No hizo falta más que talento y un cuaderno viejo. A mano. Así trazaron mi comienzo, marcando un antes y un después en la cultura musical. Soy la partitura, la letra y el esbozo de toda una vida. La preparación de un concierto e incluso las ideas más locas y psicodélicas que corrían por la mente de todos y cada uno de los componentes de Pink Foyd.
A mi lado está el juego de batería de Nick Mason. En otra sala está el dispositivo con el que Richard Wright hacía maravillas con el sonido, las guitarras de David Gilmour y todos esos momentos que han hecho historia.
Vídeos, fotos, objetos, música y talento. IFEMA es una máquina del tiempo con “The Pink Floyd Exhibition: The Mortal Remains”. El pasado, presente y futuro del grupo, concentrado en cuatro paredes. Desde las primeras señales de vida en los 60 hasta la actualidad. Desde las primeras críticas sobre el grupo en la prensa hasta los negativos de la sesión de fotos para la portada de “Wish You Were Here”, pasando por los muñecos hinchables de “The Wall” y las bombillas de “Delicate Sound of Thunder”, entre muchos otros recuerdos.
La legendaria formación británica ofrece un viaje audiovisual por su eléctrica carrera. Diseño, escenografía y arte. Todo un recorrido cronológico que sumerge por completo al visitante con más de 300 objetos recopilados a lo largo de toda la trayectoria del grupo. Durante esta experiencia el visitante disfrutará de las distintas galerías con unos auriculares puestos gracias a los que escuchará todo lo que visualiza.
Máximo exponente del mundo psicodélico y con su experimentación, la banda, cambió la forma de ver la música. Este recorrido en IFEMA muestra mucho más que la historia de una banda fundada en la década de los sesenta y cuya música ha llegado a nuestros oídos para hacernos disfrutar. Gozar de sus carpetas, imágenes de algunas de sus mejores actuaciones o escuchar canciones como “One of these days” es una fabulosa experiencia que no dejará indiferente a nadie.
