Desde su publicación en 2014, After, escrita por la escritora Anna Todd, fue una novela que estuvo en el centro de la polémica por el hecho de normalizar las relaciones tóxicas y presentarlas como amor, algo que sabe captar la película y que es muy peligroso.
El público objetivo de After son chicas adolescentes de entre 13 y 17 años que pueden percibir erróneamente que lo de Tessa (Josephine Langford) y Hardin (Hero Finnes Tiffin) es amor de verdad, algo que no puede estar más lejos de la realidad. En este último filme se puede ver como Tessa llama a Hardin después de haber estado toda la noche bebiendo y este, muy celoso por lo que ella puede haber hecho (cuando ni siquiera eran pareja en ese momento), se presenta en su hotel sin previo aviso. Y esta es solo una de las muchas actitudes inaceptables que muestra After. Y lo peor es que esto no lo critican, sino que lo presentan como algo normal. A Tessa le chirrían solo un poco estas actitudes, pero al final se las acaba perdonando porque se siente amada, algo que puede percibir gran parte de su público.
After. En mil pedazos presenta una relación de maltrato y violencia como la mejor del mundo, una relación que necesitas y que has de buscar si realmente quieres sentirte vivo. El fin de Tessa es simplemente ser un objeto que Hardin puede utilizar cuando y cómo le apetezca, y esto no se denuncia en ningún solo momento, sino que se deja pasar y cada vez va a más.
La saga es, probablemente, lo más machista y tóxico que he visto en la vida. La protagonista está anulada como persona, humillada, manipulada y controlada, y quieren hacer como si no pasase nada. Además, a través de un soft porn incómodo de ver, presenta las relaciones sexuales como una forma de dominación del hombre y como una manera de solucionar todos los problemas de una pareja.
After. En mil pedazos fue la cinta más vista en el fin de semana de su estreno, con más de 160.000 espectadores. Un dato que refleja que el público adolescente compra la sumisión de la mujer y la violencia que incita esta saga. Quiero creer que sus espectadores están suficientemente informados y saben lo peligroso que es lo que describe en el libro, pero ¿y si no es así? After representa todo contra lo que está intentando luchar la sociedad actual y, ojalá, estas historias sean cada vez menos frecuentes y las consuma menos gente. Si no, nos será difícil evolucionar como sociedad.