El artista madrileño continúa sumergiéndose en las profundidades de la psique, visibilizando y confrontando con la palabra los problemas de toda una generación, en el que es el último adelanto de su próximo álbum. FACTURA, cuarto single de RAT RACE que sigue la línea de ANIMAL, PLATA y CASA COCHE CURRO, tracks muy celebrados por la crítica con los que Liz abría una nueva etapa en su carrera musical, se erige como la condensación de una reflexión acerca del asfixiante sistema en el que vivimos, el cual nos obliga a competir salvajemente unos contra otros para prosperar.

FACTURA se suma de este modo al universo sonoro renovado, más maduro y completo, cargado de matices, en el que Liz nos invitaba a adentrarnos hace unos meses con el lanzamiento de ANIMAL (ANSIEDAD X), y que podremos descubrir al completo muy pronto cuando comparta con el público su nuevo álbum, RAT RACE (ANSIEDAD VOL.3), que verá la luz en las próximas semanas.
Este último single, producido por su colaborador de confianza, Mauvetrip, viene acompañado de un videoclip dirigido por Claro García, que sigue la línea de sus últimos lanzamientos en lo que a estética se refiere, y en el que Forte se rebela ante un sistema insostenible y asfixiante que saca la peor cara del ser humano. “FACTURA habla del resentimiento y el rencor generados por la hostilidad de un entorno que lejos de ayudar te mastica y te escupe”, explica el cantante.
Sobre la aceptación de una realidad desagradable pero cierta se construye este cuarto adelanto, que dará paso al lanzamiento de su próximo LP en las próximas semanas en el que se desvelarán todos los temas restantes. “El término factura se refiere al precio que tiene todo aparejado, tanto la confianza como cualquier tipo de victoria”, añade Liz. Esta es una invitación a abrir los ojos ante la realidad que nos rodea, reflexionar sobre nuestra razón de ser en una sociedad carcomida por una competitividad sin límites que roza lo absurdo por momentos, y en definitiva, encontrarnos a nosotros mismos en un mundo definido por la sobrecarga sensorial y la exigencia desmedida.