Está claro que las mejores cosas las encuentras de forma inesperada, como me ocurrió al descubrir a LVL1. Este artista de Algeciras emprendió su carrera musical en solitario el año pasado, tras extinguirse “Queer Mafia”, una famosa banda de la que él formaba parte. Su primer single, “FVN!”, consiguió gran popularidad en TikTok, y así dio tal salto internacional que hasta la revista Rolling Stone la consideró una de las “canciones que necesitas conocer”. Se trata de un tema con una base electrónica inspirada en el House y en el Vogue, espectacular, divertida y con una letra graciosa y pegadiza que vuelve genial cualquier momento.
Sí “FVN!” es fantástico, “DERR1TETE”, el reciente single que LVL1 publicó el pasado 29 de julio, no se queda nada atrás. Es una canción alegre, con un ritmo y una letra igual de pegadizos y un estribillo inicial con voz de pitufo (o de lombriz, como él dice) que hace que te enganches una y otra vez. Hace poco, compartió en Instagram un video de una usuaria desde Los Ángeles, en el que varios bailarines hacían una coreografía con este single de fondo.
En las próximas líneas vas a conocer aspectos interesantes sobre LVL1, tanto en lo personal como en lo creativo, o lo musical. Y, por supuesto, sobre su último single. El artista cuenta con más de 400.000 oyentes al mes en Spotify, en su mayoría de Chile o de Los Ángeles. Lo primero que llama la atención es qué significa “LVL1”: al leerlo, uno inevitablemente piensa en “Level One” (en ingles, “nivel 1”). En realidad, el apodo es una variación de “Luli”, que es el diminutivo de su nombre real, Lúthien.
Cuando Luli comenzó su carrera en solitario, comenzó a buscar un nombre artístico a partir del suyo: “A mis amigos y a mí nos gustó mucho “LVL1”, por el doble sentido que puede tener: por un lado, se puede leer como Luli; y, por el otro, como ‘Level One’, ya que, cuando ‘Queer Mafia’ se separó, yo partí en solitario desde el nivel uno”. Al principio, a Luli no le gustaba mucho que se entendiera más por “Level One”: “Antes me rechinaba, pero después he aprendido a aceptar y a querer esta otra pronunciación. Me hace sentir un androide o un personajillo virtual, y eso me encanta”.
Y es que, si buscas su nombre en internet, te aparece como sugerencia “LVL 1”. Al final, este pseudónimo resultó ser, además, una autoprofecía. Porque, justo en el “nivel 1”, LVL1 comenzó su nueva carrera con un salto gigante. Tras “FVN!”, siguió grabando algunos singles más hasta llegar a los cuatro actuales. Uno de ellos es “LVCKY”, que grabó junto a la artista granadina Rakky Ripper; también “C01N” y el antes mencionado, “DERR1TETE”.
Es evidente que el videoclip de “DERR1TETE” es mucho más sencillo, en cuanto a decorado y escenarios, que los de “FVN!” y “C01N”. Este tiene lugar en una habitación blanca, a ritmo de algunos efectos estroboscópicos y, tanto el cantante como Elena, su amiga, que lucen unas coloridas vestimentas, yacen en el suelo (si bien LVL1 aparece por momentos en un divertido sofá hinchable con forma de labios). También se les enfoca en primer plano mientras saborean juntos un helado en forma de cono. “El helado era de tarta de queso, estaba buenísimo”, asegura el cantante.
La idea para “DERR1TETE” tuvo su origen durante una estancia de Luli en Estados Unidos para una gira que estaba haciendo allí: “Estaba con el productor, Oscar Scheller, en una cafetería de Los Ángeles, charlando sobre la música que nos gusta y que nos inspira. Yo le dije que últimamente buscaba y pinchaba mucho Booty House, al estilo de DJ Assault, o DJ Deeon”. Entonces, a él se le iluminaron los ojos. Me contó que no solo le gustaba ese estilo, sino que tenía un proyecto desde hace unos años con un pseudónimo, con el que hacía exactamente ese tipo de música. Entonces me enseñó una de las instrumentales, en las que tenía sampleados a unos niños que jugaban en las calles de Brooklyn, y aquello fue amor a primera escucha. Al regresar a España, se lo pedí y compuse la letra y la voz en un flash. La grabación fue también muy rápida, lo hice a solas en el estudio. En cuanto al rodaje del videoclip, quizás lo más gracioso fue la vergüenza que me daba actuar de esa forma en la que actúo con mi amiga. Me imponía un montón”, concluye Luli, entre risas.
