El Mad Cool acogerá la segunda actuación en España del cantautor londinense, desde el “sold out” de 2017 en el Wizink Center con el The Thrill Of It All Tour
La apuesta del Mad Cool es clara: no cerrarse a un género musical en concreto, sino traer a Madrid a los mayores talentos en la tarima. Sam Smith era un cantante, porque actualmente se ha convertido en un artista polifacético, carismático, e irreverente.
Atrás quedan sus primeros “pinitos” en el mundo de la música, cuando estaba encasillado en el prototipo de cantautor tristón, sin salirse demasiado del guión preestablecido.
Pero su tercer álbum en 2020, Love Goes, supuso un antes y un después. Ritmos más variados, nuevos elementos más cercanos al pop o al house, y dejando hits como Diamonds, pero sin perder esa esencia tan característica. Pese a continuar a través de la senda del amor y el desamor, la represión no forma parte del disco.
Las influencias de la banda Disclosure, que apostó por él en 2012 para su tema ‘Latch’, y de todo su periplo vital quedan reflejadas en el camino que ha tomado la música de Smith estos últimos años.
El británico proviene de una familia católica tradicional. Creció a las afuera de la capital inglesa, en el condado rural Cambridgeshire, y, aunque cantó en diferentes circunstancias desde bien pequeño, no ha sido hasta hace poco cuando hemos visto su versión más explosiva.
Esta imagen de auténtica estrella que se está forjando, acogiendo su ‘yo’ más real, la podemos observar en el tema ‘Unholy’, junto a Kim Petras, que dinamitó el panorama musical y enloqueció a toda su fanaticada.
Sam Smith ya no es aquel chaval inglés reservado de sus primera etapas, al que quizás le importaba más la imagen. La discriminación y la experiencia dentro de la industria musical lo han llevado a potenciar su perfil más activista, apoyando en cientos de causas a la comunidad LGBTQ+ a la que pertenece, y ‘desnudándose’ intelectualmente en sus redes sociales.
Ser políticamente correcto no va con la personalidad de un Smith que ha estado en el epicentro de la polémica no hace demasiado. El pasado 2023, durante la ceremonia de los Grammys, interpretó ‘Unholy’ junto a Petras, haciendo gala de una escenografía en la que se mostraba como Satanás.
En definitiva, el cantante de 31 años se ha convertido en un auténtico icono poniendo en valor que no debes ser lo que te dicten, sino lo que verdaderamente sientas, sin importar ni un ápice lo que puedan pensar en esta sociedad contaminada.
El sábado 7 de julio, los asistentes al Mad Cool tendrán la oportunidad, por seguro, de presenciar un show único.