La animación 3D se nos está yendo de las manos definitivamente. ¿Dónde queda esa animación tradicional que ha tenido el poder de cautivar y emocionar siempre? Parece que esto se está perdiendo y el ejemplo más claro es que Studio Ghibli se ha pasado a la animación por ordenador con Earwig y la bruja, creando su proyecto más plano y con menos personalidad.
Earwig y la bruja cuenta la historia de Earwig, una huérfana que siempre consigue todo lo que quiere hasta que un día Bella Yaga y Mandrake, disfrazados de padres adoptivlos, se llevan a su casa a la joven. Desde ese momento su vida cambiará para siempre y, aunque esté aterrorizada, Earwig hará frente a la situación utilizando toda su inteligencia y la ayuda de un gato parlante.
Ghibli adapta en Earwig y la bruja una de las obras de Wynne Jones, aunque esta no es la primera vez, ya que anteriormente ya adaptó otra obra suya en la icónica El Castillo Ambulante. En esta ocasión, Ghibli no muestra la brillantez a la que nos tiene acostumbrados y ofrece un filme un poco plano que definitivamente no llega a convencer del todo al espectador. A nivel narrativo peca de simpleza y su animación no logra transmitir tanto como el resto de filmes de la compañía.
A Earwig y la bruja le falta sensibilidad y conectar con el espectador. Un experimento fallido de Ghibli que, aunque entretendrá a niños, demuestra que todo lo que funciona bien no se debe tocar y que muchas veces es mejor no innovar si puedes caer en el riesgo de cargarte toda la magia.
Valoración: 2,5/5
Lo mejor: Ofrece pinceladas creativas propias del estilo Ghibli
Lo peor: Es un filme impersonal y que carece de fuerza