Todo el frío del mundo en un corazón

Escrita por Anna Kavan, 'Hielo' es una novela que habla sobre la resignación ante la vida que tenemos y sobre tomar riesgos.
La Bella Julieta desayuno

El día que falleció Anna Kavan (1901-1968), encontraron en su hogar grandes cantidades de heroína. Su nombre real era Chheda Kavan y había nacido en Francia. La escritora británica había sufrido el suicidio de su padre, una boda forzada, la muerte de su hijo en la segunda guerra mundial, depresiones y adicciones. Intentó suicidarse en tres ocasiones y estuvo en hospitales psiquiátricos hasta que, finalmente, el 5 de diciembre de 1968 murió de un infarto.

Hielo (Trotalibros Editorial, 2021, traducido al castellano por Ainize Salaberry) se publicó originalmente en 1967. Se le han atribuido diversas interpretaciones medioambientales, pero en realidad se trata de la exploración de un mundo de asedio donde priman la devastación, el dolor, la enfermedad y la adicción. El prólogo de José Carlos Rodrigo Breito es un recorrido por lugares y épocas, por escritores que crearon su obra literaria a partir de hechos concretos, hasta desembocar en la vida y muerte de Kavan. Ella la escribió mientras sucedían conflictos en Asia, la guerra de los misiles y la Guerra Fría. Por eso, en esta novela se asocia el hielo con la barbarie y el fin de la civilización, y se entiende la tierra, como dice el prologuista, como una mercancía.

En el mundo de Hielo hay una nueva era glaciar que lo congela todo y provoca éxodos y guerras. Mientras esto ocurre, un hombre atraviesa conflictos, territorios y el propio hielo en busca de la joven pálida a la que quiere para salvarla. El protagonista, que a veces también narra, es un antiguo soldado que se ha dedicado a explorar zonas remotas. Viaja en coche, en barco y en avión, y encuentra a la mujer en varias ocasiones, pero ella siempre desaparece.

Mientras, en el mundo hay guerras de las que no se narra apenas nada en la historia. El agua se congela y no se puede transportar nada, el combustible está por las nubes, la nieve lo oculta todo y provoca accidentes y la naturaleza es un conflicto particular, con los mismos estragos de escasez y alarma social. Conforme avanza la historia, las condiciones climáticas empeoran. El protagonista dice que la irrealidad del mundo es «una prolongación de mi perturbado estado mental». Las partes que él narra están dominadas por esa irrealidad.

Hielo habla sobre la resignación ante la vida que tenemos, sobre tomar riesgos ante lo que deseamos y sobre la existencia de la neutralidad. Describe la sensación de irrealidad y abandono, la vulnerabilidad y el sometimiento, la violencia, la huida, el miedo, la fuerza y la imposición. El hielo invade los recuerdos y su búsqueda resulta angustiosa para el protagonista de esta novela y para el lector. Por todas partes hay columnas de hielo infranqueables pero que dejan ver a través de ellas. Esta es una novela que te deja con muchísimas preguntas. No sabes en realidad quién es el narrador, qué es lo que pasa ni cuánto de lo que cuenta es verdad. Se trata de una pesadilla indescifrable que enlaza con el padecimiento de la enfermedad y la adicción.

Entre la amenaza de la extinción del ser humano y el riesgo a sumirse en una depresión, el hombre busca a la chica en esta historia alucinatoria. Hay mucha acción y muchos cambios de escenario en poco tiempo, lo que provoca confusión. No es una novela para todos los lectores, y antes de introducirse en ella hay que saber que no es una historia distópica tradicional, sino que va mucho más allá. Cuando el lector termina de leerla, se da cuenta de que Hielo no destaca precisamente por ser una historia sólida, sino por ser resbaladiza, porque advierte que detrás de ella se esconde algo oscuro que no se alcanza a ver con claridad porque una gran pared de hielo se lo impide.

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