Tras varios proyectos anteriores que no terminaron de cuajar Víctor (Barcelona), decide dar un salto y empezar una nueva aventura caracterizada por la calidad de los sonidos y el neo-pop con Supermeganada junto a sus compañeros Marc y Guille. En apenas dos meses crearon «SUER.T» lo que sería su primera mixtape y la cual se estrenó en todas las plataformas digitales el pasado 28 de febrero.
En primer lugar, una pregunta un poco más personal, ¿en qué momento de tu vida llega la música hacia ti?
Empiezo como con 15 años a explorar la música, ya que en esa época como adolescente me llama mucho la atención guiado un poco por mi contexto familiar y entorno. A partir de aquel primer momento me intereso por artistas nacionales y, de manera posterior, por artistas anglosajones queriendo conectar con esa música y comienzo a pensar que de mayor quiero hacer eso.
¿Siempre habías tenido claro que en algún momento de tu etapa personal te querías dedicar a ella o es algo que ha surgido de manera más reciente?
Está relacionado con lo que contaba antes, en aquel momento más joven lo que hacía era jugar al fútbol, etc. De repente entró la música en mi vida y creía que se me daba bien, por lo que pensé: “Yo esto es lo que quiero”.
¿Por qué el nombre de Supermeganada y cómo surgió el grupo?
Supermeganada nace en un primer momento como un proyecto personal propio a raíz de otros proyectos anteriores que no cuajaron o no prosperaron. Con el nuevo proyecto quería darle un toque más profesional a las canciones que tenía y bajo ese contexto surgió lo que es hoy Supermeganada.
Desde el principio que empecé a tocar trabajaba con un amigo de toda la vida del cole que es Marc, el bajista de la banda, pero en un principio surgió como algo personal. Después, con el paso del tiempo y enfocado en los directos, nos dimos cuenta de que hacía falta una banda.

En marzo ve la luz vuestra primera mixtape SUER.T ¿Cómo ha sido el proceso de producción?
Digamos que ha habido muy poco intervalo de tiempo entre el momento en el que no había disco y se creó el mismo. Por noviembre u octubre fue cuando dijimos de juntar las canciones y hacer un disco, me puse a componerlo casi todo desde cero, fueron surgiendo las canciones y para enero casi entrando en febrero ya estaba listo. Entre Guille y Marc me ayudaron a preproducirlo y, una vez teníamos el concepto cerrado, se lo pasé a Carzé, el productor de todo el disco.
¿De qué y de dónde os empapáis para crear?
Salimos un poco de todo, la verdad. He pasado por muchas etapas, he entrado en el mundo pop y me ha gustado mucho, siempre todo es muy pop pero, a partir de ahí, evolucionas y conoces, por ejemplo, el rock más ochentero, el flamenco, el rap… Vas pasando por varias etapas que te nutren. Todo eso hace que vayas poniendo un poco de allí y un poco de allá creando, a veces, cosas un poco bizarras, en el sentido de que no está muy definido el género. En la nueva mixtape hay temas claramente pop y luego otros que son una mezcla y tiran más para lo urbano.
La atmósfera de vuestros temas es muy “supermegaguay”, pop, fantasiosa. ¿Desde un primer momento teníais claro el sonido con el que os queríais identificar?
Yo creo que ha sido una evolución. Sí que es cierto que ha habido momentos en los que no lo he tenido claro y, a través de probar, hemos ido evolucionando, tanto artísticamente como musicalmente. Siempre me ha parecido muy importante la estética en un proyecto, es una herramienta muy importante para tú transmitir cosas a la gente que te está viendo.
Luego una pregunta un poco más personal, ¿a quién o qué escuchabas de pequeño?
Por parte quizás familiar o dentro de mi círculo cercano, dentro del pop nacional empecé a escuchar “Aproximaciones” o “Animales” de Pereza. A partir de ahí di el salto al inglés y me fui a The Beatles, The Rolling Stones, Pink Floyd… A cosa más intelectuales entre comillas.
Si tuvieras que elegir un álbum como banda sonora de tu vida, ¿cuál sería?
Tengo un álbum que me transmite mogollón, así que aunque es difícil contestar a la pregunta creo que lo tengo claro, sería “The Piper at the Gates of Dawn”, que está entero compuesto por Syd Barrett, y es una ida de olla tremenda, pero me parece increíble con muy buen pop y muy bonito.
Por último, tienes que completar la frase: “Víctor reivindica que…”
Reivindico que a la escena nacional de música le falta bastante recorrido para poder profesionalizar grupos de manera más competente. Es decir, hace falta infraestructura para que no haya un salto tan grande desde que un grupo es amateur y tiene un buen contenido, hasta que un grupo pueda ganarse la vida haciendo música. Hay un limbo muy grande entre esos dos aspectos.


