias y el desarrollo de las protagonizadas por Anna Castillo y Miki Esparbé, y la de Raúl Arévalo, Melina Matthews, Verónica Echegui y Jorge Suquet.
Lo peor: Que haya tantas historias y tan mezcladas hace que el espectador no logre conectar con ninguna de ellas. Se echa en falta más momentos de comedia y le sobra sentimentalismo barato.