Los pasos pueden perderse cuando se desvanece el camino que lleva a los sueños. Entonces, el rumbo de la vida se convierte en errático, rutinario y sin sentido. Guía de pasos perdidos (Páginas de espuma, 2022) reúne once relatos cuyos personajes pierden los pasos en la vida. Muchos de estos cuentos están impregnados de nostalgia y melancolía y los hay narrados en primera persona y otros en tercera. Además, hay variedad de personajes y de las circunstancias en torno a ellos. Son personas que se mueven y no permanecen estáticas en un lugar, y los espacios suelen ser de luz y playa. Solo el último relato está situado en un lugar concreto, Cádiz.
Esta es la primera colección de relatos que publica Javier Vela (Madrid, 1981). Es autor de libros como Revelaciones de la maestra del arco, reseñado en Nostromo Magazine y también traductor de autoras como Neel Doff, cuya obra Días de hambre y miseria también se ha reseñado aquí. Vela introduce en estos cuentos el paso del tiempo, el aislamiento, las relaciones sociales y la soledad de los seres perdidos que no encuentran su lugar en el mundo. Por ende, también escribe sobre el sentido de la vida y la compañía de los demás, además de cómo se aprende a sobrevivir tras saber que los sueños no se van a cumplir.
Uno de los cuentos gira en torno a un crucifijo y cómo los personajes han crecido moviéndose alrededor de esa figura en la cruz. Un objeto colgado en la pared destinado al olvido pero que permanece con el paso de las generaciones. En otro, protagonizado por un niño, los diálogos de sus padres se cierran con el pronombre personal «Él» y «Ella», con inicial mayúscula, como reflejo de la visión superior y divina que el niño tiene de sus progenitores.
Amor, desamor y rupturas, y de fondo la pandemia, son otros temas sobre los que escribe Vela. Uno de los personajes dice que las relaciones de noviazgo no son para siempre, y que la soledad también se comparte. También aparecen la violencia, la huida, la enfermedad, la inminencia de la muerte y la finitud de todas las cosas. Hay personajes que eligen evadirse de la vida y otros que prefieren alargar la vuelta a casa y permanecer lejos.
Entre los relatos, quiero destacar «Estás de suerte, Quim», que es estremecedor, y «La habitación», donde se expone cómo los secretos pueden destruirte si se quedan dentro de ti. Además, plantea nuestra responsabilidad con el entorno y con aquello que sabemos pero no decimos aunque debamos hacerlo. El último cuento es uno de los más extensos y es el que da título al libro, porque hay un personaje que ha escrito un libro de poemas llamado, precisamente, Guía de pasos perdidos.
Estos relatos son pura fabulación, pero proceden de los recuerdos de la infancia y la juventud. Aquello que no decimos en el pasado se enquista y a partir de ello construimos nuestra vida y nuestras aficiones, como la escritura, a través de la cual podremos expresarlo. En algún momento de nuestro pasado las cosas suelen torcerse y marcan nuestro futuro como adultos. La memoria nos construye, y con el paso de los años comprendemos mejor el pasado y todo lo que ocurrió a nuestro alrededor a través de ella. Al final, todo se desborda porque el cauce del río es incapaz de soportar el agua que lleva cuando llueve con fuerza y no se desborda