“No creo que tengas opción. ¿Cómo puedes ser artista y no reflejar los tiempos en los que vives?”
-Nina Simone.
En la historia oficial, la evolución de la música a través de los siglos tiene baches, espacios vacíos, conexiones rotas entre hechos que en realidad son correlativos o que llevan a cuestas una unión de causa y consecuencia. Poco a poco, a través de la presión de la lucha social y del avance de los derechos civiles, van descubriéndose algunos de esos lazos antes invisibilizados ante el ojo público. Muchísimas veces a través de la mera acción de compartir información, y algunas otras a partir de algún gesto de gran difusión particular, nos encontramos con momentos históricos que no podemos creer que no conocíamos, que no podemos creer que fueron silenciados.
Corre el año 2021 y Ahmir Khalib Thompson, a.k.a. Questlove, tras una larga y brillante carrera en lo musical como liricista, músico, DJ, e integrante del mítico grupo The Roots, finalmente se ha lanzado al enorme mundo del cine. Su elección para hacerlo fue meticulosa y de gran puntería: decidió entrar por la puerta de lo documental y elegir una serie de eventos que son poco conocidos entre el público general nacional estadounidense, y menos aún, entre el internacional.
Con el respaldo de una gran producción de Hulu, Onyx Collective y Searchlight Pictures, que implicó una fuerte y contundente cantidad y calidad de archivos audiovisuales, Questlove tuvo la oportunidad de crear “El Verano del Soul (… o cuando la revolución no podía ser televisada)”, este documental de casi dos horas de duración en el que se exploran las emocionantes circunstancias del verano del soul en la ciudad de Nueva York, particularmente en el barrio conocido como Harlem. Allí, el Harlem Cultural Festival se desarrolló de forma gratuita a lo largo de seis domingos consecutivos entre el 29 de junio y el 24 de agosto de 1969, recibiendo a un total de más de 300.000 asistentes. Justamente aquel año tan clave para la música soul en el que discos de Marvin Gaye, Roberta Flack, The Isley Brothers y Sly & The Family Stone ganaron un importante éxito con su lanzamiento, así como, desde ya, la poderosa exhibición de principios e importante influencia para múltiples ritmos que fue “Say It Loud – I’m Black And I’m Proud” de James Brown.
La edición y compaginación de más de 40 horas de archivo inédito de este magnífico festival dejaron como resultado una inmensa variedad de testimonios, así como de imágenes del público y fabulosos clips de algunos de los artistas más relevantes de aquella época, como Nina Simone, B. B. King, Stevie Wonder, The 5th Dimension, Sly & The Family Stone, Gladys Knight & The Pips, entre muchos otros.
Atravesando los géneros que musicalizaron la lucha civil por los derechos más fundamentales para la población, como el góspel, el funk, el jazz y el blues, además del rock que tanto se ocupó la cultura hegemónica de arrancar de sus raíces, el festival fue una de las muestras colectivas más claras de la comunión cultural de un gran sector de la sociedad, una marea de espectadores que semana tras semana se reunían al aire libre a disfrutar de artistas de distintas tallas.
Desde la atenta mirada y la aguerrida perspectiva de Questlove y de sus invitados e invitadas, rememorar y enaltecer lo que fue para la cultura neoyorquina el Harlem Cultural Festival no es solamente importante: es necesario. Con un presupuesto acotado y siendo estigmatizados por el sistema reinante, el equipo de producción, bajo el liderazgo de Tony Lawrence, consiguió tras un gran esfuerzo algunos sponsors, la aprobación del gobierno para llevarlo a cabo y los permisos municipales correspondientes, además de poner en manos del partido antirracista Black Panthers la seguridad de este evento que fue como un recorte topográfico de toda la música popular que sonaba en las calles de Nueva York.
La historia mal contada (pero mejor difundida) se encargó de llenar de polvo estas memorias por 50 años, algo que no sucedió con el legendario Woodstock, realizado el mismo año (de hecho, su comienzo fue el 15 de agosto del ’69, tan solo unos pocos días más tarde). En palabras del productor de “El Verano del Soul”, Joseph Patel: “Hay un motivo por el cual Woodstock se hizo conocido y este festival no, y eso dice algo sobre este país. Esperamos que esta película sea un paso hacia la rectificación de esto.”
En verdad, los artistas y los géneros más escuchados a nivel mundial al día de hoy mucho tienen que ver con las raíces que desentierra este documental, sobre las que tanta gente desconoce. El documental retrata y recuerda un momento histórico fundamental donde murieron prejuicios e inseguridades y donde se reprodujeron y replicaron las ansias de empoderamiento y de lucha por la igualdad de la mano de referentes culturales que se convertirían en faros del orgullo, de la unidad ante la opresión, y del poder de la identidad y de la herencia cultural. Y, sin espacio para las dudas, que transmitieron más allá de sus generaciones la importancia de la pertenencia cultural y de lo precioso de la mixtura de identidades musicales para, justamente, llegar a lo que hoy es una inmensa y poblada escena internacional conformada por ritmos que son herederos directos del espíritu de la música que sonó en el Harlem Music Festival.
Este conmovedor y energizante documental es el excelente e imperdible resultado de un trabajo muy dedicado, claramente realizado por personas interesadas en revivir aquellos vientos de cambio de época política, cultural y social, en medio de tiempos de violencia, presos políticos, opresión estatal, y líderes como Martin Luther King Jr. y Malcolm X asesinados.
Definitivamente un hito en la historia la sociedad neoyorquina y estadounidense, el Harlem Music Festival merecía, de forma completa e irrefutable, un homenaje y un redescubrimiento de esta magnitud, por parte de un proyecto fílmico que definitivamente aporta a la antología de los documentales musicales de los años ‘60 y ‘70 material invaluable además de una perspectiva fundamental.
Foto de Portada: Fotograma Documental «Summer of Soul (… or when the revolution could not be televised)» dirigido por @questlove