Marcos Molina, cantante de Gritando en Silencio: «Es triste que el domingo votara menos del 60% de la peña»

Marcos Molino tocando en Alrumbo

Por: Rubén Pareja Ramírez.

Emociones, sentimientos, reivindicaciones… E, incluso, una historia. Estos son generalmente los elementos que se pueden esconder tras las letras de las canciones que componen un disco y también de la carátula del mismo. Es lo que explica Marcos Molina, vocalista y guitarrista de Gritando en Silencio.

Marcos Molina tocando en Alrumbo

El grupo de rock sevillano ya suma un álbum más a la colección con Material Inflamable’, que se lanzó a principios del pasado noviembre. Un disco muy peculiar, en cuyo centro aparece un corazón, del que brotan descargas eléctricas.

Durante todo el pasado mes, tuvo lugar la presentación del nuevo álbum en los establecimientos Fnac de diferentes lugares de España, incluída Málaga. Molina se muestra encantado tanto con la recepción de ‘Material Inflamable’ como con la acogida del público: «Lo han recibido increíblemente bien y nunca sabes qué leches va a pasar hasta que te liberas, después de haberte pasado tanto tiempo encerrado en la sombra, entre paredes. Y, en cuanto a la presentación del disco, lo cierto es que ha sido genial. El público nos ha recibido fenomenal, a nuestros fans de siempre les han encantado y otros que no nos conocían se han enganchado, así que nos ha ido muy bien».

Gritando en Silencio considera que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Aprecia que se encuentra en «buenos tiempos y que ha dado ‘un gran paso’ en su carrera: «Es por eso, que te pasas entre cuatro paredes trabajando seis meses para componer un disco; luego otros dos meses haciéndolo y masterizándolo… Ahora es un momento dulce, porque toca presentarlo y nosotros somos perros de carretera. Es el momento de la explosión del músico, al menos para los que somos rockeros. Puede que, en el caso del pop, funcione de otra manera, pero para los rockeros esto es una auténtica batalla».

«Mi primer disco de rock lo escuché a los 16 años»

Si bien la acogida en Sevilla, su ciudad natal, es evidente, el vocalista del grupo valora muy bien, en general, la recepción de los asistentes en las diferentes ciudades: «En Sevilla es cierto que tenemos mucha acogida, pero nos llevamos una sorpresa en las presentaciones en Fnac, porque ha venido incluso más gente que en Sevilla e incluso que con el anterior disco. En Madrid, como estaban acondicionando el lugar para Navidad, nos habilitaron otro lugar; en Barcelona o País Vasco no cupo ni un alfiler… Y en Málaga aquello se llenó también. La gente se tenía que sentar en el suelo y todo».

La trayectoria de Gritando en Silencio hasta ahora, momento en el que su carrera se encuentra consolidada, tuvo un origen bastante divertido, como cuenta Molina: «Realmente nosotros nunca planeamos esto, es como el que se monta en una barquita y se lanza al río y cuando se da cuenta, se lo lleva la corriente. Nosotros nos conocimos en el instituto. Yo empecé tarde a escuchar rock, porque en mi casa no se escuchaba rock. Y, además, no me interesaba la música. Mi primer disco de rock lo escuché a los 16 años. Yo era más bien de ordenadores. Y los CD de juegos piratas que conseguíamos traían, en muchas ocasiones, un menú en el que venía una canción. En uno de ellos había por ejemplo un tema de Reincidentes. Aquello coincidió con el paso del colegio al instituto. Yo empecé a hablar con mis colegas, y allí empezamos a juntar una banda, porque, tras ver un bolo de Reincidentes flipé y desde entonces quise montar una y tocar la guitarra eléctrica. Al año de montar la banda, grabamos nuestra primera maqueta con cuatro temas. Lo subimos a Internet y le rompimos el servidor, porque la gente se empezó a descargar la maqueta de forma masiva. Luego nos fuimos a Madrid y abarrotamos algunos garitos. Después de eso, nos planteamos la idea de hacer un disco.

