Andrés Suárez y Elvira Sastre, cantauror y poetisa, artistas por igual, han hecho algo único, han dado forma a ambas ramas del arte y las han hecho una sola. Una figura esbelta con sombra gigante que llenó el pasado jueves 21 de noviembre el Wizink Centre de Madrid. Bajo el nombre de ‘Desordenados‘, esta figura maravillosa que va a unir la suave pluma de Elvira con el sonido de la guitarra de Andrés, hará una única e histórica actuación en Madrid y con ella dejará a 15.000 personas sin aliento.
¿Qué tal estáis los dos ahora mismo a pocos días de llenar el Wizink con ‘Desordenados’?
Elvira: Muy bien la verdad,estamos con los nervios previos al gran día. Tengo dentro los nervios habituales y siento que quiero que llegue el día, pero no quiero, a ver cómo irá todo, cómo saldrá, pero bueno, es una mezcla de sentimientos bonita e ilusionante, creo que vamos a juntar dos estilos distintos pero muy bonitos y va a ser algo histórico y único que va a ser precioso.
Andrés: Difiero en una pequeña cosa, que me encanta, porque la polémica me encanta, y es que ahora la gente dice y se cree que todo cantautor es poeta. Yo no estoy de acuerdo, no tiene por qué ser necesariamente así. Lo digo porque nada admiro más que la poesía, nada respeto más. No todo el mundo es Sabina o Serrat, hay casos, y a ratos puede que la canción llegue a rozarse con la poesía, pero creo que lelgar a la maestría de la palabra, al dominio absoluto, es maravilloso.
Por ejemplo, yo soy gallego y no sé escribirle al mar, Elvira sí y es de Segovia, ahí está la diferencia, y si teniendo al Elvira al lado, que es una de las mejores exponentes de la palabra que yo he leído, y no digo esto porque esté aquí conmigo, me siento aquí y te digo «hola, ¿qué tal?, soy poeta» pues tendría mucha caradura y muy poca humildad.
¿Cómo surge el proyecto ‘Desordenados’?
E: Yo creo que surge un poco de manera casual, nuestra relación parte de la admiración mutua, yo fui primera, le conocía a el de antes, le sigo desde hace muchos años y le he admirado y le admiro mucho. En un momento dado la vida nos juntó, a él también le gustaba lo que yo hacía y nos dimos cuenta de que escribíamos sobre cosas iguales pero de distinta manera y que había algo.
Después de colaborar en algunos conciertos suyos, pensamos que esto podía ir un paso más allá y Andrés pensó en hacer algo que fuera de los dos, que no fuera uno invitando al otro, sino de ambos, que tengamos el mismo peso. Y así surgió.
A: No sé quién puso en mis manos por primera vez un libro de Elvira, no lo recuerdo y me gustaría invitar a un vino a esa persona. Ese libro recaló en un estante y el día que lo leí me cambió por dentro y quise buscar a esa persona para agradecerle. Dió la casualidad de que ella venía a mis conciertos, escuchaba mi música, el vínculo estaba hecho.
Desordenados va a ser un evento único e histórico, un homenaje a la palabra y algo de no debería perderse nadie.
¿Será una única fecha, no hay más que este 21 de noviembre para verlo?
E: La idea es esa, que sea algo especial e irrepetible, pero sí es cierto que a diario recibimos mensajes desde Méjico, Argentina, hay hasta un hashtag hecho. Ojalá lo pudiéramos llevar a cualquier sitio, ojalá se pudiera exportar a todo el mundo, pero hay que tener en cuenta que detrás de este proyecto hay mucha gente, no somos dos.
Que más adelante podemos hacer que este grupo de gente se mueva y que pueda hacer realidad que ‘Desordenados’ salga fuera de España, pues genial, pero de momento solo hay esta fecha, el 21 de noviembre en Madrid, no hay más.
¿Qué acogida ha tenido y habéis sentido de parte del público?
E: Hemos juntado gente muy distinta y eso es muy bonito. Había gente que me conocía a mí y no conocía a Andrés, gente que conocía a Andrés y no a mí y gente que no nos conocía a ninguno y le ha interesado el proyecto, entonces es muy bonita esta mezcla de públicos.
Hemos tenido mucha suerte con la gente que nos ha seguido y que nos ha empujado a hacer esto. Y la respuesta ha sido mara villosa, las entradas están volando y estamos cerca de agotar, entonces está siendo todo muy bonito y sorprendente.
A: Yo si me paro a pensar lo que va a suceder, me da un ataque de ansiedad y no me subo, es verdad (risas), hay gente que va a venir de Méjico a ver este espectáculo, desde Argentina, Ecuador… es una maravilla. Es un sueño, saber que vamos a llenar un estadio de canciones y poesía, es maravilloso.
¿Quién está más nervioso de los dos?
A: Yo, sin duda. Yo soy más nervioso, soy un manojo de nervios, desde que era pequeño, entonces si Elvira lo fuera, esto sería una locura. Contar con gente como Elvira a mi alrededor me salva, ese abrazo que calma, necesito eso para tranquilizarme. Es verdad, también, que son nervios de felicidad, nervios buenos, pero vamas a cantar para miles de personas y eso es muy difícil.
E: Yo también estoy muy nerviosa, pero yo lo llevo más por dentro, porque claro, alguien tenía que poner un poco de cordura a esto (risas).
