‘Vis a Vis’, ‘La Casa de Papel’, ‘El Ministerio del Tiempo’… La ficción nacional está viviendo unos años estupendos. El último gran acierto ha sido ‘Fariña’, una ficción que engancha desde el minuto uno, rozando la perfección tanto argumental como visualmente. La serie, emitida en Antena 3 y producida por Bambú, no disminuye en su intensidad a lo largo de sus diez capítulos.
‘Fariña’ arrancó muy alto, con un primer episodio brutal, pero no ha descuidado su calidad en el camino ni ha bajado su ritmo. La historia pone los pelos de punta y, gracias a sus grandes actuaciones, el espectador se meterá muchísimo en la historia. ‘Fariña’ no quiere pasar desapercibida y no es para nada tímida ya que, incluso, está yendo más allá incluso de lo que esperaba, hablando sin tapujos de lo que pasó.
Por increíble que parezca, ‘Fariña’ narra una historia real, que te obliga a preguntarte en cada escena si eso ocurrió realmente así, un guion con personajes que parecen sacados de la ficción, aunque todos sabemos que eso no es así. La serie no tiene miedo a contar las cosas como fueron ni de desvelar nombre de políticos
Uno de los principales inconvenientes de las series españolas es saber rellenar los 70 minutos que dura cada capítulo sin aburrir ni incluir tramas insignificantes. ‘Fariña’ lo consigue, haciendo que el tiempo se pase muy rápido, y es que hay tantas cosas que contar, tantos personajes interesantes y tan bien construidos, que es imposible de aburrirse. Probablemente, sea la ficción más sincera que se ha rodado en nuestro país. No quiere gustar a todos, y eso la hace grande.