En cuanto a la canción en sí, los propósitos son muy variados: “Lo que ‘DERR1TETE’ busca es transmitir sencillez, cara dura y buen rollito veraniego”. También cabe destacar que tiene cierta relación con el single anterior: “Cronológicamente, ‘DERR1TETE’ sucede antes que ‘C01N’, ya que es cuando desarrollas un crush tontorrón en el que piensas todo el rato, pero al que no te acercas del todo, ni haces nada por ello. En cambio, ‘C01N’ es mi canción más vulnerable hasta ahora, ya que habla del vértigo que produce dejarse llevar cuando acostumbras a querer controlarlo todo”.
Las canciones y videoclips de LVL1 permiten además, conocer cómo es Luli: “Esto ocurre especialmente con ‘FVN!’, que es como si cuatro facetas de mi personalidad se hubieran personificado en esas casi cuatro drags que protagonizan el videoclip. Me gusta pensar que mis otros videoclips los protagonizan versiones evolucionadas de algunas de ellas. Y, respecto a las canciones, son todas yo 100% de corazón. En el caso de ‘FVN!’, es un recopilatorio de frases graciosinas sin sentido (o sea, soy yo literal), y algún pequeño toque de realidad, como cuando hablo de mi identidad y de haber dejado a mi grupo (‘…ya dejé la Mafia, pero sigo siendo queer…’). En cuanto a ‘LVCKY’, habla de la flor en el culo que siento que tengo para que me haya pasado lo que me ha pasado, y con ella estoy pidiendo que mi racha de buena suerte siga adelante”.
A pesar de la suerte, que ha sido una gran aliada, Luli siempre fue muy consciente de que se quería dedicar a la música y tenía muy claros sus propósitos al iniciarse en este mundo: “Para mí, la música siempre ha ocupado el 90% de mis pensamientos y toda la vida me he ido a dormir imaginando cómo sería actuar en grandes escenarios. Así que tenía clarísimo lo que tenía que hacer: ir p´arriba”.
Resulta muy interesante la frase con la que LVL1 se autodefine en su biografía de Spotify: “Quiero ser la clase de artista que siempre he querido tener de referencia creciendo”. En un primer momento, pienso en si esto tiene que ver con su identidad de género, ya que LVL1 es un artista “queer”, es decir, cuya identidad de género es la trans no binaria, que hace que no se considere de ninguno de los dos géneros. Por eso me refiero a él durante todo el artículo en masculino, ya que lo prefiere y agradece así (o también con la ‘e’ del neutro, que tan de moda está ahora). De todos modos, la frase tiene otro sentido más bien: “Es más genérica. Habla de mis valores, de mi sinceridad y mi cercanía. Supongo que siendo y llevándose a une misme por bandera es cuando se normalizan las cosas. Y, si existiendo, consigo ayudar a alguien, bienvenido sea”. LVL1 tiene, además, un mensaje para toda aquella gente que la sigue y que comparte su misma identidad: “Que sean elles mismes, y si no pueden ser elles mismes porque sus entornos no lo permiten, que busquen otra gente igual o que les acepte por cómo son, que entre todes nos apoyamos”.
Luli también tiene el apoyo de su familia, que ya de por sí se dedicaba a la música, por lo que esto supuso una baza importante: “Ellos lo ven genial, y ahora que vivo de ello, más, claro. Sí es cierto que en su momento me insistían en que me lo tomara como un hobby y que me centrara en buscar otro futuro laboral ‘más seguro’. Pero yo sabía que lo mío era esto y que lo demás solo eran rodeos”.
También su hermano se dedica a la música, en concreto, al rap: “Supongo que, gracias a mi éxito, mis padres le están animando aún más a que haga lo que le gusta. De todos modos, aún queriendo que nos asegurásemos un futuro más estable por si acaso, ellos nunca nos han limitado”.
Y, ¿cómo es LVL1 en lo personal, más allá de lo que permiten ver y escuchar las canciones y los videoclips? “Me considero Virgo, pero Virgo desastre.Mis nenas de la astrología lo entenderán. Creo que soy una persona graciosilla. Raruna, pero para bien, muy leal a sus amigos y que adora cocinar para los demás, así, como dato aleatorio”. Así es. La cocina es uno de los hobbies de Luli, aunque deja claro que solo le parece divertido si cocina para los demás: “Cocinar solo para mí no tiene gracia. Me encanta meterme horas en la cocina y preparar varias cosas a la vez mientras pienso en lo mucho que les va a gustar a los míos lo que estoy haciendo”.