«Gritando en silencio es una forma de entender la vida»

Fuimos grabando un disco tras otro hasta que nos planteamos la posibilidad de dedicarnos profesionalmente a esto, y esta es la historia. Hasta aquí hemos llegado, por ahora (dice entre risas). Y, además, con una multinacional que encima vino a nosotros, ni la tuvimos que buscar porque el grupo ya funcionaba. «Hace poco hemos visto un recopilatorio de música en español en 2018 y han metido un tema nuestro».

En sus discos, no solo podemos encontrar temas de rock de principio a fin, sino también otros estilos, como la presencia de baladas o de un rock más clásico. Y es que, como explica Marcos, Gritando en Silencio es algo más que un grupo en cuanto a la forma de hacer los temas: «Nosotros tenemos unos gustos musicales bastante amplios. Existen bandas como AC/DC a las que les funciona bien que el disco sea igual de principio a fin. Pero nosotros, de esa manera, nos aburrimos. Gritando En Silencio no es una fórmula a la que te puedes asociar, sino una forma de entender la vida y de hacer canciones. También nos cambia el estado de ánimo y, por eso, en función de lo que haya que contar o del estado de ánimo que pretenda transmitir la canción, la podemos hacer al estilo de rock clásico, hardcore o al estilo urbano. Cuando componemos una canción, le vamos dando lo que esta nos va pidiendo.

«Lo que nos mola es que suene súper rockero»

«Tenemos, evidentemente, unos gustos. Somos básicamente rockeros, pero el rock lo mezclamos con muchas cosas. lo que nos mola es que suene súper rockero. Nosotros, por ejemplo, no somos de pop. Ahora, a la vejez, escuchamos de vez en cuando cosas con un tinte indie. Pero siempre rockeros».

En ‘Material Inflamable’ encontramos tres temas de tipo social. En concreto, son Rumbo de colisión, en el que se critica la sociedad actual en la que nos encontramos, llena de desigualdades y en la que no valoramos lo que de verdad importa; Ya debió cambiar, una canción que rechaza la tauromaquia; y Lágrimas de un paria, en la que nos intenta transmitir la situación de los inmigrantes que vienen en patera desde su propio punto de vista.

De este modo, puede deducirse que Gritando en Silencio se preocupa, en cierta manera, de que su público tome conciencia de algunos problemas de la sociedad que ellos consideran importantes, a la vez que disfrutan escuchando las letras de los álbumes: «Nosotros escuchábamos de pequeños rock de los 60 y de los 70, una época en la que se pensaba que la música iba a cambiar el mundo. Quieras o no, hemos crecido con ese sentimiento. Y sabemos que hemos hecho lo que se conoce rock de autor, algo que iniciaron en su día grupos como Extremoduro o Marea. Es un tipo de canciones que van muy enfocadas a la lírica. Yo también, como letrista, escuché al principio a autores súper clásicos como Sabina o Serrat. Y realmente de esas raíces viene ese sentimiento de que la música ha de reflejar lo que la sociedad sufre y lo que esta debe de cambiar. Porque el tener un micro delante y que mucha gente te escuche te da cierta responsabilidad. Aunque hacemos ciertos temas que molan y punto, no podemos taparnos los ojos ante la realidad que vive el mundo. Y, de alguna manera, seguimos siendo lo suficientemente inocentes en cuanto a la capacidad que tiene la música para cambiar cabezas».

«Me causa pena porque ha votado menos del 60% de la peña»

El momento en el que nos encontramos ahora mismo es bastante crítico, socialmente hablando. Que la extrema derecha haya llegado a España tras las Elecciones Andaluzas del pasado domingo puede resultar preocupante y, además choca con muchos de los valores que Gritando en Silencio trata en su disco. «Lo que es el análisis de la situación político-social es larga. Esto me causa pena. No es solo por el resultado electoral, sino porque ha votado menos del 60% de la peña. Y eso denota una situación de hastío, que no les motivaba o que no querían votar. Y, tal y como están las cosas, es para tomárselo en serio. Encima hemos dejado que, por primera vez, entre la extrema derecha. En cuanto a los aspectos que nosotros defendemos, estas chocan frontalmente con muchos de los argumentos que tiene este grupo en su programa. Pero esto ya es cosa de cada uno.

