Granada tuvo este fin de semana doble premio con dos actuaciones de Amaia, la ex concursante de OT, donde pudieron gozar de su disco.
Por la mañana la cantante tuvo una firma de discos que completó con una pequeña actuación en acústico, pero el broche del día fue por la noche, en el Palacio de Congresos de Granada, lugar que albergó una de las paradas de su gira. Allí tuvimos la suerte de escuchar todo su disco Pero no pasa nada, más otras sorpresas completamente dispares.
Tras dos años de su paso por Operación Triunfo y afirmando nada más empezar su cariño por Andalucía, la joven pamplonesa se encontró con una sala llena de jóvenes y no tan jóvenes que la esperaban con mucho cariño. Fans que aprovechaban los silencios para dedicarle piropos a la cantante, todo con un aire jovial entre tema y tema.
La cantante sorprendió al público no solo cantando todo su primer disco, sino también con una pieza con la que se graduó en piano profesional el pasado año, El Puerto, de Isaac Albéniz. Tocando un palo completamente distinto también nos compartió Vas a volverme loca de Natalia participante de la primera edición de Operación Triunfo, pasando incluso por un bolero adaptado a piano por ella misma, Tú me acostumbraste, momento que enmudeció al público.
Todo esto acompañada de su banda, Nuria Graham con la guitarra y los cortos, Miquel Sospreda al bajo, Paula Vegas en los sintetizadores y coros y Aleix Bou en la batería. Que iban saliendo y entrando al escenario ya que tuvimos actuaciones donde Amaia estaba sola al piano, acompañada por Nuria a la guitarra como por ejemplo en el tema de Porque apareciste, compuesto por la misma Nuria, o con toda la banda con guitarras y a un solo micro ya casi cerrando el espectáculo.
La sensación final del concierto fue que todo detalle había sido mimado, desde su puesta en escena, vestuario o juego de luces. Todo había sido simplificado para tocar lo distinto, cosa que se consiguió para acabar ofreciendo a los jóvenes un espectáculo que se sale de lo convencional alejándose de pabellones o festivales llegando a rozar lo clásico pero abrazándote con inocencia.