Un lugar en el que refugiarse

Hoy en día, es todo un misterio saber cuándo podremos volver a disfrutar de la sala de cine, una sensación que solo los grandes amantes del cine conocen.

Estar en casa pesa, cada día con más fuerza. Echamos bastante de menos los abrazos, el reunirnos con nuestros amigos y familiares, las risas, el poder disfrutar de aire puro… En definitiva, necesitamos sentir de nuevo la normalidad entre nosotros. Hay para quienes ir al cine es una práctica habitual y es una de las actividades que más echan de menos en su día a día.

Por supuesto, y como todos sabéis, el cine no ha parado en estas semanas. Es cierto que las salas cerraron un par de días antes de que se decretara el estado de alarma, pero la ilusión y el derroche de creatividad que desprenden muchas producciones han llegado a nuestros hogares a través de varias plataformas. Una de ellas ha sido la Sala Virtual de Cine que ha llevado a cabo la distribuidora A Contracorriente Films, estrenando los filmes que deberían llegar a las salas de cine en estos meses.

Crítica de la película Vivarium. El terror de lo perfecto

Así, filmes de gran calidad como Vivarium (cinta de ciencia ficción distópica protagonizada por Imogen Poots y Jesse Eisenberg) se han podido disfrutar tal y como estaba previsto, aunque haya sido desde la pantalla pequeña del televisor. Esta medida ha sido considerada como un paréntesis, una respuesta excepcional a una situación excepcional que no ha gustado nada a muchas de las grandes cadenas de cine, pero ¿ha venido para quedarse? En estos días, muchos están pensando cuándo podrán volver a pisar físicamente una sala de cine. Según ha comunicado el gobierno, en la segunda fase de la desescalada (a partir del 25 de mayo), se podrían pisar las salas, pero ¿cómo se hará esto?

En estas semanas, muchos nos debatimos entre la idea de salir a la calle cuando podamos o esperar un periodo de tiempo prudencial. Incertidumbre y miedo ante cómo será todo, qué nos encontraremos o durante cuánto tiempo tendremos que usar mascarilla cada vez que salgamos a la calle son preguntas que últimamente nos invaden y que hacen que nos planteemos cómo será nuestra vuelta a los cines.

¿Podremos pisar una sala con nuestros familiares o amigos, o tendremos que hacerlo solos? ¿Cuánta distancia habrá entre una persona y otras? ¿Cómo será el proceso de desinfección de las salas? ¿Cuántos cines se habrán visto obligados a cerrar sus puertas para siempre ante esta crisis? Además, hay otra cuestión que nos invade: ¿Qué podremos ver?

Cuándo podremos ver un blockbuster en la gran pantalla

Las distribuidoras de cine han retrasado, como mínimo hasta octubre/noviembre, sus grandes estrenos. Por tanto, ¿qué podremos ver hasta entonces en las salas? ¿Mantendrán en cartel las películas que estaban en las salas antes de que ocurriera toda esta crisis sanitaria, o directamente no abrirán? Es cierto que hay dos grandes títulos que están previsto para estrenarse dentro de muy poco: Tenet (17 de julio) y Wonder Woman 1984 (14 de agosto) aunque, tal y como está la cosa, su retraso por parte de Warner Bros, su distribuidora, está a punto de llegar.

El siguiente estreno grande no llegaría hasta el 30 de octubre con Viuda Negra. Después, podremos disfrutar de títulos como Sin tiempo para morir (12 de noviembre), Soul (20 de noviembre), West Side Story (18 de diciembre) o Top Gun: Maverick (23 de diciembre). Aún así, la incertidumbre sigue apoderándose de nosotros y dudas como si volverán a producirse retrasos siguen rondando en nuestra cabeza.

Hay algo que nos dice que la experiencia de ir a una sala de cine nunca va a volver a ser la misma. Una sensación que desprende una profunda tristeza para aquellos que el cine significa una de sus únicas vías de escape, un lugar en el que refugiarse y en el que durante dos horas, los problemas se desvanecen y quedan apartados. Un rincón de evasión en el que refugiarnos y en el que sentirnos liberados como si volviésemos a nuestra primera etapa de la vida, estando conectados con nosotros mismos y disfrutando de todas las sensaciones que nos desprende una película cuyo argumento nos encantaría haber vivido o, por el contrario, en cuya trama no nos gustaría estar nunca jamás implicados. Hay muchas formas de disfrutar del cine, sí, pero nunca la que nos transmite una sala de cine. Esperamos que quede poco, muy poco, para poder volver a disfrutar de ti.

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