Durante el verano, las grandes distribuidoras (Disney, Warner, Universal, Sony, Paramount), aprovechan para estrenar los blockbusters más esperados y que están dispuestos a reventar la taquilla. Sin embargo, el covid-19 ha provocado que estemos viviendo una circunstancia histórica. Todas las compañías han movido sus grandes estrenos para finales de año o para el verano que viene. Bueno, todas menos Warner.
La distribuidora parece seguir empeñada en estrenar Tenet, de Christopher Nolan, el 17 de julio, tal y como estaba previsto desde hace mucho tiempo. Una película que, o bien puede ser un gran evento cinematográfico que nos permita dejar de hablar del coronavirus un par de horas, o el primer gran fracaso en taquilla del director británico-estadounidense.
Y es que, a falta de 59 días para estrenarse, no se está hablando nada de ella. A casi nadie parece importarle Tenet, una cinta en la que el director va a modificar una vez más el tiempo a su total antojo. Su trama es un absoluto misterio, más allá de conocerse que es un thriller ambientado en el mundo del espionaje internacional, mientras que el tráiler da pocas pistas y solo muestra a un espía (interpretado por John David Washington, que logra entrar a una poderosa agencia que tiene el poder de que el tiempo avance o retroceda a su gusto.
Ni siquiera sus actores saben describir la línea argumental de la cinta. En una entrevista, Michael Caine señaló que no podía explicar nada de la trama porque no sabía de que iba. Esto, unido a que se publicará un libro del making of que desgranará los trucos del filme y que explicará al espectador lo que ha visto en pantalla lo convierten en un largometraje poco apropiado para estas fechas. Después de unos meses complicados y agitados para millones de personas, el público necesita una película con la que desconectar, pasar un buen rato sin tener que pensar, divertirse, dejarse fluir y llevar, características que parecen una contraposición a lo que quiere ofrecer su director.
Nolan es sinónimo de garantía, de unanimidad entre crítica y público y de hacer grandes números en taquilla internacional, pero estrenar Tenet este verano es una decisión que podría conducirle a su primer gran fracaso. Quizá estrenarla más próxima a la temporada de premios (donde este año apenas habrá competencia) sea la decisión más inteligente si la distribuidora no quiere que una película hecha para debatir y generar controversia se reduzca a un largometraje del que poca gente conozca su existencia.