Así se definían desde el colectivo Hidden St. en una entrevista con Juan Ángel Asensio en marzo de 2019 para este medio: “Es un colectivo artístico multidisciplinar de Granada en el que el rap —la música y todo lo que surgió y surge a su alrededor— ocupa el centro y funciona como nexo de unión entre todos y nuestras ocupaciones artísticas”. Varios nombres talentosos y formados en distintas disciplinas del arte y lo audiovisual: Filmmakers, cantantes, escritores, fotógrafos, ilustradores, beatmakers, sonidistas e incluso tatuadores, cuya principal tarea es glorificar el hip hop en todas sus vertientes.
Ahora, all.Carlito presenta su primer trabajo en solitario: ‘Constanza’, cinco temas en los que recupera algunos de los sonidos de ‘NOIR’ el trabajo de Vic Vega, el EP cuenta con un artwork de portada obra de Antonio Benavente. ‘Intro’, ‘Kintsugi’, ‘El silencio del vidente’, ‘Laocoonte’ y ‘Coartada’ son los nombres de cada uno de los cortes, sonar tan old school en 2020 es posible gracias a la producción impecable de Vic Vega, que sobre cada uno de los boombap ha sabido introducir los instrumentos, voces y sonidos adecuados, coherentes con la estética del rapero y de el colectivo en si.
La introducción de 17 segundos nos pone en situación para el viaje que nos va a dar por su mente. Nos avanza lo paranoico y neurótico del artista, con un diálogo del personaje George Constanza extraído de un capítulo de la sitcom ‘Seinfeld’. El nombre del personaje da título al trabajo pone su cara en la portada del mismo.
El primer tema que se publico fue ‘Kintsugi’, con su debido acompañamiento visual. Un boombap clásico en el que elogia la belleza de las cicatrices. La técnica que da nombre al tema es arte japonés que consiste en reparar la cerámica rota con barniz de resina espolvoreado (o mezclado) con polvo de oro o plata. Por cada vez que Carlito nos regala un grito de Kintsugi en el estribillo arregla cada una de las cicatrices, las suyas y las nuestras. El videoclip está dirigido por Carlos Allende, con Ana Pérez Gallego en las cámaras, David Díaz en la edición y foto fija de Ana Terrón. Oscuro, tradicional y firme, como todo lo que hacen: Puro.
El tercer tema es el único featuring, ‘El silencio del vidente’ donde ambas voces combinan perfectamente para contarnos de sus ideas y miserias: “Perdedores de barrio, nunca gané pero aguanto el asalto y la vida golpeando como un golpe de Tyson” reza el hombre en la sombra Deeaz, no se sí uno de los más conocidos pero desde luego uno de los mejores.
En el penúltimo tema nos habla, con la misma firmeza que hasta ahora, de sus inspiraciones y de sus metas a pesar de ser un pesimista, guiño a George Constanza de nuevo. ‘Laocooonte’ habla de trabajo y amor, pero sobre todo de insistencia y principios, aunque corra el riesgo de terminar rodeado de serpientes que tiren por suelo todo lo que ha conseguido y quiere conseguir. Como Laocoonte, de quien se cuenta en la mitología griega que, al oponerse a la entrada del caballo a Troya, Apolo, Atenea o Poseidón enviaron dos serpientes que acabaron con la vida de él y de sus hijos.
Cierra con ‘Coartada’, nada es para siempre, aunque así lo parezca. Hay personas a las que no debemos olvidar, pero si superar: “Solo quiero estar tranquilo, paz y música, sabiendo que cuando me miras tu cara es la única. Cerrar la herida, olvidar la cicatriz nos lo debemos por el amor que nos tuvimos”.
Así es como este miembro de uno de los colectivos más prometedores de España pone fin a su primer trabajo en solitario, un paseo cargado de referencias a otras culturas (y guiños a la comedia americana) en el que nos cuenta sus aspiraciones y deseos y nos abre su corazón, plagado de cicatrices y sueños.
Fotografía de portada por @anagrafia
