Las secuelas siempre buscan ser más grandes que la primera entrega, con mayor presupuesto y quieren impresionar al espectador, pero no siempre lo consiguen. Cuando se anunció que Puñales por la espalda iba a tener una secuela y que la iba a producir Netflix, todos sabíamos que el despliegue de presupuesto iba a ser importante, pero aparte de esto necesitábamos una historia igual de potente y llena de giros como la primera secuela y, por suerte, el guion no defrauda en ningún momento.
Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion está escrita y dirigida por Rian Johnson al igual que en la primera entrega y Daniel Craig vuelve a interpretar a Benoic Blanc. A él se le une un reparto estelar encabezado por Edward Norton, Janelle Monáe, Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Jessica Henwick, Madelyn Cline, Dave Bautista, Kate Hudson y Ethan Hawke. En la secuela, el multimillonario Miles Bron invita a algunos allegados a una escapada a su isla griega privada, pero pronto queda claro que no todo es perfecto en el paraíso al aparecer alguien muerto. El inspector Benoit Blanc se encargará de desentrañar todo este misterio.
En la secuela, Johnson busca desenrollar teorías y después poder hurgar en ellas para ofrecer una historia que aún es más ingeniosa y divertida que la primera con diálogos que son muy ingeniosos. Algunas de sus vueltas de su tuerca son inesperadas y dejarán muy sorprendidos al espectador.
Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion es muy disparatada y con un ritmo frenético pese a su larga duración. Su misterio es más grande, más llamativo, más elaborado, más sorprendente y con muchas facetas. Y lo mejor de todo es que en ningún momento recurre a la réplica ni a la imitación de la primera entrega, buscando sorprender y ofrecer una historia completamente nueva. Un rompecabezas muy efectivo que encantará a quienes ya amaron la primera entrega.
Valoración: 4/5
Lo mejor: Su humor y un guion muy elaborado que busca no repetir elementos de la primera entrega
Lo peor: Su excesiva duración y la impresión de que podría haber sido aún más ágil si se hubieran recortado algunas escenas