‘La hora musa’ volvió ayer por la noche a La 2 con la esperada presencia para muchos de Vetusta Morla. La banda madrileña ya tuvo, instantes antes, su pequeño momento estelar en ‘Cachitos’, el programa que conduce Virginia Díaz y que lleva existiendo desde el 2013. Fue un pequeño pero gran momento, ya que el grupo encabezó la lista de «Torps» del espacio musical.
«La música nos da la posibilidad de vivir dentro de canciones, donde, además, tenemos la posibilidad de ir saltando de ciudad en cuidad en esa especie de refugio que nos permite relacionarnos con los demás», explicaba el grupo a Maika Makovski entre canción y canción. Con ‘Palmeras en La Mancha’, el programa empezó con muy buen ritmo. De esto, pasaron al vals del «23 de junio».
En esta ocasión, la terraza la ocupó Diavlo, con su tema «Malahierba». Fue un buen tema de este grupo rockero, que mantiene la tradición de este género musical en España.
Destaca que ‘La Hora Musa’ va innovando programa a programa. No tiene una estructura fija en los tres que hemos traído, y se añaden pequeñas declaraciones de los artistas entre canción y canción, o introducciones antes de cada una. Novedades muy útiles. Volvía Vetusta Morla al plató con ‘Canción de Vuelta’, que hizo que reinara de nuevo la tranquilidad.
Ha sido, por ahora, el momento en el que más ambientado ha estado el plató de ‘La Hora Musa’, con los seis integrantes del grupo junto a Maika Makovski. Su tenue, tranquila y dulce voz es la ideal para hacer una entrevista a cualquier cantante. Una entrevista seria, por supuesto, que trata de centrarse en lo que producen, sin ningún tipo de chismorreo. La cuestión era que solo habían pasado 25 minutos y el programa estaba siendo muy intenso. ¿Qué más esperaba por ver en los 35 minutos restantes?
Makovski preguntó a Vetusta Morla con qué género se etiquetan, ya que el grupo nació con esencia indie, aunque se han hecho muy populares: «Nunca hemos sido de etiquetas, esto es algo que pasa de puertas para afuera. Sí es cierto que hay un montón de bandas con estilos muy diferentes que han llenado salas y que se han diluido», respondieron.
Tras esta conversación, nos trasladamos de nuevo a la azotea. Diavlo volvió con… ¡»Diablo»! y, después, tras esta otra buena actuación, Víctor se dirigió, en esta ocasión, a las librerías. Y es que la música va ligada a la literatura, en el sentido de que en estos te pueden contar maravillosas historias sobre artistas, o sobre alguna de sus obras. Anécdotas y miles de cosas dignas de conocer.
Para la guinda final de programa, llegó Soleá Morente, junto a Napoleón Solo, mezclando flamenco y electro con «Baila conmigo». Podría recordar a Camela en cierto punto, aunque, en este punto, la artista es más suave.
Resulta que ella es la hija de Enrique Morente, el mítico artista que falleció hace ocho años. Y también es hermana e Estrella. Las fusiones no estaban mal, aunque este no sea mucho el género favorito de uno. Y las tres bailarinas de fondo daban un aire a las típicas actuaciones setenteras de Las Grecas, aunque, evidentemente, todo esto tiene innovación y va de acorde con los tiempos actuales.
En resumen, otra hora de buena música que, con su atractivo y dinamismo, pasa rápido y hace que se espere ya la próxima entrega. Mientras tanto, Instagram y la web del programa permiten matar el gusanillo.