Así se vivió el Canela Party 2019

Como ya anticipamos anteriormente en Nostromo cuando entrevistamos a Antonio Mata, organizador y fundador del Canela, esta pasada semana estuvimos en el Canela Party de Málaga viviendo la experiencia de este llamativo festival al completo, y exprimiendo así todas las virtudes que ofrece un evento de estas características y una ciudad como esta. 

El Canela Party es un festival un poco atípico por 3 razones. La primera es, que de los 4 días que dura el festival, este se hace hasta en 4 emplazamientos diferentes de la ciudad. 

La segunda, que este abarca una escena más olvidada de la música como puede ser el punk, o el rock/pop alternativo, y tercera y la que parece ser el buque insignia del Canela, es que es un festival donde la gente viene disfrazada. 

El primer día del Canela tuvo lugar este año en la Fábrica de Cervezas Victoria, con las actuaciones de las malagueñas Dreyma, en sustitución de Los Manises, y de Mattiel. Una informal apertura de media tarde donde las verdaderas protagonistas fueron ellas, sesgando por parte del Canela y acabando poco a poco con la etiqueta ‘’bandas de chicas’’, como ya nos contó Elena de Yawners en una ocasión. Agradable, familiar y justo, Canela Party introducía esta festividad quedando por delante los platos fuertes. 

Elena Yawners, Mini Yawners y Doggy Yawners / Fotografía @raulaibarml

El segundo y tercer día, como es habitual, se desarrollaron en el Auditorio Playa Virginia, en el Palo, un espacio que, si bien cuenta con un aforo reducido y una pista aún más, consigue obtener ese toque íntimo y cercano que muchas bandas luchan por encabezar todos los años. 

Actuaciones como las de Aliment, La URSS o El Grajo dieron a ambos días el calor necesario para poner en pie al Auditorio y llenando poco a poco el espacio que ni los organizadores tenían en mente cubrir, las actuaciones de Yawners y No Vacation, brillaron más aún.

Precisamente uno de los momentos más especiales del festival lo protagonizaron Yawners, cuando un grupo de niños disfrazados por sus padres, una de ellas igual que Elena del susodicho grupo, subieron al escenario mientras la banda tocaba, siendo esto la máxima expresión de familiaridad y buen rollismo que el Canela Party siempre lleva por bandera.

No Vacation por otro lado, dieron el broche final a dos mágicos días en el Auditorio, con su armónico y fresco pop new wave traído directamente desde California. Un final que dejaba por todo lo alto las expectativas de cara al ultimo día, ‘’El Gran Pitote’’. 

No Vacation / Fotografía @raulaibarml

El sábado y ultimo día, en la Sala Paris 15, se celebraba la conocida fiesta de disfraces, en la que, buscando las mejores y más originales vestimentas, la gente va a desinhibirse por completo con los grupos de esa noche, en una vorágine de saltos, confeti, baile y porque no decirlo, dejando salir el lado animal de cada uno. 

Nombres muy especiales como Notes To Myselft, grupo malagueño que llevaba sin tocar 10 años, o Mourn abrieron la noche del ultimo día del Canela, para continuar con un pop a lo The Cure como es el de El Ultimo Vecino, que hizo de transición perfecta, para lo que sin ninguna duda sería el concierto de la noche, Skegss. Los australianos con actitud despreocupada y bastante sorprendidos por un público disfrazado, firmaron un directo absolutamente salvaje en el que no faltaron los pogos, gente lanzándose desde la valla al público y piezas de disfraces volando por todos lados, sin olvidarnos del, se supone, improvisado momento en el que subieron a un chaval del público a tocar una de sus canciones con la guitarra. Skegss es una de esas bandas que muestra un reflejo inmaculado de lo que es el espíritu del Canela. 

Preoccupations, recién llegados de Canadá, canalizaron toda esa energía que se había derrochado en Skegss, sabiendo perfectamente como dosificar su directo en una medida entre el progresismo y un pop punk a ratos pesado, consiguiendo mantener el hilo en una sintonía perfecta, hasta concluir en Triángulo de Amor Bizarro, una de las bandas que según se decía por ahí, era de las más esperadas de la noche. 

El Último Vecino / Fotografía @raulaibarml

A pesar de que en el ‘’Gran Pitote ‘’ de este año, la mayoría de los grupos no vinieron disfrazados a excepción de un par de ellos, porque no se habían enterado según dicen, a lo largo de los shows, era de lo más frecuente que el público lanzara objetos para que los músicos fueran disfrazándose sobre la marcha, hecho que no deja de ser emocionante e incluso más espontaneo que traer tu disfraz listo. 

Canela Party es confeti, naturalidad, salvajismo, familia, cultura por la música y los conciertos, pero sobre todo Canela Party es Málaga y todo amante que vela por que esta escena siga con vida.  

¡Viva El Gran Pitote, Viva el Canela Party!

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