El Ojeando Festival de Ojén destaca cada año, por ser una de las fechas en el calendario de festivales que no puedes pasar por alto. Su temática alternativa sobre todo y el propio juego y encanto que da esta localización a la hora de celebrar el festival, lo hacen una experiencia que en pocos sitios mas vas a poder repetir.
Ojén es un pueblo de la sierra de Marbella, el cual ya destaca por su belleza propia, lleno de ese paradigma rural con el que mucha gente va a escapar de las grandes urbes, y que durante 2 noches al año se viste con sus mejores galas, para recibir al público más sibarita y entendido de la escena.
La cercanía que tienen los conciertos, ya que se hacen en propios emplazamientos del pueblo, como el patio colegio o en las mismas calles, o el hecho de que en el mismo público puedes encontrarte a los artistas tomando una cerveza y disfrutando como un oyente más, habla mucho del carácter intimista y cálido que da el Ojeando.
Pero sin ninguna duda, y como es obvio, el Ojeando Festival es lo que es por su cartel cada año, donde desde a la organización no les tiembla el pulso a la hora de apostar por bandas más independientes que no tendrían cabida en cualquier festival. Algunas de ellas como Novedades Carminha o Los Punsetes, eran apuestas seguras, pero el buen gusto por la elección nos trajo este año a grupos como Cala Vento, Radio Palmer o Los Nastys entre otros. Un cartel muy diferente en cuanto a estilo y temática en la provincia de Málaga, el cual se agradece teniendo en cuenta la falta de esa escena tan ‘’Radio 3’’ que hay aquí en el sur.
El primer día, en el escenario Patio-Victoria (en el patio del colegio), algunos de los caballos ganadores fueron Floridablanca, los cuales abrieron la noche con su fresco estilo disco a medio tiempo, Cariño, siempre con un show divertido, pero a las cuales se les puede exigir un poco mas de profesionalidad y empeño, o Los Punsetes, los veteranos del lugar, que dieron un concierto canónico, correcto y sin ningún altibajo.
Pero sin ninguna duda, el despunte de la noche fue Cala Vento, grupo que ya hemos reseñado aquí varias veces. El dúo catalán supo ponerle los pies en la tierra al resto de grupos diciendo aquí estamos nosotros. Firmando una noche absolutamente brillante, con un directo lleno de sonido y baile, haciendo que todo Ojén se moviera al ritmo de ‘’Gente como tú’’ y haciendo plausible que necesitamos eso, mas grupos como ellos.
El que fue el aparente cabeza de cartel de ese día, Rayden, tuvo un buen lleno y una buena actuación, sin embargo, dejo la sensación de que este no era el festival idóneo para un artista como él.
El segundo día, fue inclusive mas especial si cabe que el primero.
Afuera, en el Escenario Plaza, dos de las grandes joyas escondidas de este cartel, Gentleman Clef y Victoria Ford, amenizaron la noche para los más curiosos del Ojeando.
Para abrir la noche en el gran Patio-Victoria, tocaron los jovencísimos Radio Palmer, grupo granadino que, con ritmos frescos y muy jóvenes, apuntan a ser una de las grandes promesas de la escena independiente, con mucha proyección en los años.
Acto seguido a ellos fue el turno de La Bien Querida y Triangulo Inverso, que se sintieron mas como unos entremeses para calentar lo que estaba por llegar. La Bien Querida tuvo una buena acogida, pero dio la sensación de ser más como un segundo acto de Los Punsetes que se traslado de día, que un concierto que brillara con su propia luz. Por otro lado, Triangulo Inverso, trajo ese indie español tan característico de grupos como Izal o Miss Cafeína, con un discurso que consiguió emocionar a los fans y a los propios músicos, un toque que hacia falta en este festival que cada vez abandona mas esta etiqueta indie canónica.
Pasada la media noche, el aire ya se sentía viciado, los efluvios de alcohol ya hacían su efecto, estábamos llegando al final del día y la gente tenía ganas de más, y como no, Los Nastys salieron a escena en el clímax idóneo y que más les gusta, para ser uno de los platos mas salvajes de este Ojeando Festival 2019. Los madrileños llegaron con poco, sin grandes ademanes de luces o carteles, solo con las pretensiones y competencias de ser lo que son, ese grupo con una verdadera actitud punk que poco reina hoy en día. Con el punto justo de adulterantes en su cuerpo, Los Nastys firmaron un espectáculo que se quedó grabado en la retina, como un concierto de un verdadero grupo de rock de los de antes, tanto en comportamiento como en desempeño musical.
Llegado ya el final del festival, era el turno de sino el grupo mas esperado del cartel, uno de los que más, Novedades Carminha. Los gallegos trajeron un gran espectáculo de luces, neones y fuegos, el montaje mas espectacular sin duda de todo el fin de semana, acompañado de una puesta en escena brillante. A ritmo de un patio absolutamente abarrotado, Novedades tocaron todos sus grandes éxitos como Verbena, Ya No Te veo, Te quiero Igual o Hay un Sitio Pa Ti, así como temas clásicos y recopilaciones de sus trabajos anteriores.
Si bien es cierto que los Novedades no lucen igual en directo que en grabaciones, notándose en muchos tramos diferentes tonos o variaciones para llegar mejor a la nota, la veteranía de estos chicos hace que sea algo perfectamente camuflable y que no afecte tanto a su espectáculo en global. Fueron sin duda los grandes divos de este Ojeando 2019.
Con todas estas sensaciones que te hemos contado y más cosas que no se pueden explicar si no las vives, cerramos esta edición del Ojeando Festival 2019. Te invitamos a que te acerques el próximo año a verlo con tus propios ojos, pero si todo esto no te ha resultado una razón de peso, ahora el plato fuerte, su camping tiene piscina.
Hasta el año que viene.