Marcos habla un poco sobre la tauromaquia, uno de los aspectos que se critican en el disco: «Yo no soy vegano. Como carne. Pero una cosa es matar a un animal para comérselo y otra, que me parece aberrante, es que en pleno siglo XXI se disfrute masacrando a un animal públicamente. Somos una sociedad, en cierto modo así de ilusa, en la que sale un desnudo y la gente se escandaliza. Hay que esperar a las doce de la noche para poner cosas de estas. En cambio, a la hora de comer, sale un niño ahogado en la playa, y como si nada. Tenemos una vergüenza suprema en cuanto a lo que es el cuerpo humano y sensaciones puramente naturales y por la tarde muchos canales, sin embargo, emiten corridas de toros. En su día, en los tiempos romanos, las peleas de gladiadores debieron ser la hostia, hasta que se dieron cuenta de que era una locura. Pues el toreo es igual. Tuvo su momento y su siglo, pero este ya no debería serlo.

«Nosotros pensamos en contar a la gente en primera persona, desde la piel de un refugiado, qué es lo que se vive cuando se ve obligada a escapar de su tierra»

Otra de las canciones dignas de tratar es «Lágrimas de un paria», de la que además, si la escucha uno detenidamente, le puede generar sentimiento. Parece mas una poesía que una canción en sí: «En ese caso, la mayoría de comentarios racistas y xenófobos que se escuchan en la calle siempre me han parecido que parten de una premisa que es no ponerse en la piel de aquellos que vienen. Creo que todos estos problemas se arreglarían si se tuviera empatía. Cuando surgió el conflicto en Siria y comenzó la inmigración, mucha gente empezó a decir estos comentarios y esto se extendió. Nosotros, de este modo, pensamos en contar a la gente en primera persona, desde la piel de un refugiado, qué es lo que vive cuando se ve obligada a escapara de su tierra. Porque le están cayendo bombas encima. Y esto no se hace por gusto. Cuando se deja a familia o a amigos en su tierra, o incluso en el mar, no es por venir a quitarnos algo. Y esto, en cambio, se ve de una forma súper egoísta aquí. No debemos pensar en que nos van a quitar el trabajo, o que esto va a ir a peor. Hay que pensar lo mal que se debe estar para embarcarse en una aventura de tal calibre».

Por esto, y por otros muchos motivos, surge la idea del corazón que figura en la caratula, y al que se menciona en varias ocasiones a lo largo del disco: «Es un corazón en llamas por muchas cosas. Una de ellas es porque creemos que nuestra sociedad tiene que estar en llamas. Y es un corazón porque el disco, como se desarrolló en un clima de crisis, es el más reivindicativo de la banda. Y vuelve a retomar la tónica de la banda, porque, aunque se hace referencia a varios temas sociales, también lo hace con lo que son los sueños, las ilusiones, lo que de verdad importa en la vida, hacia dónde vamos… Todo esto suponía una filosofía de vida, y nos parecía que el corazón en llamas lo contenía todo: esa ira, esa fuerza, ese ave Fénix que tenía que resurgir de las cenizas…».

Un aspecto destacable de ‘Material Inflamable’ es que está disponible tanto en varios formatos: digital, CD y vinilo. Y este último es el soporte que tiene protagonismo, ya que tal y como Marcos deja claro, el disco está pensado para que se escuche en vinilo:
«Nosotros hicimos la portada pensando en ello. Aunque te lo compras nuevo, los bordes de la portada están desgastados. Como es el disco más rockero que hemos sacado, queríamos que fuera un maldito clásico. Y también pone lo de 33 revoluciones por minuto, aunque te la pilles en CD. Por otro lado, incluso el orden de las canciones está hecho expresamente para el vinilo. Porque las canciones seis («Estamos muertos») y 11 («Atrapado en tu mundo»), que son los que cierran cada cara del vinilo, acaban en fade out».

