La Sala París 15 de Málaga fue testigo de una noche inolvidable el pasado sábado. Toteking, uno de los artistas más influyentes del rap en español, regresó a la ciudad con una propuesta sólida y bien trabajada, que dejó al público dividido entre la nostalgia y la admiración por su evolución.
Desde el inicio del concierto, el ambiente se sintió cargado de energía. El MC sevillano arrancó con fuerza, entregando temas como “Ahora vivo de esto”, haciendo vibrar a una audiencia que coreaba cada verso con fervor. El sonido impecable y la precisión en su delivery demostraron la profesionalidad de un artista que lleva décadas sobre los escenarios, pero que no ha perdido ni un ápice de frescura.
El repertorio ofreció un recorrido completo por su carrera. Canciones como “Tesoros” o “El lado oscuro de Gandhi” pusieron de manifiesto su habilidad para contar historias y sus críticas sociales, manteniendo la esencia que lo caracteriza: letras crudas, directas y con una gran carga emocional. Sin embargo, Toteking también se permitió explorar sus temas más recientes, mostrando su faceta más introspectiva y personal, conectando con una generación que ha crecido con él y que ahora también enfrenta sus propios cambios.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue cuando interpretó “Todo el día barras”, un tema que desató la locura entre el público, dejando claro que el estilo “hardcore” sigue siendo una parte esencial de su identidad musical. La conexión con sus seguidores fue palpable en todo momento, con momentos en los que Toteking interactuaba con ellos, demostrando que su sentido del humor y su carisma siguen intactos.
El concierto también fue un reflejo de la evolución musical del rapero, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder la esencia que lo define. Las bases clásicas de boom-bap se combinaron con producciones más modernas, creando una atmósfera donde lo antiguo y lo nuevo convivían en perfecta armonía. Todo esto, sin renunciar a su estilo lírico, repleto de referencias literarias, críticas sociales y reflexiones personales.
A medida que la noche avanzaba, Toteking no solo se mostró como un MC, sino como un narrador de historias, un cronista de una generación que ha vivido cambios sociales, culturales y personales. Su capacidad para conectar con el público quedó patente en cada intervención, haciendo que cada canción se sintiera como un diálogo cercano, casi íntimo, con sus fans.
El cierre del concierto, con “Búnker”, fue el broche de oro perfecto para una noche en la que Toteking dejó claro que, pese al paso del tiempo, sigue siendo una figura imprescindible en la escena del rap en español. Su capacidad para reinventarse sin traicionar sus raíces es, sin duda, una de las claves de su longevidad en un género que a menudo devora rápidamente a sus estrellas.
En definitiva, el concierto de Toteking en Málaga fue una lección de rap, autenticidad y evolución personal. Un espectáculo que no solo cumplió con las expectativas, sino que dejó con ganas de más a un público que no dejó de corear sus letras hasta el último acorde. Toteking sigue siendo, a día de hoy, una de las voces más potentes y necesarias del rap en español.