Por Doriann Marquez
Kase O es el rapero de nuestra adolescencia, si te enamoraste del rap a finales de los 90 y en la década del 2000, época dorada del boombap español, es seguro que el maestro Javier Ibarra junto a sus Violadores del Verso fue el mentor que te llevo de la mano a través de los caminos más intrincados, agresivos y viscerales de la rima. La influencia de Kase O trascendió la península ibérica y se infiltró dentro del rap latino convirtiéndose en referencia obligada dentro de todas las conversaciones del género, su «estilo macarra» contrastaba con los tintes metafóricos de sus versos y lo hacían ver como el genio que nunca quiso asistir a clases, pero apasionado de su oficio. Años pasaron para que el apodado «Jode Culos Ibarra» suavizara un poco su estilo, aunque lo realmente suavizado fue el fondo musical que pasó de los bombos y cajas de R de Rumba a los compases naturales y relajados de sus Jazz Magnetism, pero en 2017 ocurrió lo inevitable, el buen hijo volvió a casa con una joya en forma de álbum llamada El Círculo.
El Círculo representa el regresó del Kase O que nos tomó de la mano durante nuestra adolescencia y nos hizo conocer los pasajes más violentos y desparpajados del verso, pero ahora con más experiencia, ahora Javier y nosotros conocemos el camino después de más de 15 años caminando por las sendas urbanas y habiendo conocido los recovecos del rap. El Círculo es un compendio de 17 temas sin ningún desperdicio, con un intro no apto para nostálgicos, cargado de scratches con sus frases más legendarias. No tarda mucho en empezar a escupir sus primeros versos y como siempre se torna incendiario con frases como «La música de ahora es la peor de la historia / fácil para mi brillar entre la escoria». Pero hay un bonito detalle, el flow de Kase O, no es el mismo de nuestra adolescencia, es mejor, es impecable sobre los compases, capaz lograr aceleraciones y dobles tempos con una facilidad que nos recuerda a sus primeros pasos en Rombos.
«Esto no para» es paradójicamente la siguiente parada donde Ibarra escupe crítica social de la más cruda como acostumbra a hacer sobre el micrófono siempre que algo le molesta. Continua con «Yemen» donde las rimas de competencia se transforman en veneno directo a la iglesia, Kase O nos enseñó 20 años atrás a no callarnos nada, y lo reafirma en esta canción entre versos punzantes, un flow poderoso y voces de denuncia.
«Triste» es una exhibición de flow a doble tempo sobre una temática oscura, es una especie de tristeza enérgica, esta tristeza que expresa Kase O si bien habla de miedos y lamentos, no te invita a quedarte paralizado sino a avanzar, todo a través del ritmo endiablado que monta Javier en este beat. «Guapo tarde» continúa la línea triste, Kase O descarga todos sus complejos de la adolescencia, versos personales durísimos que de haberlos contado cuando lo conocimos no se hubiese convertido en la voz de nuestra seguridad y rabia, pero muestra que este sujeto con el que nos identificamos, padecía cosas problemas a los nuestros.
«Viejos Ciegos» es una rola para nostálgicos, une a Kase O con Sho Hai y Xhelazz, los genios del rap de Zaragoza y como siempre el resultado es una explosión de ingenio en cada barra. Xhelazz sigue siendo un bastión importantísimo de la rima más cuidada del habla hispana, un baluarte de la creatividad y malabarista de las palabras.
«Mazas y Catapultas» brinda el giro del disco a aguas más calmadas, es una agradable novedad de parte de Kase O, una canción simplemente hermosa que podría definirse como flamenco con tintes de rap. La letra es un viaje por ese amor inesperado, por ese romance que se nos fue de las manos y se apoderó de los corazones más duros, el maestro Ibarra incluye en El Círculo una canción para enamorarte, una faceta que no vimos en nuestros años de juventud. Lo mismo hace con «Amor Sin Clausulas» pero con un tono un poco más sensual gracias a los toques de blues y jazz y un bajo subido tono que marca la melodía, es una canción de amor, una joya para los amores.
Comentar los detalles de toda la producción implica dos tomos de esta entrega. Lo bien logrado de cada sonido, cada sampler encajado a la perfección, los distintos flows que va plasmando Kase O en cada canción son un despliegue de experiencia, un viaje al «Jode Culos Ibarra» de nuestra adolescencia, El Circulo es el golpe en la mesa de una leyenda del rap, una leyenda cada vez más viva, el tipo que nos cautivó con los versos más violentos en «Mierda» nos regala más explosiones en forma de metáforas, flows intrincados y versos estructurados a la perfección. De parte de los seguidores del rap, de los que crecimos con los Violadores del Verso y Kase O, de los que hicimos nuestros primeros versos influenciados por el «estilo macarra» del rap hispano, solo podemos decir gracias al maestro Javier Ibarra por esta perla llamada El Circulo, un disco para la posteridad.