«El reggaeton al fin y al cabo es música, mala para mi gusto, pero lo es»

Marcos también se «moja» un poco hablando de otros estilos que, en comparación con lo que Gritando en Silencio realiza, no pueden estar para nada a la altura. Es el caso, en especial, del reggaetón y de todos estos estilos de latino urbano, de dudosa calidad y que más encabezan las listas de éxitos en España: «Sí, hombre, es que la música es música y a veces se mezcla con lo que es la cultura o una moda y puedes poner en duda que sea música. El reggaetón, al fin y al cabo, es música. Mala, para mi gusto, pero lo es. La música electrónica, el hip-hop… eso es música de la buena. Pero quizás lo que más nos jode del reggaetón a los que no somos de esto es el empobrecimiento cultural que lleva. Se ha tomado como una especie de norma. La gente se empieza a parecer a ellos y realmente, si bien antes te decía que en los 60 y 70 se pensaba que la música debía cambiar el mundo, con el reggaetón pasa exactamente lo contrario. Es un retroceso y lo que hace es cagarle en el pecho al mundo (entre risas). La mitad de los temas son machistas, el nivel intelectual de los que cantan es pésimo… Se han aprovechado de una renovación de los ritmos latinos, porque es verdad que los ritmos latinos son súper guays, y para bailarlos y todo son del carajo. y supongo que la salsa y todos estos ritmos estaban anticuados y se han sacado esto de la manga, que es una aberración, dios mío. Por no hablar del Trap. Esperemos que esto pase rápido».

Afortunadamente, debido a la cercanía del grupo, reconocen que pueden ayudar a combatir, en cierto modo, esto, haciendo que la gente se habitúe a escuchar cosas de mejor calidad: «Sí, en cuanto a lo que influir socialmente, como ya dije antes, sentimos esa responsabilidad y no solo en las letras, sino también entre canción y canción, o hablando, como estoy haciendo contigo ahora mismo, porque tus palabras van a llegar a gente. Se siente cierta responsabilidad de mejorar lo que tienes. También hay que pensar en los que vienen detrás, porque todos tendremos que poner un grano de arena para mejorar lo que tenemos delante, y nosotros tenemos la suerte de tener a gente que nos toma en serio. Entonces, en cierto modo, intentamos hacer esto, aunque a veces se nos vaya de las manos. Porque a veces, hemos dormidos seis horas en un día en el que tenemos 16 entrevistas y vídeos de dedicatorias de cumpleaños… Pero nosotros, siempre que nos es posible, colaboramos. De hecho, este domingo actuamos en un festival benéfico en Marinaleda. A ver qué tal resulta».

Marcos habla también de la gira que tiene previsto el grupo, Gira Incendiaria, que arranca el próximo viernes 14 en el Stage Live de Bilbao, y que continuará a lo largo del próximo año: «Muchísimas ganas, por supuesto, como decía antes, somos perros de carretera y lo que nos mola son los escenarios». Aunque Málaga aún no se encuentra en el calendario oficial -la última fecha por ahora es el 13 de mayo, en el festival Rivas Rock de Madrid, que tendrá lugar en el Rivas Vaciamadrid-, asegura que es una de las ciudades a las que el grupo tiene que acudir: «Allí nos tratan del carajo, por lo que esos lugares son ineludibles. Y Málaga es una de ellas, por supuesto, al igual como lugares como Murcia, Galicia o Valencia. Aunque aún no esté confirmado, caerá».

Después de más de media hora con el, llegó el momento de poner fin a la que fue una fantástica conversación con el artista, quien se muestra agradecido. Pero, en realidad, las gracias se las debemos dar nosotros, por haber concedido a Nostromo Magazine la gran oportunidad de contar con su valiosa aportación. ¡Hasta otra, y mucha suerte los próximos meses en la Gira Incendiaria!

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