A Luli también le encanta el entretenimiento virtual: “Veo vídeos chorras o de recetas en Youtube. También uso TikTok. Pero reconozco que debería ponerle algo de freno, porque luego me distraigo como una mosca”. Merece una mención especial Twitter, donde vale la pena seguirle: “Twitter es la única red social que todavía no me tomo como un trabajo o herramienta de promoción. Para mí, es un espacio para hacer un poco el payaso y decir cosas pocos serias. Es donde menos seguidores tengo, y supongo que eso lo hace todo más relajado también. Aun así, Instagram y TikTok me encantan como usuario, me entretiene consumir su contenido. Facebook está ahí, pero no entro para nada ni me interesa nada de lo que allí suceda».
También da curiosidad saber cómo disfruta más Luli durante estas fechas de verano, que tan ligado está a su última canción: “Para mí, un día de verano perfecto es una comidita con alguien en alguna casa con patio (la comida preparada por mí, obviamente), con los amigos de charlita y cervecitas y escuchando música divertida. Y, si pinchamos yo o alguno de mis colegas, mejor aún”.
Y, ¿qué hay de esos atuendos, peinados y maquillajes que vemos en los videoclips? Por un lado, con respecto a las influencias musicales, Luli se inspira en figuras o grupos como la malograda Sophie (que falleció el pasado enero con solo 34 años), Princess Superstar, Tyler The Creator, Azealia Banks, Nicki Minaj, Divoli S’Vere, Mike Q, Arca o la cordobesa Rakel Winchester. En cuanto a la estética, sus referencias están en el universo de la artista Nadia Lee Cohen, el cineasta John Waters o en la popular serie de manga y anime “Jojo’s Bizarre Adventure”. También asegura que le da inspiración un videojuego llamado “Space Channel 5”, que tuvo entregas para la Sega Dreamcast o la Playstation 2. De todos estos géneros y estilos deriva pues, una mezcla “totalmente extraña” para Luli, entre el camp, el kitsch (ambos estilos tienen en común el gusto por lo desfasado, pero también por lo exagerado, con toque humorístico), la vestimenta callejera de Japón, el retrofuturismo, el punk/goth, y también el cyberY2K.
Es evidente que lo que triunfa más es la música comercial, con ese monótono ruido, por lo general. Por eso, muchos se unen a ello, ya que garantiza un éxito a no muy largo plazo. Frente a esto, LVL1 utiliza sus divertidos estilos, básicamente, porque es lo que le gusta: “Hice ‘FVN!’ porque en aquel momento estaba aprendiendo a pinchar y yo mezclaba mucho House y Vogue. Entonces yo pensé en hacer mi propio temita de este estilo en español, que no hay muchos. Mi meta al hacer música es hacer la música que a mí me gustaría que existiera. Quien quiera seguir mis pasos y hacer algo similar a lo que yo hago es bienvenido, porque yo constantemente estoy tomando inspiración de los artistas que me gustan y no he inventado ningún género de los que he tocado”.
Luli también se considera una persona creativa. De hecho, hasta su éxito hace un año estudiaba Diseño de Moda en la Escuela de Arte de Granada, hasta que decidió dejarlo por la música, que es lo que le apasiona de verdad. Durante su estancia en aquella escuela diseñó los pendientes que lleva su amiga en el videoclip de “DERR1TETE” con su logo personal, es decir, el corazón en el que aparece la palabra “LVL1” dibujada: “El logo ya existía incluso antes de haber sacado mi primera canción. Se trata de un diseño de mi bestie/DJ/maquillador/diseñador gráfico, Emilio (“Cerescente”, en las redes). La forma de corazón se debe a que siempre me ha gustado esta forma geométrica, por su estética”.
Luli explica que hicieron varias pruebas de diseños hasta dar con el definitivo, pero todos partían de la base de que debía incluir el corazón. Al final resultó aquel simpático y original diseño que al principio del videoclip de “FVN!” se agranda lentamente, con esos geniales bordes luminosos. De todos modos, será mejor que no nos encariñemos mucho con él, porque el algecireño deja caer que en el futuro puede sufrir cambios: “Quizás para más adelante me pase a otra forma geométrica que me mole, como la estrella de cinco puntas o el círculo. Quién sabe”.
Y, en este punto, mirando al futuro, es el momento de conocer qué cosas nos tiene preparadas LVL1, que no son pocas. Lo primero es un EP, es decir, un álbum cuya duración es más larga que un single y más corta que un álbum corriente: “En el horno está casi a punto ya mi primer proyecto con varias canciones. No sé cuándo se publicará exactamente, pero prontito”. De momento, hace poco adelantó por Twitter que ya está la portada lista de este EP que contendrá, entre otras canciones nuevas, los cuatro singles sacados durante todo este tiempo.
