Crítica de ‘Bel Canto. La última función’

Un thriller que funciona de manera correcta pero que no consigue nada novedoso.
Foto: filmaffinity.com

El director Paul Weitz, después de conquistar a todos y alcanzar su momento culmen con Grandma, vuelve tres años más tarde con Bel Canto. La última función, protagonizada por Julianne Moore y Ken Watanabe.

El film cuenta la historia de una cantante de ópera mundialmente conocida, que es secuestrada como rehén junto a otras personas cuando un rico empresario japonés le invita a actuar para él en Sudamérica.

Basada en la novela de Ann Patchett, Bel Cantó. La última función cuenta con un reparto excelente pero, por desgracia, los matices literarios que tiene la obra original se pierden en esta versión, que encuentra su encanto en las actuaciones de sus intérpretes y en la tensión nerviosa que provoca la situación con rehenes.

Lo más gratificante de la cinta es que, pese a no aportar nada nuevo al lenguaje cinematográfico, logra que el espectador sea consciente de una gratificante evolución de sus personajes y ser un producto entretenido, sin más.

Valoración: 3/5

Lo mejor: Julianne Moore, una gran diva

Lo peor: Es un thriller más que no cuenta con ningún elemento distintivo

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