Escrito por Miguel Rodríguez Rodríguez
Como cada año por estas fechas es casi una obligado ver Que Bello es Vivir, una película en la que no pasan los años y que su mensaje perdura para siempre como película bien hecha y en que mensaje y valores están bien definidos, la solidaridad, la bondad y los derechos sociales adquiridos que no se pueden perder nunca.
James Stewart borda el papel como héroe americano que lucha con los problemas diarios de especuladores y acaparadores de poder dinero y envidia.
Foto: filmaffinity.com
La clase obrera está dibujada con el esfuerzo que se hizo para salir de la depresión económica americana del 32, los secundarios del reparto es de lujo y el guion, montaje y producción es de lo más cuidado , una máquina bien engrasada que trascurre en una navidad de nieves y ángeles que no tienen alas pero que cuando suena una campañilla en cualquier parte es que alguien ha conseguido sus alas.
Ángeles caídos que hoy en día y por este tiempo hacen mucha falta y es que la historia se repite en esta época por los momentos económicos que estamos pasando y por la poca humanidad que se desprende de las grandes empresas industriales, no esta nada mal verla para recordar lo que somos.
