En 2010 se estrenó Toy Story 3, una de las mejores cintas de animación y que nos dejó con muy buen sabor de boca. Por ello, cuando se anunció que la conocida saga tendría una cuarta parte, supimos que los juguetes no deberían volver nunca a la carga. Desde que salió el primer tráiler, éramos muy escépticos puesto que nos temíamos lo peor, aunque siempre Pixar nos puede sorprender, por lo que quedaba un mínimo de esperanza.
En Toy Story 4, Woody y Buzz Lightyear, junto al resto de sus inseparables compañeros de cuarto, vuelven a la carga. Ahora viven en una habitación diferente con juguetes nuevos como Duck y Bunny, pero cuando un juguete llamado Forky se une a Woody y su pandilla, comenzará una trepidante aventura junto a viejos y nuevos amigos que les revelará lo grande que puede ser el mundo para un juguete.
Sorprendentemente, la cinta funciona bastante mejor de lo que parecía. Después de unos cortometrajes que no hacían ninguna justicia a la saga, Toy Story 4 logra ser un producto entretenido y de calidad que consigue emocionar y que hará delicia a los fans de los juguetes más famosos de la gran pantalla.
Ahora bien, Pixar dejó de ser hace varios años esa empresa de calidad infalible. Pese a que Toy Story 4 funciona muy bien, no se puede comparar con su anterior entrega, que era absolutamente perfecta. Esta cuarta es la peor de la saga y, después de verla, uno sale pensando que hubiese sido mejor que los juguetes se hubieran quedado en 2010 en un cajón permanente.
Valoración: 3,5/5
Lo mejor: Como siempre, unos secundarios extraordinarios
Lo peor: Que, pese a ser buena, no está para nada al nivel del resto de las entregas