Victoria Mora: «Lo que más me gusta del teatro es la posibilidad de crear algo nuevo cada día»

Hoy hablamos con la actriz, que tiene una amplia trayectoria tanto en cine, como teatro y televisión, además de ser directora de casting en la actualidad.

Victoria Mora interpreta a la alocada Gabi en Lavar, marcar y enterrar, alocada obra de teatro ambientada en una peluquería en la que nadie te asegura que puedas salir con vida. Hoy hablamos con la actriz, que tiene una amplia trayectoria tanto en cine, como teatro y televisión, además de ser directora de casting en la actualidad.

Tu personaje en ‘Lavar, marcar y enterrar’ lo han hecho ya varias actrices. ¿Qué toque personal le has puesto tú?

Indudablemente cada una de las actrices que hemos pasado por Gaby le hemos dado nuestro propio toque porque no hay dos actrices iguales. De todas formas, creo que he aprendido de todas las que han pasado por la función haciendo este personaje.  El toque personal seguramente forma parte de la voz, el gesto, el ritmo, el nervio, las vivencias de cada una. “Gaby” es tan buen personaje que te lleva de la mano.

¿Cómo definirías a tu personaje?

Como una mujer de armas tomar, fuerte, que no se amedrenta y que nada puede con ella. Que sabe hacer frente a las cosas y las recibe de cara. Es tan fuerte, que hasta la peluquería le echa una manita de vez en cuando.  

La obra ha cambiado muchas veces de reparto, pero la química que tenéis entre vosotros es brutal. ¿Cómo se consigue eso?

Las sustituciones o los cambios, siempre han sido de uno en uno. Te incorporas a un equipo perfectamente engranado y el ritmo y la seguridad que ya tienen te aporta una tranquilidad tremenda. Sabes que pase lo que pase, ellos estarán ahí. Solo tienes que escucharlos y caminar por la función.

¿Qué tiene ‘Lavar, marcar y enterrar’ que la diferencia de otras obras?

Es descarada, enreda al espectador con su trama. Tiene un humor diferente y muy inteligente, con diálogos brillantes que el público saborea cada fin de semana.

Entre sus temas principales, la obra habla del divorcio y la homosexualidad en una época de cambio. ¿Crees que en la actualidad siguen siendo los dos un tabú?

Lo del divorcio, creo que está totalmente aceptado, tal vez porque viene bien tenerlo a mano. Nunca se sabe. Ni siquiera la derecha o los más recalcitrantes defensores de la familia pueden decir que están libres de hacer uso de el. En todo caso, miran para otro lado. La homosexualidad… ya es harina de otro costal. Aunque se ha avanzado muchísimo, todavía hay gente que ven el tema de la homosexualidad como una deformación del carácter. Y parece que se está empezando a retroceder, al menos en una parte del sector político y de cuantos han votado a estos partidos. Me parece un error gravísimo. Debemos ser conscientes de los logros conseguidos. La sociedad cada vez acepta mejor la diversidad de todo tipo, sexual, social, racial… y, a la vez, hay grupos que quieren llevarnos a la época de las cavernas. La educación es la mejor arma para revertir esta sin razón. Parece increíble que tengan la representación que tienen  en pleno siglo XXI y viniendo de donde venimos, de una época de represión y de falta de libertades que marcó a varias generaciones.

¿Qué opinas de la labor del Teatro Lara de apostar por obras menos convencionales pero que acaban encantando al público? 

Entiendo que la labor que hace el Of del Lara es esencial para dar a conocer obras que sin esta ventana, igual no tendrían cabida en salas de formato tradicional. Es una ventana abierta a propuestas brillantes y muy inteligentes y muy variadas. Permite que muchos autores puedan darse a conocer.

Has hecho teatro, cine y televisión. ¿Con cuál te quedarías y por qué?

Esta es la pregunta del millón. Lo que más me gusta indiscutiblemente, es el teatro. La posibilidad de crear de nuevo, cada día, algo que hiciste el día anterior. En la vida, como en el teatro, siempre puedes mejorar, cambiar, proponer. El teatro es un lugar de esperanzas y desengaños. Te hechiza la posibilidad de crear algo nuevo, de conmoverte, reírte, triunfar o fracasar. Así como en la vida. Por eso engancha porque el primer instinto del hombre y el mas poderoso, es sobrevivir, y eso es lo que hacemos a diario, dentro y fuera del escenario.

¿Piensas que ha evolucionado en los últimos años la tendencia que existía de primar los papeles masculinos?

Algo se está haciendo pero lentamente y en bajas proporciones. Sobre todo tenemos que seguir dando la batalla en este tema porque las mujeres somos el 50% de la población y nos hemos incorporado a la sociedad en todos los trabajos, aspectos, no siempre con igual salario ni con plenos derechos, pero avanzamos, estamos aquí pero no en las historias que se crean. Seguimos pensando en masculino y se sigue escribiendo en masculino, aunque seamos las mujeres las que más participamos de la vida cultural. En fin, es un tema que da para una entrevista.

¿Qué consejos le darías a alguien que quiera comenzar en el mundo de la interpretación?

Ay, dios!!! Que haga lo que quiera, porque si tiene vocación, nada le va a detener pero debe saber a lo que se va a enfrentar casi toda su vida. Es una profesión de largo recorrido en la que vas a  estar a prueba cada día, y empezar de cero, siempre. Que se forme, que aprenda idiomas, canto, baile,  esgrima… Cuanto más completa sea su formación, mayor serán sus probabilidades y aún así…

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