Miriam está enamorada de Jordan, pero a él le gusta Paola, así que sufre por amor. Y por su cuerpo, porque no es como el de las revistas, ni como el de Paola, claro. Jordan muestra indiferencia, incluso se burla de ella a veces. Miriam siempre ha sido la chica invisible del grupo, la que nunca ha atraído a ningún chico, la que siempre tiene que meter barriga y tapar la celulitis para aparentar lo que no es. Porque lo que es no gusta. Mira a esa chica (Tusquets, 2023) retrata la experiencia traumática de Miriam, la protagonista, una adolescente cuya herida sale a la superficie y se expone.
Esta es la primera novela de Cristina Araújo Gámir (Madrid, 1980), con la que ha conseguido el premio Tusquets. En ella, Miriam, tras una noche de fiesta, está en un banco llorando y con el rímel corrido. Cuando una compañera de clase se acerca a ella y le pregunta qué ha ocurrido, todo sale a la luz y lo que seguirá será un reflejo tan certero y veraz de la realidad que dañará los ojos del lector.
En esta novela, se tratan temas como la empatía, la comprensión del otro, el patriarcado o la violencia contra la mujer. Además, hace un retrato preciso de la dureza de algunas situaciones con las que toca convivir durante la adolescencia y la juventud, sobre todo las relacionadas a la autoimagen y la autoestima. Nadie nos prepara para el desamor o para la frustración por no gustar, lo que puede provocar un sentimiento profundo de melancolía. Miriam, como tantos y tantas adolescentes y jóvenes, se pregunta si ella, por su cuerpo, no tiene derecho a gustar a nadie, si acaso no lo merece, por qué tiene que esforzarse por algo que otros consiguen sin hacer ningún esfuerzo. Al final, piensa: «Temes que tu imaginación haya empezado a construir incluso tus emociones».
Miriam se fustiga por su mala experiencia en el amor, pues cree que no son suposiciones suyas: realmente no es el tipo de nadie. En el colegio, se metían con ella y en el instituto prefería que los tíos le dijeran guarradas antes que no existir ni siquiera para ellos. Cuando parece que finalmente conoce a un chico especial, todo se desvanece, y se adentra en las tinieblas en la profundidad de un portal, como dice ella. Cabe preguntarse qué podría haber pasado si hubiéramos tomado otras decisiones y, como piensa Miriam, qué habría ocurrido si «el dilema, la contingencia, la lógica, la intersección» hubieran prevalecido sobre «la esperanza, la promesa, el ego, la fantasía».
Mira a esa chica es una novela que atrapa por la forma en que está escrita y nos lleva a una realidad dura y violenta. Critica el morbo de la sociedad contemporánea con los actos crueles y la hipocresía de aquellos que se suben a tu barco cuando hasta ahora habían estado machacándote. No soy defensor de que haya libros de lectura obligatoria en las escuelas, pero sí recomendaría este al alumnado de bachillerato, ya que habla de muchos temas para los que no se nos prepara: emociones, seguridad en uno mismo y cómo actuar ante la violencia contra la mujer.