Pero hay algunas cosas más, como lo son sus actuaciones. El próximo 16 de septiembre, LVL1 actuará en el Festival Brillante, que tendrá lugar en el municipio de Chapinería, en Madrid. “Este verano planeo estrenar mi show de directo largo. Hasta ahora, sólo he estado funcionando como DJ, que considero un alter ego prácticamente, paralelo a mi carrera de solista. En directo hasta ahora, por falta de repertorio, sólo había podido hacer showcases esporádicos cantando FVN! y a veces LVCKY. Pero con el EP voy a tener más canciones que defender ante el micrófono, incluso antes de que se publiquen oficialmente”. En definitiva, LVL1 nos anima a todos a presenciar esa velada: “Si queréis escucharlas, os recomiendo venir a verme. Se va a liar la fiesta padre”.
Entonces me da por preguntarle si está entre sus planes pisar las tierras malagueñas para alguna de sus actuaciones. Y resulta que doy en el clavo: “A Málaga me muero de ganas por ir. Llamadme y proponedme cosas, que yo voy. Ya estuve el pasado febrero, con mi colectivo de DJs, en la Sala Paris 15, y pusimos la fiesta del revés. Pero me encantaría actuar también en esta localidad”.
También es interesante conocer la valoración que Luli hace de toda esta etapa de solista, incluido el éxito de “FVN!”. Porque muchos podemos idealizar la fama, pero no todo es oro lo que reluce, como él explica: “Todo esto ha sido una montaña rusa. Es una bendición lo que me ha pasado, pero encajar un cambio radical de tu vida de la noche a la mañana es una tarea complicadísima. Ahora mismo creo que lo llevo bien, pero he pasado por momentos de síndrome de impostor, por muchísima inestabilidad emocional, problemas de autoestima, obsesión con las cifras de las redes sociales, presión por estar a la altura del viral… Son muchas cosas que no te imaginas que van a estar ahí de la mano de tu sueño de toda la vida”.
Por no hablar del proceso de hacer un videoclip, que también tiene sus inconvenientes, por muy divertidos que resulten: “Hacerlo me supone mucho estrés como Virgo”, aclara entre risas. “Hace unos meses estaba aún recuperándome del shock de que tu vida dé un giro de 180° de la noche a la mañana, así que quizás no estaba en lo que tenía que estar. Ahora que sí lo estoy, quizás estoy demasiado y me quiero encargar de todo. Pero tengo que aprender a delegar, que quien mucho abarca poco aprieta”.
A pesar de estos inconvenientes, Luli se muestra encantado por lo que tiene ahora mismo: “No lo cambiaría por nada del mundo, porque las cosas buenas son inmensamente maravillosas, y porque este viaje ha inspirado mi primer proyecto grande en solitario”. Y es que el éxito de “FVN!” le abrió una puerta muy importante que le ha permitido estar ahora donde está, y que reconoce con mucha humildad: “No me imaginaba que mi primer single, independiente y más casero que nada, fuera a ser un pelotazo como lo fue. Pero bienvenido sea, porque me ha abierto la puerta a muchísima gente y me ha dado la oportunidad de acceder a más recursos para seguir haciendo más música y subir la calidad técnica de lo que hago. Ahora tengo acceso a un estudio y contacto con productores que hasta el año pasado sólo podía soñar”.
Con respecto a sus fans y seguidores, LVL1 se muestra muy agradecido: “Muchísimas gracias a ellos por estar ahí, que son lo más bonico que hay, y espero que disfruten con todo lo que tengo preparado. A quien quiera seguir mis pasos, les diría que quien no arriesga no gana y que vaya a por ello con todo. Nunca sabes cuándo se te puede viralizar un TikTok de ti bailando tu propia canción mientras hacías tiempo esperando a una amiga. Y te puede cambiar la vida. Pero, para ganar, hay que jugar”.
Las cifras de seguidores, de visualizaciones y reproducciones con las que LVL1 cuenta (más de 40.000 en Youtube, y más de 15.000 en Instagram) en su periodo de solista se pueden considerar bastante buenas. Y es muy probable que la cosa siga aumentando. Hay que tener paciencia, eso sí, y seguir disfrutando con tu trabajo y seguir contando con quienes te apoyan para continuar avanzando. En este punto, algunos de sus fans le propusieron en Twitter un objetivo interesante: ¿Se plantearía LVL1 presentarse al Benidorm Fest para así poder representar a España en Eurovisión? La respuesta es que sí, aunque hay una condición: “Solo me presentaré cuando ya haya ido Rakky Ripper, que quiero que vaya primero ella, para así no dividir el voto de nuestro público, que es bastante parecido”.