A pesar de las circunstancias, el sector de la Cultura, al igual que todos, está adaptándose a esta nueva realidad social provocada por la pandemia que afecta a todo el mundo, y la música no iba a ser menos. De este modo, muchos artistas han salido este verano de gira o participando en pequeños festivales, de una manera muy especial. Pues el aforo es más reducido y hay que cumplir con las medidas de seguridad e higiene obligatorias para garantizar el bienestar de todos.
«Republic Alive» de Valencia acoge en los meses de verano un ciclo de conciertos de formato reducido en el Auditorio Marina Sur. Entre gran variedad de artistas y grupos nacionales se encuentra Cepeda. “Llegas tú” dio comienzo al concierto del pasado miércoles, donde el artista bromeaba respecto a que ya no cantaban con el mismo ímpetu que al principio esta canción. Continuó con más canciones de su último disco “Nuestros Principios”, cogió la guitarra y en un formato más acústico que nunca siguió haciendo magia. Aprovechó ese momento tan íntimo que se había creado y dedicó unas palabras a la situación por la que todos estamos pasando, pero especialmente a esa gente que ya de por sí lo tiene difícil en su día a día, como los refugiados, y de esta manera lo enlazó con su canción “723”.
No todo iba a ser tan melancólico, pues la situación no acompaña para que todo sea tan lineal. El gallego sabe muy bien cómo llevarse a su terreno a su público. Comenzó a interactuar entre canción y canción con ellos, incluso sorprendió con algún que otro chiste que no dejó a nadie indiferente. Tampoco lo hizo con ese “Pídeme la vida” a modo reggae que hizo que a algunos les costase mantenerse sentados en la silla. Al igual que te canta una canción a guitarra, te canta un reggae o un rap, como al final de la canción “Cuando no estés”.
“2007”, su canción con David Otero y “Acordes menores”, la canción que llora sola, ambas del próximo disco “Con los pies en el suelo”, son las canciones con las que “termina” el concierto. Pues tras aplausos y gritos de lo más valenciano, “una cançoneta y mo n’anem” (una cancioncita y nos vamos), terminó finalmente con “Seis”, la penúltima canción que da cierre a su disco. Pero antes de eso cobraron protagonismo sus músicos, Ivan Herzog al piano y Diego Cartón a la guitarra deleitaron al público con un trozo de canción que cantaron cada uno de ellos mientras Cepeda le hacía las voces, por un momento se cambiaron los papeles.
Tarde o temprano todo pasará, pero Cepeda siempre caminando con sus canciones de la mano hará que la vida y la música vuelvan a caminar juntas sin miedo, pero siempre “con los pies en el suelo”.