Milly Marín: «No quiero estar etiquetada en ningún género»

Milly Marín no quiere encasillarse, pero sabe que el R&B le hace moverse. Desde que vio la luz su primer proyecto a mediados de septiembre sabe que su objetivo es vivir de la música, por ello nos tiene preparado un 2021 lleno de sorpresas.

Para romper el hielo, ¿cómo definirías tu proyecto?

Lo definiría como un proyecto completamente experimental. Estoy acostumbrada a escuchar a muchos artistas decir: «Esta es mi marca», yo justo no tendría eso porque no quiero sentirme etiquetada. Como una vez le escuché decir a Doja Cat, que decía que ella siempre hacía lo contrario a lo que esperaban. No quiero estar etiquetada en ningún género y quiero estar constantemente cambiando y descubriendo.

Realmente, ¿cuándo comienza este proyecto? ya que tú tienes un pasado relacionado con la producción audiovisual.

Sabía que quería dedicarme a esto desde muy pequeña porque me gusta y tenía referentes como Michael Jackson, Mariah Carey… Creo que, desde mi punto de vista, la gente que nos dedicamos a la música es porque nos hemos sentido incomprendidos de alguna manera, que nos hemos sentido solos o que queremos ayudar a otras personas. Lo que te impulsa, al fin y al cabo, a dedicarte a ella es porque piensas que es tu vía de escape, necesitas cómo vía de escape cantar ya que sino sería completamente infeliz.

¿Siempre tuviste lo tuviste tan claro?

La respuesta es sí (risas).

Con respecto a tu proceso de creación, llegas al estudio y ¿cómo trabajas?

Voy al estudio y trabajo con Kasem, que es un productor híper talentoso y, además, me gusta muchísimo porque es muy perfeccionista y yo también lo soy, unido a que somos muy sinceros. El llega y me dice: «Vamos a hacer esto así», empezamos a escribir los acordes en el piano, luego hacemos la melodía por encima como en «Thought of you», continuamos por la letra y acabamos con la instrumental.

Fotografía por @rufetes

«Thought of you» es un R&B con tintes de los años 80. Me recuerdas a Jorja Smith.

¡Es que es una referente! Cuando llegué al estudió hará un año y tú le decías a alguien que querías hacer R&B te miraban con una cara… (risas). Hoy ya no, porque se está poniendo muy de moda.

La verdad es que hoy en día no se cuál es mi género, pero sí que es verdad que, como he estudiado producción musical urbana y me he juntado con un montón de chicos que rapeaban y hacían hip-hop, me empecé a dar cuenta que quizás el R&B era un género que me sentía y me siento cómoda.

¿La inspiración la sacas de tus vivencias propias?

Yo pensaba, cuando la escribimos, que no había ninguna fuente de inspiración. Pensaba que me lo estaba inventando pero, en realidad, era el subconsciente que estaba ahí maquinando. Hace un año pensaba que no estaba pasando por nada del desamor ni de lo que trata la canción pero luego me di cuenta que sí.

Es curioso, porque tanto la letra como el videoclip, lo escribí y de repente justo dos meses antes de que saliera la canción y el videoclip me pasó todo de lo que hablo. Es verdad eso de que el arte imita a la vida.

¿Cuál es tu plan de trabajo de futuro?

Soy obsesiva con el trabajo. Me encanta vivir en el agobio y en el masoquismo de estar todo el día haciendo cosas. Con este proyecto me he quedado en números rojísimo, pero parece que quiero seguir en deuda mucho tiempo porque no paro de pensar más y más proyectos. De momento tengo pensadas dos covers, una en inglés y otra en francés, y luego tenemos pensado una súper colaboración. Se viene un año lleno de proyectos, este ha sido como el inicio.

¿Cómo ves la evolución del género urbano en España?

La verdad que hace unos años no había tantos referentes españoles como hay hoy en día. Ahora, de repente, hay un boom en la industria de la música en la que hay muchísimos artistas súper buenos. Por ejemplo, a mí me gusta muchísimo Nathy Peluso, Recycled J, Deva… Además, son gente que se lo están trabajando.

Esto va a sonar a topicazo pero, por ejemplo, Rosalía demuestra que se puede llegar a nivel internacional experimentando. No es el típico pop español. Ya no es tan necesario que haya una discográfica, la industria cada vez, desde mi punto de vista, va a mejor. Están saliendo muchísimos artistas con mucho talento que antes estaban escondidos por falta de medios. Hay una pluralidad cultural increíble.

¿Dónde te ves de aquí a un año?

Fotografía por @rufetes

Mi objetivo único es generar contenido. 2020 fue el año en el que decidí darme a conocer y 2021 es el año en el que voy a crear y mostrar todo ese contenido que me refleja. Todo el mundo dice que si las cifras no importan, pero si quieres vivir de ello te tienen que importar, no se puede ser hipócrita.

¿Cómo nace la idea de trabajar con tu Rada y Kasem?

Es curioso, yo siempre escribía y componía en mi piano, pero no sabía el modo de llevar eso a cabo. Empecé a romperme el coco pensando en qué podía hacer para meterme en la industria de la música. Estuve informándome en Sony, en Warner, en Universal, escribí a un montón de discográficas hasta que me salió un anuncio de Jacobo Calderón que estaba en Universal y que buscaba gente para un showcamp. Me inscribí de una, aunque hiciera el ridículo, aunque me dijeran que no valía, yo lo hago. Me dijeron tras un proceso que estaba dentro y conocí a Kasem, Kiddo y Andrea.

En una de las actividades me tocó como grupo con Kasem y Andrea, hicimos R&B y salió tan natural que cuando estuve luego estudiando producción musical solo pensaba en que Kasem era el único que podía hacerlo.

Completa la frase: «Milly Marín reivindica que…»

Reivindico a que los artistas comiencen a tomar decisiones creativas dentro de sus proyectos. Que no dejéis que os digan lo que tenéis que hacer ni os dejéis influenciar por lo que vaya a vender más o vender menos.


Fotografía de portada por @rufetes

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