Eran las 20:00 y estaban a punto de abrir las puertas, después de que muchos llegasen a la cola a eso del mediodía. El frío de este sábado 19 de octubre se sobrellevaba con bufandas, sudaderas y banderas.
Cualquiera podría pensar que las 3000 personas que se hacían cola para entrar a la sala PARIS 15 iban a un partido de fútbol, pero la realidad es que estos ultras eran de Dellafuente. Esta hinchada que ha conseguido a base de música y merchandising futbolero consiguió hacer sold out en el que, según dijo Chino, es el último concierto de la gira. Y es que lleva con una gira de conciertos exquisita desde mayo, en la que su público ha respondido comprándole absolutamente todas las entradas de cada bolo.
La puesta en escena y el decorado son los más cuidados y espectaculares que ha llevado nunca por salas, proponiendo siempre algo más que la mayoría de los artistas del panorama actual. Por momentos el escenario se convertía en la Alhambra gracias a los efectos visuales de las pantallas y a todas las flores que lo adornaban.
Entró a lo grande cantando una versión de su tema «Dile» que ya empezó a corearlo el público desde que reconoció qué canción era. El setlist no varió mucho de los del resto de su gira, amén de que cuando la empezó, todavía no había sacado «Dineros» y «Tenamoras» que se han convertido en dos imprescindibles.
Con «Bailaora» ya estaba todo el mundo tocando las palmas, pero Della los animaba a hacerlo en cada bridge de cada canción. Esa imagen entre presidente de su club de fútbol y patriarca se acentuó con la puesta en escena de su versión de «Todo es de color» de Lole y Manuel, en la que sacó su silla y su bastón para cantar sentado un tema mítico del flamenco aunque sin prescindir del autotune. También pudimos bailar con temas no tan nuevos como «Romea y Julieto» y llorar con la versión acústica de «Veneno», para terminar con «Pa mejor» a modo de presagio de lo que queda por llegar.
Y es que el número de miembros de Dellafuente Futbol Club crecen cada día, y el que no se compra una bufanda, se lleva la riñonera o la camiseta del club. Y como otra afición más, se fue de la sala cantando sus himnos, sabiendo que no se verán en un tiempo pero que han ganado otro partido.
Fotografía de portada extraída de Tendencias TV