Para que la gente os conozca un poco mejor voy a haceros una preguntas cortas.
¿Café o Té?
E: Té.
A: Café.
¿Cerveza o vino?
E: Vino.
A: Cerveza, somos iguales, como puedes ver (risas).
¿Un ídolo o ídola?
E: Manuela Carmena
A: Glen Hansard
¿En quién, o en qué os inspirais?
E: De una manera un poco abstracta, te diría que en el conjunto de las emociones, y si voy un poco más a lo particular, te diría que en los pequeños detalles del día a día.
A: Yo me inspiro en lo que me modifica, en lo que me cambia algo por dento. un abrazo de un amigo, una charla, una noche compartida, una habitación de hotel o una buena pelícual.
¿Qué queríais ser de pequeños?
A: Yo cantante, lo tuve muy claro.
E: Yo hubo una época de mi vida en la que quería ser monja (risas), en serio, y otra época en al que quería ser misionera, pero yo no soy nada católica entonces no sé de donde vino esto, me quedo con misionera.
¿Un sueño por cumplir?
A: Repetir ‘Desordenados’.
E: Me apunto a eso.
Si tuvierais que elegir a un personaje de toda la historia que os hubiera gustado ser, ¿quién sería?
E: A mi me hubiera gustado ser Oscar Wilde, pero la época de libertad total, de mostrarse tal como era, aunque eso le llevara donde le llevó, eso me hubiera gustado.
A: Me hubiera encantado acompañar al Ché Guevara en alguno de sus viajes, porque esa época es algo que nos perdimos.
¿Qué le pediriais a un posible Gobierno?
A: Que dejen de tomarnos el pelo, que no somos gilipollas, que ya está bien de tomarnos por tontos. Y en mi caso me quito los colores y las etiquetas, menos los extremos, que eso nunca, sin ningún miedo lo digo, miedo ya pasaron los que no están. Yo soy una persona muy patriota, amo mi país, amo su cultura, su gastronomía, su gente, pero siento un profundo asco por sus políticos. Nos hemos acostumbrado durante años a no hacer nada y los políticos, estoy seguro, que se están riendo a carcajadas de nosotros, esto ojalá fuera una broma. Creo que se están descojonando de nosotros, ¿quién coño os creéis que sois?
El código creo que es que hay que coger un día todos los ciudadanos y decir de principio a fin, todos a la puta calle, todos, y a empezar de cero.
E: Yo estoy de acuerdo con todo lo que dice Andrés, y les diría que dejen de trasladarnos sus problemas de dialogo y de tolerancia, que está genial pensar diferente que no pasa nada por tener ideas distintas, y que sepamos entender a quien no piensa como nosotros, obviamente dejando extremos a un lado. Les pediría que muestren esa cara, que se pueda pensar diferente pero te puedes llevar bien, tienen que dar ejemplo de esto.
¿Algún sueño muy loco?
E: Yo soy muy racional, soy muy Géminis y mi parte emocional la controla la emocional, pero me iría a algo más general, pero me encantaría que la poesía saliera de esos cajones de donde estamos intentando sacarla y que fuera algo que no sorprendiera a nadie que llenara un estadio.
A: Yo estaría 2 o 3 años en una isla paradisiaca gallega, ojo a lo que estoy diciendo. No hace falta que llueva porque las plantas se nutren de la tierra y el agua sale de ahí y duran 3 años, entonces no habría sequía. Estamos a 40 grados rodeados de cocoteros, en Galicia, incluso en la zona norte, rías altas, nada de tonterías. Nos nutrimos de un nuevo material que hay en el aire, en el oxígeno del aire (risas), el wifi sale de los árboles, es ilimitado y mi carrera sigue igual, me siguen escuchando en Spotify, yo desaparezco y cuando vuelvo tras tres años todo sigue igual.
Y estaría yo solo con 30 o 40 guitarras en la playa, porque iría a componer…
E: ¿Sin compañía femenina?
A: La guitarra es mujer…
E: Veo lagunas en eso (risas).
A: Y para terminar, yo me levantaría todas las mañanas y me tomaría un café que sale de ese nuevo material que hablaba antes y leería prensa, pero con la peculiaridad de que toda la prensa que se pudiera leer con ese wifi, no mentiría, sería una prensa real, cada mañana seis periódicos y ninguno manipulado.
Mandad un mensaje de lo queréis reivindicar a la gente joven, mayor, de cualquier edad, ideología, a todo el mundo.
E: Pues con respecto a ‘Desordenados’ querría mandar an mensaje a toda la gente que venga. Nos gustaría que vinieran sin prejuicios, sin nada en la cabeza, que vengan a dejarse sorprender, a disfrutar, que se olviden de los problemas, de sus cargas, que se miren al espejo que les vamos a poner delante y que se vean y que se lleven esa imagen a casa.
A: Yo quiero mandar un mensaje para que la gente joven no se desanime, tengo hermanos pequeños y me parte el alma ver que hay gente joven que dice aquello de «para qué voy a estudiar si luego voy a ir al paro» o la otra de «para qué leer si este otro vende no se qué y no lee», hay gente que no solo es un borrego sino que lo celebra. El Gran Hermano que nos vigila lo hizo muy bien porque juega con la ignorancia de las personas, cuanta más ignorancia, más poder tiene. Que no caigan en el desanimo, que escuchen música, que lean, que viajen, y que se informen, que sean libres.