Escrito por Rubén Pareja Ramírez
Los chavales de hoy la conocen como «la canción de los Illuminati», uno de los famosos memes del MLG que circula por Youtube, que caracteriza al ojo que todo lo ve. Pero lo cierto es que la mítica e inmortal sintonía de Expediente X (The X Files) me producía de pequeño una sensación tan escalofriante como fantástica. Y es que aquella musiquilla que muchos interpretan silbando se impuso en nuestra vida cotidiana y aún forma parte de ella, sobre todo en temas de misterio, como es el caso anterior. Un día, mi hermano me puso uno de estos memes y yo dije:
-¡Ahivá! ¡Esa es la canción del Expediente X!
Y él me respondió:
-¿La canción de qué, has dicho?
Estas cosas te hacen entender que te haces viejo, pero también que las buenas cosas jamás mueren. Sí, como el chocolate Nestlé o el pan Bimbo. Y, si en aquella época esa música era impactante, aún sigue siéndolo, por algún motivo será. Estrenada en 1993 y finalizada en 2002, esta serie, que Telecinco emitió en España, marcó una de las mejores décadas de la televisión, con contenidos innovadores y que, en ocasiones, frente a la poca calidad que suele haber hoy, es inevitable que cause nostalgia.
Foto: Formulatv.com
De todos modos, uno la veía como una serie de susto y de fantasmas (no cabía otra idea, con esa cabecera). Hay, sin duda, mucho más que ese tópico, cosa que deben saber aquellos que no hayan visto nunca ningún episodio de estos.
Como ha sucedido recientemente con Twin Peaks, Expediente X vuelve a estar de moda ahora al regresar con su décima temporada, que Cuatro estrenó el pasado martes. Y hay que reconocer que, en dosis de 45 minutos, la serie resulta entretenida. El interés por ésta es mayor en el caso de gente como yo, a la que le atraen las conspiraciones, avistamientos de fenómenos OVNI o de alienígenas y demás sucesos paranormales, aunque la forma en la que las historias se tratan es muy ficticia, evidentemente. Porque poner a un alienígena arrastrándose en medio del desierto y que uno de los hombres de negro se lo cargue de un tiro con la excusa de que «podría hacernos daño» recuerda a la película de E.T. y no puedes evitar reírte un poco…
Una breve introducción por parte del agente especial Fox William Mulder (David Duckovny) nos sumerge en esta nueva temporada con un episodio que, por unos instantes, hace de episodio piloto (y es lógico, después de 15 años). Tras la épica cabecera, la trama nos traslada a 1945, cuando hubo un avistamiento de un OVNI que se estrelló en un desierto allá por el año 1947 (ahí aparece, entonces, lo del anteriormente citado alien). De regreso a la época actual, William contacta con la doctora Dana Katherine Scully (Gillian Anderson) y juntos conocerán a una muchacha que asegura haber sido violada por unos seres extraterrestres y que asegura que, además, parte de su ADN es extraterrestre también, al éstos habérselo modificado.
La presencia de hombres de negro del FBI, junto con el doblaje al español dan a esta inquietante e intrigante serie un toque cómico, que recuerda a los típicos documentales que más de uno alega que no se cree ni harto de vino. Pero, a pesar de todo, los elementos en conjunto hacen de ésta una serie digna de seguir y, en el caso de no haber tenido la oportunidad de ver los antiguos, hacerlo de vez en cuando con alguno de ellos.